viernes

La barca y el pescador.


 

Duerme la barca  a un costado de la playa, huele a pescado su madera vieja, la visitan las gaviotas que le cuentan historias que traen de otros lares  y entre el murmullo, y el picoteo de las aves buscando restos de peces y  el rumor  de  sus alas,  se va quedando dormida.

Al anochecer,  las rudas manos del pescador la quitan de su ensueño. Hay que trabajar, le dice, mientras acomoda las redes y le canta en un dialecto extraño, que ella no entiende, pero le gusta  oír,  mientras van entrando  al mar. El vaivén del océano la mece, revive su cuerpo  sumado de años donde la vida y el mar dejaron sus huellas.

A veces intenta recordar  aquel bosque donde nació, cuando era un árbol alto y fuerte, y pretendía crecer  para llegar al sol, las imágenes se pierden, vienen y se van, son siempre las misma, las que han quedado retratadas en su memoria frágil de barca vieja.

Es feliz, sabe que es útil, que renace cuando mira de soslayo el dorado del amanecer que anuncia que la tarea fue cumplida.  Al regresar cargada de peces, el pescador le habla, le agradece mientras va llenando los cajones que luego partirán al mercado, cuando se cansa de hablar, comienza    la misma canción que sólo él entiende, mientras ella se duerme abrazada por el sol.

19 comentarios:

Rafael dijo...

Esas conversaciones que recibe la barca de las gaviotas, del mar, del pescador... Encantador.
Un abrazo.

Mª Jesús Muñoz dijo...

María Rosa, tu relato de prosa poética es todo un homenaje a la naturaleza, aquel árbol, que dio forma a la barca y que ahora escucha a las gaviotas y al pescador. Ella los arrulla como una madre y les da casa, cobijo y transporte para la vida. Hermosa personificación entrañable y llena de magia. Te felicito por la entrega y amor que has puesto en las letras, amiga.
Mi felicitación y mi abrazo admirado.

Ester dijo...

Se lo que es apreciar a una barca. tenerle cariño y dedicarle cuidados, una barca es mucho mas de lo que se ve y tu has sabido darle forma a esos sentimientos. Un abrazo grandote y marinero

eli mendez dijo...

Hola Mariarosa. Cuanta ternura desprende este relato y cuan real que lo podemos visualizar, sobre todo en mi ciudad , repleta de esas barcas de pescadores.
Verdad que se da una especie de comunión entre la barca y el pescador, un poco así como su hogar, su sustento, y también el placer de navegar y disfrutar de ese sol que abraza como un enamorado a la barcaza. Has encontrado frases preciosas para llevarnos a ese escenario. Una belleza.
Te dejo un enlace de un nuevo sitio que abrí para compartir entradas de distintos blogueros una cada dia y de alguna manera llenar el alma y el espíritu de bonitas sensaciones.

https://eli59elgristambienexiste.blogspot.com/
Estas invitada si gustas ver de que se trata.
Te dejo un abrazo grande y feliz noche de BSAs.

Mi nombre es Mucha dijo...

Me llega lo que has escrito te ha salido del alma
gracias por compartir la belleza de tus sentimientos

J.P. Alexander dijo...

Me gusto la historia desde el punto de vista de la barca fue genial Te mando un beso

Meulen dijo...

Cuanto uno debe reaprender cada día, somos como ese tronco salido del bosque de la gran creación de Dios y vamos por el vaivén de la vida, junto a otros,
y en servicio , una misión que a veces a muchos cuesta como mochila o maleta sobre el hombro y sin embargo hemos de ser esa barca, que espera cada día servir al otro, donándose y solo ser auténtico con cada nuevo amanecer y soñar su eternidad frente a los ojos divinos...

Me encanto este relato!

Un abrazo grande!

Elda dijo...

Que sutil y encantador cuento, contado con la magia de tu pluma le vas dando a esa barca un sentimiento de dulce nostalgia. Una similitud tan hermosa como el recorrido del ser humano en la vida.
Una prosa tan preciosa, que la he disfrutado mucho.
Me ha encantado María Rosa.
Un abrazo y buen fin de semana.

Ernesto. dijo...

Enternecedor relato de dos "personajes" que comparten vida y experiencias...

Muy próximos ambos a quién nació a la orilla del mar. De ambos tengo recuerdos como los descritos. Un placer haberlos traído hoy al presente.

Abrazo Mariarosa.

Joaquín Galán dijo...

Forman una bella apareja ese pescador y su barca con alma.Siempre supe que las cosas también tienen su alma particular que enternece a menudo la nuestra. En tu bello relato se puede ver con claridad.

Abrazo,María Rosa.

Susana Moreno dijo...

Muy poético. Un beso

Juan L. Trujillo dijo...

Mucha poesía en tu relato y mucho sentimiento. Nada más triste que una barca varada, siempre que las veo pienso en todas las historias que nos podrían contar sus desmadejados huesos.
Besos.

Margarita HP dijo...

Me parece realmente precioso amiga mia. Qué bonito, es como un cuento que te va meciendo, como esa canción que el pescador canta. Besos :D

Sandra Figueroa dijo...

Es precioso este relato amiga, me sentí mecida por las olas al leer e imaginar.... Me encanto. Saludos.

Jorge M dijo...

Muy lindo relato, con tu ya característica creatividad e inspiración, eres genial con los relatos.
Este maneja una calma que te hace soñar, a orillas del mar, una barca con tantas historias, como la vida misma.
Un abrazo mariarosa, se feliz

Hada de las Rosas dijo...

Dorados recuerdos, mecidos por la
nostalgia y el rio.
Tus historias me encantan, y la anterior fue excelente,
de un terror pavoroso... mamma mia! la
relei porque queria volver a sentir esa sensacion;
esta
realmente buenisima.
Besos, buen inicio de semana.

José Luis Asensi dijo...

Precioso relato personalizado en esa barca que existe para servir al buen fin del pescador y su pescado. Tu relato despierta sensaciones de madera, de bosque, de mar... A través de esa vieja y entrañable barca.
Un placer leerte.
Abrazos María Rosa.

Contratar a Pablo Granados dijo...

Excelente relato, muchas gracias por compartirlo

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Texto en prosa poética, con un bella nostalgia de la madera de la barca, cuando era árol, y hacía parte de un boque. UN abrazo. Carlos

Hasta pronto...

 Sean felices. Por un tiempo me tomaré un descanso. Les deseo lo mejor, bendiciones para todos. Maria Rosa.