Era un rojo atardecer. El muelle vacío
denunciaba que el viento helado imponía
su soberbia en el ambiente.
Junio y el invierno palpitaban en la piel del mar,
cumpliendo su ciclo de crecer y golpear los muros de la escollera
hasta hacerlos temblar.
Y llegaron ellos; los pájaros.
Tan elegantes y quietos que el gris de su
plumaje brillaba con un tono morado por el reflejo de la luz.
Permanecían imperturbables ante el frío
y el rugido de las olas. Cada uno sobre
los troncos que sostienen el
desembarcadero, quietos, observando el
horizonte que se iba abriendo con un
bermellón de vetas amarillas.
De pronto levantaron vuelo, todos a un
mismo tiempo, como si un llamado los hubiera despertado de su calma y los
llevara a regalar su belleza a otro puerto.
El muelle quedó vació, una extraña
sensación de soledad flotaba en el ambiente, las aves al partir habían
logrado desnudar de belleza el paisaje,
el rojo del cielo se fue transformando en un rosa pálido mientras las nubes
oscuras iban cubriendo el horizonte y el rojo atardecer se transformaba en
noche.
14 comentarios:
Muy hermoso. Un beso
Hay poesía en tus relatos, no lo dudes.
Un abrazo.
Muy lindo, Mariarosa, tu forma de describir el paisaje es maravillosa, me haces volar con tus textos hacia este bello paisaje que siempre nos muestras.
Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.
Una descripción preciosa de ese atardecer.
Un abrazo.
La imagen es muy bonita, pero tus palabras lo adornan mucho más.
A veces no hace falta ver algo en directo, las palabras lo llenan todo.
Un besote.
A través de tu texto se percibe ese bello atardecer y su entorno. Maravillosa descripción.
Es un placer leerte, Rosa.
Enhorabuena
Me gusto el atardecer y la historia. Te mando un beso.
Los atardeceres... Ese periodo de tiempo encantador.
Machado los "pintaba" con los más bellos colores de su poesía.
Bonito cuento. Se viven.
Abrazo Mariarosa.
Buenas, buenas maria rosa!
que belleza de cuento, estableciste una atmosfera poetica que preparo el terreno para los no menos poeticos pajaros.
La llegada de las aves le añadio una capa de gracia al paisaje invernal; me encanto, creaste un cuadro emocional y visualmente impresionante.
Beso y buen inicio de semana
Hermoso amanecer el que pintas con esta prosa que me ha resultado muy poética.
Los pájaros siempre le dan un encanto especial al lugar donde se encuentran, menos las urracas que son una molestia con ese canto tan desagradable que tienen y que por aquí pueblan los parques.
Un abrazo María Rosa y buena semana.
Y pensar que hay algunos malnacidos que los enjaulan y los crían en cautividad.
Hermoso atardecer que los pájaros no quisieron perderse. Preciosa imagen adornando tu corto e intenso cuento.
Buen miércoles Mariarosa.
Un abrazo.
Una narración que desnuda un sentimiento lírico cuando solo basta un giro animal ,para sentir la belleza del mundo natural. Un abrazo. Carlos
Un precioso relato, lleno de preciosas imágenes, lo he disfrutado muchisimo mariarosa, cada imagen cautiva por si sola
Un abrazo
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