lunes

El espejo.








El espejo reflejó su imagen, se miró largamente, como quien busca en un viejo cajón, algún tesoro olvidado, que lo rescate del aburrimiento.
Le sorprendió la sonrisa de la mujer en el cristal y  sus ojos pequeños, era ella, pero era otra. ¿Y la que yo tengo en mi mente dónde está? Preguntó. La mujer del espejo, lentamente, llevó su mano al rostro y quitó una piel, una máscara. Nuevamente era su imagen, pero  de hace varios años, menos arrugas, las primeras canas se asomaban curiosas, no es la que recuerdo, le dijo. La mujer repitió el gesto y volvió a quitar otra máscara. Apareció otra cara,  pelo oscuro y sin tintes, el ovalo de su rostro era otro, la piel fresca, sin embargo no era la que ella esperaba. Realizó un movimiento negativo con la cabeza  y la mujer del espejo quedó pensativa, de pronto sonrió y 
renovó el gesto anterior. Un juego de colores como un calidoscopio apareció en el espejo, ella dio un paso atrás y ante su asombro, apareció la que ella  recordaba,  la que fue el principio de la que es hoy.
La que creía que la vida era un juego y  recorría el patio a los saltos en un solo pie, la que le contaba  sueños a la luna, para que  los hiciera realidad, aquella a las que las mariposas le caminaban por la mano, la que imaginaba que el parque de su casa era una selva y los conejos leones y los gorriones,  cóndores al acecho. La del flequillo y la melena corta, la de los ojos grandes y los dientes torcidos. ¿Dónde estás?, le preguntó. No respondió, pero antes de esfumarse como una voluta de humo, sonrió fresca y feliz y la señaló.


24 comentarios:

Sara O. Durán dijo...

Casi irreconocibles conforme vamos viviendo.
Besos.

Campirela_ dijo...


El espejo nos dice mucho de nosotros , es el reflejo de lo que somos y conforme nos vamos alejando de él , nos volvemos más pequeños más jóvenes , él nos dice lo que fuimos en tiempo atrás y por alguna razón no quiere que lo olvidemos.
Muy bonito relato .
Un abrazo feliz noche.

Rafael dijo...

Siempre se puede aprender del reflejo...
Un abrazo.

María Pilar dijo...

Qué precioso encuentro con esa niña que llevamos dentro.
Esa sonrisa fresca y feliz que nos señala antes de esfumarse del espejo tiene tanta fuerza, tanta emotividad y nostalgia que nos emociona y se queda flotando en nuestra mente aún después de terminada la lectura.

Felicidades, María Rosa.
Un abrazo.

Ernesto. dijo...

Un relato entretenido y cargado de humanidad.

Reconozco no haberme mirado nunca en ese espejo, o por lo menos no lo recuerdo... Y no creo que de aquí en adelante vaya a hacerlo. Pero comprendo que el espejo está ahí... y reflejará la imagen de quien se ponga frente a él.

Abrazos Mariarosa.

Susana dijo...

Ojalá nunca olvidemos esa imagen. Un beso

el oso dijo...

Qué buena imagen, por favor!
Encontrarse en quien casi ya no se reconoce no es fantasía, es un descubrimiento.
Besos

Flor dijo...

Hola María Rosa , una bonita foto ... La verdad es que muchas veces nos vemos en viejas fotografías y en ellas siempre estaremos jóvenes ya que en ellas nunca envejeceremos , me a gustado mucho , te deseo una feliz tarde besos de flor.

Kasioles dijo...

Menos mal que, como nos vemos todos los días, sin darnos cuenta vamos aceptando nuestros cambios ¿Te imaginas si de golpe y porrazo nos mirásemos dando un salto desde la juventud a la edad actual?
Seguro que yo ni me atrevería a abrir los ojos por temor a un infarto producido por el susto.
Si algún día llegas a ir a Galicia, comprenderías más de cerca las bonitas historias que te contaba tu abuela, es una tierra que tiene imán y sus gentes con hospitalarias y encantadoras, así, como lo era tu abuela.
Cariños.
kasioles

Adelina dijo...

Qué preciosidad de relato, me ha gustado mucho y es muy original.

Un beso grande.

Rafa Hernández dijo...

Quien no se quiere mirar mucho al espejo es no querer aceptar ni la realidad ni el paso de los años, y eso no es nada bueno.

Besos.

Mirella S. dijo...

Un relato precioso en el que la protagonista manifiesta de un modo poético la dificultad de ver los cambios que la vida y la edad van dejando en su aspecto.
Creo que con la que siempre nos reconocemos es con la imagen de la infancia, sobre todo cuando miramos una foto y la inocencia de esa época nos sonríe.
Besos, Mariarosa, me encantó el texto.

Margarita HP dijo...

Qué bonito María Rosa, que forma más hermosa de relatar el viaje por toda una vida y a la vez, encontrar esa niña interior. Qué más da la arruga en el rostro o la cana en el pelo, si el brillo travieso sigue reinando en la mirada.
Muchos besos :D

Maru dijo...

Y que siempre sea así, que la niña que fuimos siga alegrando nuestra vida, siga alentando nuestras percepciones y esperanzas, que tiña de colores nuestra realidad para seguir adelante con la sonrisa, con las risas...un abrazo.

Luján Fraix dijo...

Qué bello María Rosa.
Que nunca se apague el brillo de esa niña que llevamos dentro porque está... tiene que estar porque forma parte de nuestro historial de vida.
Precioso amiga.
Un beso.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

El tiempo añeja, y más si hay desdichas. Que buen juego, como quitándole capaz a una cebolla, para llegar a su naturaleza u origen. Un abrazo. carlos

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Corrección:... quitándole capas a una cebolla

Sandra Figueroa dijo...

Magnifico relato ... de vez en cuando hay que mirarnos al espejo y encontrarnos con aquella que fuimos y que somos......me encanto leerte ... saluos

Antoni dijo...

El espejo, un objeto místico y maravilloso. Celebro que te haya servido como inspiración, porque el relato no tiene desperdicio.
Realmente la vida es así, todo un ciclo.

¡SALUDOS!

J.P. Alexander dijo...

Uy aveces un espejo o una foro nos lleva al pasado . Te mando un beso

El Baile de Norte dijo...

Y es que es tan difícil recuperar aquello que fuimos,... el origen de todo esto que ahora somos,... y a veces se parece tan poco que ... es irreconocible. Me ha encantado!

Meulen dijo...

Es tan cierto eso que nunca debemos olvidar
la niña que tenemos dentro y que nos permite
seguir imaginando, seguir reinventando la fantasía
y con ello se da fruto a la nueva creación...

Un abrazo.

José A. García dijo...

Nos hemos acostumbrado a que la mayor parte de los días no somos más que máscaras de nosotros mismos.
Y nadie hace nada al respecto.
Yo no hago nada al respecto.
Recordar es más doloroso.

Saludos,

J.

lanochedemedianoche dijo...

María Rosa, que bello lo narras tal cual nos dice el espejo en ese reflejo que no podemos encontrar, esta lejano y perdido, pero Vive aun dentro de nuestro ser espiritual de cada día.
Abrazo

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