miércoles

Azules y verdes.


 

 No es que yo odiara a Sanguinetti,  me incomodaba su forma de observarme cada vez que nos cruzábamos en la calle. Posaba sus ojos burlones sobre mí y luego  sobre mi mujer, a ella la besaba con solo mirarla, leía en ellos un deseo oscuro. Sanguinetti vivía en un edificio frente al nuestro, la calle era tan angosta que lograba que su ventana y la mía se enfrentaran.

Lo descubrí acechando mis movimientos, pero creo que vigilaba a mi esposa. Extrañamente él desaparecía de su departamento en las horas en que ella no estaba en casa.

Investigué  a  Sanguinetti, descubrí que era espía de la organización azul, su trabajo era denunciar a los individuos que en la ciudad se movían de forma sospechosa o tenían relación con los verdes. 

Azules y verdes son enemigos acérrimos, los dos luchan por tener el control del país.

Los azules son hombres que intentan dejar de ser comunes, desean lograr un régimen que domine a las personas. Al entrar en el gran sistema, les lavan el cerebro, los transformaban, mediante drogas, en seres violentos, imaginan que su inteligencia supera a los demás. 

 

Los gritos rasgaron al sol, bajaron por la calle alquitranada y pegajosa, llegaron hasta mi ventana, abrieron las cortinas y me golpearon el pecho; eran ellos. Detrás del cristal los vi, habían tomado el departamento de Sanguinetti. Cucarachas verdes, armadas hasta los dientes, intimidaban el aire con  sus voces de mando; elevándose en la mañana  que recién abría los ojos. Cucarachas, así los llamaba el pueblo, bichos verdes entrando veloces en las viviendas y arrastrando a sus habitantes, denunciados por rebeldes.

 

Reflexioné mucho antes de escupir todo lo que sabía de él. Al fin lo denuncié a Sanguinetti, sí, lo denuncié. Nadie va a lamentarlo, tal vez mi mujer, puede que ella lo eche en falta. Era uno más en la cadena de siervos de la organización azul, uno más que se creía importante.

Esta vez se invirtieron los papeles, lo denuncié primero. Ahora soy yo; el superior. Decidí integrar  la organización de los verdes.

Analizo e investigo  a cada sospechoso que pueda ser un azul en potencia, y cuando lo encuentro; lo denuncio. 

Debo hacer meritos para despertar la admiración de mis superiores, deben valorar quién soy en realidad, un tipo rápido y sumamente bueno en lo suyo. Al entrar en el gran sistema, he cambiado, me he transformado en especialista en reconocer hasta por el olor a un rebelde y según dice mi mujer;  me he convertido en una cucaracha verde,

 

 

 

25 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Muy impresionante y real. Un beso

Carmen Silza dijo...

Tan real como la vida misma. Un abrazo.

Campirela_ dijo...

En definitiva ambos colores luchan por lo mismo por asumir el control de los demás.
Un buen cuento, que por desgracia es la vida misma.
Un besazo.

Mª Jesús Muñoz dijo...

Impactante, intrigante y muy real, M.Rosa...El mundo está dominado por grupos, sectas y alianzas de poder que destruyen a los demás sin miramientos...La falta de valores humanos ha creado "seres extraños y dañinos". Una pena, amiga.
Mi felicitación y mi abrazo entrañable por tu buen hacer, compañera-amiga de letras.

ETF dijo...

Me parece muy real, María Rosa, como si lo hubiera vivido en mis años más infantiles y hasta juveniles. La mitad del mundo vive así, es decir, la mitad es verde y la otra azul.
Buen texto.
Feliz miércoles

Rafael dijo...

Es como mirar a un espejo y vernos y ver lo que nos rodea.
Un abrazo.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

El cuento me ha puesto en ese terreno de EL proceso, una de las novelas tenebrosas de esos regímenes totalitarios y despóticos. Una lección: la ambición del poder, no para lo humano y fraterno, sino para el expolio y el mando desde la delación y se intuye la tortura. UN abrazo. Carlos

Elda dijo...

