viernes

La camisa azul.






Olvidé tu nombre, ojos de cielo y camisa azul.
Fuiste un viento que arrolló mis conceptos sobre el amor y me dejó sin fuerzas, sin ganas de luchar contra ese sentimiento que crecía con cada palabra tuya, con cada sonrisa y con ese gesto de torcer la boca y alzar  la comisura del lado izquierdo, cada vez que ibas a decir una broma; allí me perdí. Escucharte contar historias, fue  descubrir un país donde todo era nuevo. Y fui feliz, con la alegría de una niña al salir  de la escuela y abrir los brazos a la libertad.
Para quedarme a tu lado  encontré el lugar ideal, el bolsillo de tu camisa azul, junto a tu corazón y abrigada al calorcito de tu pecho.
Hoy  ha sido diferente. 
Descubrí que no estabas, te habías ido, ¿te habías ido? Tal vez nunca fuiste real, sólo una invención de mi soledad.
Recorrí la casa, cuarto por cuarto y nada hacía referencia a tu presencia. Me senté en el piso y desahogué el río de tristeza que me habitaba, como quien desteje un saco viejo, y cuando ya no tuve más lágrimas, la vi; desde  un rincón, abandonada y triste; me miraba la camisa azul.





20 comentarios:

Campirela_ dijo...

Que bonito lo has escrito , es triste su final pero mientra duro hubo felicidad , no se sabe si real o inventada pero al fin y al cabo supo amar ..
Un abrazo en esta tarde de viernes muakiss.

Rafael dijo...

Al final quedó ese recuerdo de la "camisa azul" abandonada.
Un abrazo.

FIBO dijo...

Al final todo se hace viejo o anticuado...lo que hoy es bello, mañana no es nada...así vivimos, día a día, sin pensar en el ayer, ni en mañana.


Me ha encantado...Un saludo.

Carmen Silza dijo...

Es muy bello lo que has escrito, sea producto de la imaginación o vivido.
Un placer amiga.
Feliz finde, un abrazo

Ester dijo...

El poder de la soledad que nos crea ilusiones para que nos acompañen, bendita imaginación. Un abrazo

J.P. Alexander dijo...

Uy a veces la soledad y la pena nos juegan malas pasadas. Te mando un beso

Elda dijo...

Precioso relato. Parece ser que fue real pues allí estaba la camisa azul. Un sueño en el recuerdo maravilloso con frases muy bellas como ésta que me ha encantado: "desahogué el río de tristeza que me habitaba".

Siempre un verdadero placer leerte Mariarosa.

Un abrazo y buen fin de semana.

José A. García dijo...

Alguna veces es más fácil desprenderse de las personas que de los objetos.
Y otras, a la inversa.

Saludos,

J.

Sandra Figueroa dijo...

Amor, dolor....y ahí estaba su recuerdo....la camisa azul....Triste relato amiga. Saludos.

Ernesto. dijo...

Tus textos Mariarosa, siempre tintados de creatividad y buen gusto.

Abrazos.

Margarita HP dijo...

Me encanta leerte María Rosa. Tus escritos son como la vida misma, pero contados en bonito. Es una historia que impacta por su significado, pero qué deleite leerte. Un beso muy fuerte :D

Marina Filgueira dijo...

¡Hola Mª-Rosa!

¡Exquisito relato, amiga! Conlleva esa melancolía profunda que llega al alma, pero no le quita ni un ápice de belleza. Te felicito, gracias por esta lectura, que ha sido un placer.
Te dejo mi inmensa gratitud por tu huella y mi estima siempre.
Un abrazo, bendiciones y ten una feliz semana.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Prosa poética, dulcemente nostálgica de un amor. Siempre, en el amor ido, habrá un elemento o más, que nos lo recuerden, como en el poema, los ojos y una camisa azul. Un abrazo. carlos

Auroratris dijo...

"Dejar salir un río de tristeza..." Me ha encantado cómo has encauzado el ritmo de tu micro, ese frenesí primero que acaba en el cauce de la tristeza y, la desolación ante la ausencia. Qué bello lo has graficado, me encanta tu frescura, bonita.

Mil besitos para tu día

Soñadora dijo...

Momentos de nostalgia. Que rico es dejar que ese río fluya cuando lo necesitamos.

Un abrazo!

Navegante dijo...

A veces creo que no importa demasiado si una persona que nos nutre es real o imaginaria, lo importante es el impulso de vida que atrapamos a partir de allí.
Historias que nos llevan a un país nuevo es algo que no hay que desperdiciar y una vez deshagado el río de tristeza se ve con más claridad, tal cual lo contás.
Un abrazo.

lanochedemedianoche dijo...

La noche va de la mano, con la nostalgia y la lluvia, tu prosa es bella y perfecta.
Abrazo

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Me pareció ver una lágrima cayendo hasta el fondo de ese bolsillo azul.

Un abrazo.

Mª Jesús Muñoz dijo...

Buena metáfora de la vida, Maria Rosa. Cuántas veces nos creamos una invención, un ideal que no es real y al paso del tiempo descubrimos, que sólo existía en nuestra mente. Ello nos produce gran decepción, pero al mismo tiempo nos hace crecer y madurar.
Te felicito por la sencillez con que lo has contado, esa camisa azul es lo que queda después, algo entrañable, que nos produjo en su momento bellos sentimientos.
Mi abrazo y mi cariño, amiga.

Meulen dijo...

Un elemento o una prenda que simboliza todo una experiencia de vida...atrapada en el tiempo
y que al parecer nada lo borrará...la vida es una eterna rueda.

Un pueblo, allá lejos.

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