martes

Después de la tormenta.


 

La ventana del séptimo piso era una postal que reflejaba la playa “La perla”. El mar se debatía furioso sobre la arena, las carpas que durante el verano cobijaron a los veraneantes, por precaución, las habían retirado. Se anunciaba una tormenta.

Pronto el panorama fue gris, la niebla unida a la arena que levantaba el viento, dificultaba la visión, la calle se perdía en una cortina que se desmayaba por momentos.

Me estremecí, al comprender que Martín no iba a llegar.

Bajé al tercer piso a tomar un café, en el hotel. por ser junio, había pocos turistas. Me senté al lado del ventanal, había comenzado a llover.

Que tonta, me dije, viajar desde Córdoba a Mar del Plata por el juramento de un amor de verano, ni que fuera una veinteañera ilusa, aunque las chicas de hoy día no creen en palabras de amor, se fuman la vida en una noche y al salir el sol ya están pensando en otra cosa.

Él tendría que haber llegado ayer. Lo esperé en la puerta del hotel a las 10:00hs, tal cual habíamos quedado. Hoy de mañana pregunté al conserje si se había registrado alguien con su nombre, dijo que no.

El clima esta furioso, viento, lluvia y yo mirando el panorama  y con ganas de llorar.

De pronto una voz  me hizo estremecer.

-Puedo sentarme a su lado a tomar mí café, la tarde está triste…

A través de mis ojos empañados lo vi.

-Martín ¿cuándo llegaste?

-Recién, la tormenta hizo que  cambiaran mi vuelo…

-Por qué no me avisaste.

-Me sucedieron cosas que ahora no importan, acá estoy…

Olvide la lluvia, el viento golpeando los árboles, en mi corazón había salido el sol.

 



16 comentarios:

J.P. Alexander dijo...

Me gusto mucho tu relato. Te mando un beso.

Campirela_ dijo...

Que bonito es el amor, no importa lo que dure . Esas sanciones merece la pena vivirlas al menos una vez en la vida.
Un beso feliz noche.

Hada de las Rosas dijo...

Que linda sorpresa, en el corazon de la chica salio el sol!
Un beso, y feliz noche

Soñadora dijo...

Que bonita historia, valió la pena el largo viaje.
Abrazos, Mariarosa

Lu dijo...

Qué suerte tuvo que llegó Martín!
En verdad tu relato de hoy no podría tener mejor título: DESPUÉS DE LA TORMENTA.
Pasó la peor tormenta: la de los sentimientos de la protagonista que no comprendía esa ausencia.
¡Al fin allí estaba su amor!
Bonita historia.
Abrazo va

Ernesto. dijo...

Esas sensaciones, vivencias, primeras pero con final feliz, suelen darse en el mundo real.
Abrazo Mariarosa.

Cabrónidas dijo...

Y el inconfundible olor a petricor. Nada huele tan bien.

Recomenzar dijo...

♥️.¸.•´♥️

stella dijo...

Un precioso relato, me ha gustado mucho ;Mª Jesús
Un abrazo

Majo Dutra dijo...

Esta tormenta crea mucho suspenso...
Disfruté mucho leyéndo y la preciosa fotografía.
Felicitaciones. Abrazo.
~~~~

Kasioles dijo...

Me imagino tu liberación de preocupaciones y la gran alegría que te has llevado al verlo.
Me encantan tus relatos, siempre entretenidos y de los que a mí me gustan: que enganchen.
Cariños y buen fin de semana.
Kasioles

Carlos augusto pereyra martinez dijo...

Genial final. El amor no escapa a la felicidad. Un abrazo
. Carlos

José A. García dijo...

Mientras que no haya sido el fantasma de Martín que venía a despedirse...

Saludos,
J.

Maite-volarela dijo...

¡Ooooooh! Qué cosa tan bonita... Has inventado una escena deliciosa...
Me encanta como haces el paralelismo de sus sentimientos y el paisaje..., y luego ese sol que le inunda el corazón...
Precioso...
Un beso muy grande, artista :)

Dakota dijo...

Que bonito, hay sensaciones que merecen la pena.
Un saludo!

Conchi dijo...

Me ha encantado que todo tuviera un final feliz.

Abrazos.

Tarde o temprano, iba a suceder.

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