Estupendo relato. La verdad que bastante similar a las políticas de los países, siempre tratando de pisarse unos a otros, y cuando cogen el mando, se agarran a él como garrapatas.
Muy genial como siempre tus historias M. Rosa.
Un abrazo y buen día.

María Pilar dijo...

Un relato que da para pensar, Rosa. Qué rápido se corrompe una persona y en adelante orgulloso se dedicará a delatar, denunciar antes de ser denunciado… Parece una utopía que nos deja perplejos cuando sabemos que se da en la sociedad real. Se te encoge el alma.
Un abrazo, Rosa.

Emilio Muñoz dijo...

Tu relato es un relato denuncia, un relato donde no hay buenos, solo malos.

Tengo que confesarte que hubo un tiempo en que yo creí que las algunas revoluciones estaban justificadas para echar del poder a dictadores y totalitarios. Luego descubrí que solo hay una revolución que puede (solo "puede") tener éxito: la pacífica promovida por la concienciación de un pueblo y su fe inquebrantable en la paz y en la democracia.

Después comprobé que las revoluciones más exitosas, las violentas, se mantienen en el poder haciendo lo mismo que hacían para derrocar al régimen anterior: usando la violencia y abusando de la intolerancia, la manipulación y las herramientas dictatoriales. Fue una enorme decepción...

Así que compruebo que el mundo sigue siendo igual: un enfrentamiento intolerante y violento entre verdes y azules. O entre otros dos colores, que el color es lo de menos. La realidad es que el ser humano ha nacido para la violencia y el autoritarismo, algo que vive en todas las sociedades, incluso en las democráticas. En mayor o menor grado, pero pervive sin remedio...

Un fantástico relato, Rosa. Como siempre...

Un enorme abrazo, querida amiga!!!

Nocturno Náufrago dijo...

Muchos pueblos, entre los que nos encontramos los argentinos, sabemos de esos manejos.
Una triste realidad muy bien relatada por vos.
Un abrazo.

Ester dijo...

impresiona cuando lo trasladas a colores neutros, cuando casi les pones cara, un drama cuando es real, un gran trabajo cuando es literario. Abrazos

J.P. Alexander dijo...

Genial relato me sorprendió el final Te mando un beso.

Vicky Cahyagi dijo...

Great article and inspirative. I followed your blog now. Thx

Bertha dijo...

Una cucaracha verde, con esas ansias de notoriedad no me extraña...
Un relato pero no menos real como la vida mísma, de esos individuos estamos infectados.
Un abrazo Mariarosa

Laura. M dijo...

Azules y verdes a la par por ver quién tiene más poder. Seguirá siendo así.
Buen jueves.
Un abrazo.

Hada de las Rosas dijo...

Se convirtio en lo que combatia?
Me gusto esta historia un tanto surrealista y de clima tenso y asfixiante.
Es muy diferente a las otras de tu cosecha.
Un beso muy grande y hasta luego, feliz noche otoñal a pleno.

Jorge M dijo...

Un relato metafórico que refleja la realidad misma, con grupos enloquecidos por el control en cada decisión, muy original relato, abrazo amiga

Margarita HP dijo...

Como la vida misma, amiga mía. Buenísimo. Besos :D

retazosmios dijo...

Así se cambian la chaqueta y se integran dependiendo de que parte sople el viento.
Un relato que no deja de ser una penosa realidad de este cruel y sanguinario mundo.
Un fuerte abrazo Margarita y feliz fin de semana.

José A. García dijo...

"A Gran Hermano le ha gustado tu texto"
Es muy bueno y a la vez tan real, aunque no lo parezca del todo. Siempre nos están vigilando o estamos vigilando a alguien más.

Saludos,
J.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

A lo que llegó por sus celos.
Algo que tal vez tenga influencia e la confrontación por el poder.
Un abrazo.

Frases Bonitas dijo...

Wow que triste historia.

Rajani Rehana dijo...

Please read my post

J. S. Vila dijo...

Pero si se trata de un relato corto interesante. Trabajado con esmero.

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