Mientras
le vendaban las manos pensaba en su madre, ella nunca quiso que fuera boxeador,
pero la vida y la fuerza de sus puños lo empujaron a serlo, sabía que no era un
grande, sus primeras peleas tenían la fuerza de su juventud, pero ahora la cosa
era diferente, no daba más, estaba quemado por la mala vida y los golpes, esta
sería su última pelea, lo sabía, pero, necesitaba dinero y buena cantidad y la
única forma de conseguirlo era pelear y dejarse caer en el tercer round, así
fue el contrato, y así lo iba a cumplir.
Llegado
el momento cayó como si fuera de trapo, lo sacaron en camilla, una vez que le
curaron la cara y con el ojo izquierdo inflamado, se quedó en la camilla
haciendo tiempo, esperó que se fueran todos, luego fue a la oficina del director
técnico.
Entró, movió
la cabeza en señal de saludo y quedó de pie frente al escritorio, el director
le entregó un sobre, lo abrió y con voz serena le dijo:
-Esto no
es lo que habíamos arreglado…
-Es lo
que te mereces, no diste un buen espectáculo, se notó que te dejaste caer,
infeliz, ni siquiera sabes perder...
Crispó
las manos, su cara se fue poniendo roja, sin decir palabras dio la vuelta al
escritorio y levantó al director por la camisa, el tipo gritaba, nadie
apareció.
-Quiero
mi dinero -su voz sonaba dura, no gritaba- lo necesito por las buenas o por las
malas
El
director se acomodó la ropa y buscó en el escritorio otro sobre.
Se lo
entregó.
-Sabes
que después de esto no peleas más y te voy a denunciar por robo.
No respondió,
abandono la oficina y se fue directo a la clínica, la enfermera del turno noche
lo miró sorprendida.
-¿Qué le
pasó en la cara?
-Nada
importante, ¿hay atención en la oficina central?
-Si, las
24 hs, es en el primer piso.
Un
empleado con cara de dormido lo atendió.
-Vengo a
depositar el dinero para la operación de la paciente Lucia Menriquez.
Después
del papeleo, se acercó a la sala donde dormía su sobrina, la pequeña descansaba
tranquilamente, la mujer que la cuidaba salió y lo empujo suavemente al
pasillo, le acaricio la cara con suavidad.
-Por
favor hermano, que no te vea así que se va a asustar, dijeron que posiblemente
mañana la operan.
-Posiblemente
no, la van a operar, ya deposité el dinero.
La mujer
lo abrazo.
-Basta
Lucas, que sea la última pelea, por favor.
-Fue la
última, está noche me voy, si me quedó en la ciudad pierdo, me la tienen
jurada…
-¿Y qué
vas a hacer, adónde te vas a esconder?
-Hay un
amigo al que una vez le salve la vida, él me va a ayudar…
Luego de
dar un beso a la pequeña y a su hermana, salió a la calle, caminaba mirando a
todos lados, sólo el silencio era su compañía, llegó la estación, compró un
pasaje y con apenas un bolso de mano subió al micro. El viaje era largo, se
durmió en seguida, soñó con un campo verde, con árboles, la esperanza de una
nueva vida lo hizo descansar, despertó casi llegando a Goya.
Bajó del
micro y se dio cuenta que nadie lo miraba, era un desconocido, unos más, un
cualquiera, al fin, se dijo… es tiempo de recomenzar.
-
15 comentarios:
Un bonito relato en tu estilo que admiro. Felicidades.
Un abrazo.
Que bonito recomenzar con la conciencia satisfecha, nos has regalado una historia tierna de las que sientan muy bien, y para postre bien escrita y redactada. Un abrazo
Que preciosidad, me ha emocionado, porque estoy segura que en algún lugar habrá alguien cómo él.
Un beso , felices sueños.
Querida y dulce amiga, me emocionó al leerlo.
Seguro que comenzará con otra vida feliz, porque su conciencia esta pura.
Te dejo todo mi cariño y besos.
♥️¸.•*¨)¸.•*¨)
(¸.•´♥️♥️.¸.•´♥️
Que buena historia, ese ultimo suspiro de anonimato en Goya es casi poetico, como si por fin pudiera ser dueño de su destino. Muy bueno, querida amiga, te dejo un abrazo.
Me gusto el relato. Siempre se puede volver a comenzar. Te mando un beso.
Una historia personal. Algo familiar...
¡La vida en sí!
Abrazo Mariarosa.
Fue por una buena causa. Un beso
Que bonita historia y que triste a la vez. Cuantas veces pasará gente famosa según su actividad, por llevar una vida descuidada se quedan sin dinero para atender cualquier emergencia.
Entrañable por su actitud.
Como siempre un gusto leer tus relatos.
Un abrazo.
¡Excelente!.. Enhorabuena escritora!
Incluso leí, hasta el autobús, de un tirón. Me encantó.
Que tengas un muy feliz Día del Padres.
Un abrazo de buena empatía.
~~~~
Un relato que duele y emociona por su realismo y humanidad, María Rosa...Sin duda se merece otra vida más relajada y feliz...Mi felicitación por tu maestría y destreza literaria, amiga escritora.
Mi abrazo entrañable y admirado...Felices días de marzo.
Muy conmovedora la historia que nos relatas hoy, Mariarosa. Se abre ante él un nuevo camino, una nueva oportunidad.
Abrazos
El relato mantiene la atención hasta el final donde nos encontramos con esa libertad que todo ser humano añora tras un gesto de humanidad que salva al protagonista de todos sus posibles delitos.
Un abrazo, Mariarosa
Al igual que Campi, me ha emocionado tu relato María Rosa. Imaginé cada uno de esos personajes, y la ternura del encuentro entre los hermanos.
Final feliz para una historia que bien podría suceder en la vida real.
Fuerte abrazo
La vida.
De pronto, cosas imprevistas. De pronto, cosas no imaginadas.
Saludos Mariarosa. Buen viernes 🏙
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