Cuando atardecía salí a caminar
para despejar mi mente y olvidar los problemas de un día complicado. Sin saber
cómo, me perdí en el bosque que rodea Carilo, suelen ser tan extensos y
misteriosos que producen miedo, al menos en mi lo producen, al verme tan
pequeña entre su alta y tupida arboleda.
Los pinos besaban el cielo y un
murmullo de hojas cantaba en mi oído, era la brisa que jugaba con ellas. Me
hundía en un blando suelo con restos ocres que olvido el otoño y mi calzado
comenzaba a humedecerse, como si por debajo de ese colchón de hojarascas,
caminara un río invisible. El sol se
perdía entre las ramas y apenas algunos rayos débiles cruzaban en lo alto, y en
medio de tanta soledad mi corazón palpitaba apurado y sin tener motivo. Era una
extraña sensación que me habitaba, era
el aliento del bosque que surgía en esa
hora en que el calor se retira y las
sombras cambian de lugar, solo quedaba brotando desde la humedad del ambiente y
desde los troncos, oscuros de años y vida; un aroma que se adhería a mi pelo y
a mi ropa. Perdí la sensación del tiempo.
Caminaba perdida entre la
inmensidad verde.
El canto de un pájaro
desconocido me trajo a la realidad y barrió esa sensación de incertidumbre que habían producido en mí;
el silencio y la soledad. Vi su aleteo cruzar hasta perderse en la copa de un
ciprés. El olor del ambiente fue cambiando, comprendí que estaba cerca de la
playa, el salobre del mar me dio la seguridad de estar en tierra conocida, hizo
que mi pecho se tranquilizara. Había oscurecido.
No me había equivocado, ya
estaba en la playa, me acerqué hasta el borde del agua, me descalcé y la espuma
helada me obligó a retroceder, respiré hondo, ya me sentía segura.
Escuché un canto que me fue
envolviendo, me deje llevar por el sonido, era un grupo de jóvenes que sentados en la arena, cantaban
alrededor de un fogón improvisado con troncos secos, sus guitarras elevaban una
vieja canción de amor que me despertó una sonrisa, la primera de aquel largo
día.
25 comentarios:
Ese canto del ave supuso una gran tranquilidad...
Un abrazo.
Hay metáforas prendidas en tus palabras, y yo me dejo llevar mas que por el canto del pájaro por el mar, que acuna con sus olas, ilumina con su espuma, y pone hogar y costumbre. Me ha gustado muchisimo. Abrazucos
Muy bello relato te mando un beso
En la tranquilidad de un bosque se viven las mas bellas experiencias. Saludos y abrazo amiga.
Caminar por el bosque nos transmite una calma especial ..es lindo relajante y si pones atención no solo oyes cantar los pajarillos sino hasta los nomos y duendecillos ..
Preciosa entrada ..Un beso y abrazo para estos días especiales de Navidad ..
Bonito paseo. Un Beso
Que bonito Maria Rosa, es un placer leer el diseño de este relato. Un paseo por el bosque con varias sensaciones.
Me encantó.
Un abrazo
El mar y su luminosidad con su brisa refrescante contrasta con el verdor a veces un poco opresivo y sofocante de un bosque,... lo mismo que la ansiedad causada por la inmensidad del mar abierto y su antítesis,... la seguridad que proporciona la frondosidad de un bosque...
Qué preciosidad María Rosa. Tu historia es para leerla, y también para releerla y ver entre líneas. Y es... una auténtica maravilla, como todo lo que compartes. Un beso muy fuerte y que este nuevo año te traiga esa calma.
Yo también estaría inquieta, si caminara por un bosque solitario. la confianza se gana en espacios abiertos y viendo como hay gentes por ahí, que te ofrecens seguridad.
Te deseo mucha Felicidad en este año, que dentro de unos días va a comenzar.
Besos
Un bosque siempre relaja y te da paz.Te mando un beso
Cuando algo no va sal a darte una vuelta y vas a encontrar la paz y la armonía en el bosque misterioso.
Un feliz Año 2020.
Un bonito relato con un final natural... Todas esas sensaciones, las hemos vivido en alguna ocasión.
Abrazo Mariarosa.
Saludos estimada
Ya ve uno que más de las veces necesita el respirar con unión a lo que siempre estamos conectadas como en la Tierra y en ello toda la vida natural y humana que se revela y que hace ese conjunto para sopesar y soportar esos agrios momentos y darnos cuenta de una belleza que nace desde un mismo para crecernos y fortalecernos como seres humanos.
IGUAL AGRADECERTE POR TU ACOMPAÑAR DE SIEMPRE Y EN ELLO TENGAS MIS MEJORES PARABIENES EN EL AÑO QUE YA SE INICIA PRONTO.
GRACIAS por compartir tanta belleza de palabras verdaderas!
Feliz 2020!!
Una hermosa prosa poética y muy bien reflejados los sentimientos de la protagonista.
Hace tanto que no voy a Cariló, qué lugar encantador, habrá cambiado mucho.
Que tengas un feliz fin de año y mis mejores augurios para el 2020.
Un gran abrazo, Mariarosa.
gracias por tu mensaje, msaludos, feliz año...!
Precioso paseo por la naturaleza Mariarosa.
Te deseo un buen 2020. Feliz Año Nuevo y muchas ganas de seguir compartiendo.
Un abrazo.
Te mando un beso y te deseo un feliz año.
¡¡MUY FELIZ AÑO NUEVO!!
ABRAZO
Me gustó dar ese paseo, junto a tu protagonista. Espero que el año 2020 esté amenizado con cantos de amor, que se mezclen con los de las aves, como tu historia.
Feliz año nuevo. Que venga excelente para ti en todos aspectos.
Un fuerte abrazo.
Encontró lo que necesitaba, en el paseo, en las aves y en esa música.
Un abrazo.
Que tengas un buen año.
Igualmente mis mejores deseos para ti.
Abrazo Mariarosa.
María Rosa, feliz año nuevo para ti y los tuyos. Un abrazo
Un placer acompañar al protagonista de ese paseo tan bien narrado. Siempre es un placer leerte. Un abrazo.
Un cuento, entre prosa poética y narrativa, que se ensalmó. Un abrazo. Carlos
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