Era española, oriunda de la Coruña,
Galicia. Me hablaba de su pueblo, sus calles y la plaza, dónde cada día iba a
buscar agua de una fuente.
—Abuela ya no se saca agua de las fuentes
—le decía— hay agua corriente en las casas de España.
Ella no me creía, atesoraba en su memoria
aquellos recuerdos y creía que así era en la actualidad.
Y me
hablaba de sus primas y de sus hermanos a los que conocí, algunos por
fotos, a otros porque se radicaron en
Buenos Aires.
Con paciencia aprendió a leer y escribir
sola, fue autodidacta total. Trabajadora hasta quedar
sin aliento. La recuerdo sentada en el patio de su casa, tejiendo o planchando
para sus vecinas que le pagaban muy poco, pero ella lo hacía con placer. Eran
los momentos en los que me contaba historias que yo escuchaba muy atenta, las
mismas que con los años se transformaron en cuentos. Vivía sola por decisión
propia, no aceptaba vivir con los hijos. Para ella lo importante era la
limpieza. No le gustaba cocinar, una vez la encontré con un malestar terrible, estaba pálida y con dolor
de cabeza. Como conocía sus costumbres,
le pregunté:
—¿Abuela que comiste?
—Un churrasquito.
—¿Y qué más?
—Papas y huevos fritos— respondió y agregó
al ver mi gesto:
— ¡No tenía otra cosa en casa y no quise
salir a comprar!
—¿Y por qué no preparaste, papas y huevos
hervidos?
—¡¡No me jodas, así no me gustan!!
Era mi abuela. Pequeña, inquieta y con un carácter terrible,
así decían sus hijos, recordando los coscorrones de la infancia. Para mi hermano y para mí fue siempre dulce.
María del Carmen Castro partió en
primavera, un 28 de Noviembre, me dejó su ejemplo de trabajo y sus recuerdos de
una España que ya no existe.
18 comentarios:
Buen recuerdo conserves, testimonio de otra forma de vivir, de otras tierras.
Besos.
Bonitos recuerdos de otra època
Un beso
Hi, beautiful memories of your dear grandmother. Thoughts and prayers for her always.
Te dejó una herencia de valores humanos. Por eso, la recuerdas gratamente en este relato. Un abrazo. Carlos
Es curioso pero recuerdo el tener que ir, de pequeño, a la fuente a buscar agua en mi pueblo.
Un abrazo en la tarde.
Que bonito poder haber vivido cerca de la abuela, sus enseñanzas no se pueden pagar, y el cariño que desprende nos acompaña toda la vida. Un relato maravilloso. Abrazos
Te dejó mucho Mariarosa. Esos recuerdos que nos compartes los vives cada vez que te afloran.
Buena semana.
Un abrazo.
Yo también tuve una abuela así, María Rosa, una abuela para jun feliz recuerdo de, efectivamente, una España que ya no existe.
Precioso relato, entrañable, como todo lo que escribes.
Feliz noche.
Qué lindos recuerdos, en mi pueblo hasta el 73 más menos , no se puso el agua dentro de la casas, y en verano los tres meses que me pasaba con mis abuelos, iba cada dia una vez por la mañana y otra al anochecer a llenar los botijos y las tinajas para el uso del dia siguiente, qué recuerdos y bellos de verdad.
Un besazo grande.
Hoy no te pregunto, Rosa!!! Lo tengo claro... :)
Quién no tiene recuerdos similares???!!! Antepasados que marcaron nuestra niñez y adolescencia. Seres queridos de aquella época en la qaue "estábamos todos"
Debo de reconocer que a mi me gusta mirar al futuro, que es como un pastelito que me llama para devorarlo. Pero el pasado está lleno de momentos entrañables (también duros y muy duros), y eso hace que rememorar el pasado sea una experiencia muy especial.
Me ha gustado leerte, Rosa. Como siempre!!! Porque hice de tusentir, mi sentir; de tus recuerdos, mis recuerdos. Y sonréi a la vida!!!
Un enorme abrazo, querida amiga!ª!
Las abuelas sin dudas nos dejan huellas imborrables , por lo entregado , por lo recibido...
Un lindo homenaje.
Abrazos.
Bella historia las abuelas siempre son un tesoro. Te mando un beso.
Mis abuelas, con las que conviví largas temporadas en sus casas, Ibiza y Galicia, no salieron nunca del país, pero mi bisabuela sí.
Partió para Argentina al quedarse viuda. La acompañaron cinco de sus seis hijos. El pequño, mi abuelo, se quedó. Nunca volvió ningun de ellos.
Si bien una fotografía suya la pinta serena, y hasta dulce, cabe pensar que mujeres que emigraron a países lejanos, estuviesen hechas de cierto carácter.
Abrazos Mariarosa.
"no me jodas" jajaja se habia mimetizado perfectamente bien con su nueva tierra, la abu :)
es muy lindo tu recuerdo, entrañables memorias nos sobrevuelan de ellas.
Besos, feliz noche!
Qué bonito María Rosa, Galicia es además una tierra muy mágica, donde existen mujeres muy fuertes, como tu abuela. Besos preciosa :D
Preciosos recuerdo. Mis abuelos también se fueron a Cuba, pero se volvieron pa España
cuando mi padre tenía ocho años, y era él, el que me contaba lo que recordaba de aquellos tiempos de niño.
Un relato encantador que me ha encantado leer.
Un abrazo M. Rosa.
Bello recuerdo.
Mientras se las siga recordando, esa España y tu abuela, seguirán existiendo.
Saludos,
J.
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