Esa mañana se había despertado
más temprano que nunca en un sábado. La emoción de volver a estar junto a ella
lo embargaba de emoción.
Veinte años desde aquel día en
que habían discutido por una tontería, ya ni recordaba el motivo, dejaron de
verse y sin embargo al encontrarla y volver a verla, en su corazón escuchó el
mismo golpeteo de aquellos años. La llamó:
-Ana…
Ella se volvió y se quedaron como
dos tontos mirándose, estaban solos en la calle, o creían estarlo, el mundo se
había detenido, los pájaros desde un jacaranda, los observaban curiosos, comenzaron
las preguntas, de pronto, la realidad los despertó, una humanidad apurada,
corriendo a su trabajo, a sus compras, los empujaban, fue ella la que dijo:
-¿El sábado, en la confitería de
siempre a las 18 Hs?
Él asintió con la cabeza, no le
salían las palabras, la vio alejarse junto con el mundo apurado que poblaba la
mañana.
Llegó temprano, la mesa que
siempre elegían estaba desocupada, pensó que era un buen augurio. Ella llegó
unos minutos tarde, no había cambiado. Comenzaron a hablar, mejor dicho, ella desgranaba
su vida, estaba hermosa, elegante, pero no era la misma, no pudo comprender qué
sucedía, a medida que ella hablaba, él sentía una puntada en el pecho, ya no
era el golpeteo de la emoción, era una angustia de entender que aquella Ana y
está era diferentes.
Durante el tiempo que estuvieron
juntos, solo ella habló, su único tema fue su divorcio, el dinero que consiguió
con la separación, las casas a su nombre, sus autos…en ningún momento le
preguntó por su vida.
Él la escuchaba, tratando de
descubrir en ella a la mujer que había amado, y que no estaba allí.
Se despidieron, ella intentó un
nuevo encuentro, pero él, nada dijo.
Mientras se alejaba, no pudo
evitar las lágrimas, la angustia le cerraba la garganta, se detuvo en una
vidriera y se vio reflejado, ella también se habría desilusionado, su pelo gris,
sus kilos de más, le decían que los años no habían pasado en vano, él, perdió
su elegancia, sólo guardaba intacta su ternura, sus sueños, su manera de ver la
vida.
11 comentarios:
Todo en esta vida tiene su momento, la prueba es este texto, un Amor en un encuentro casual , cuando comienzan hablar ambos descubren que son diferentes personas.
El Amor como las personas la vida nos cambia y ese Amor del pasado se quedó allí en su pasado.
Un abrazo y besotes
Hola María Rosa!
¡Qué gusto que hayas retronado! Siempre es muy grato leer tus historias.
En este caso, me parece, el titulo lo resume todo. "Cambia, todo cambia"
Pasa la vida y vamos cambiando, ya no somos como cuando éramos jóvenes...aunque muchos y muchas conservamos nuestra esencia.
Tal parece, no pasó eso con Ana
Va mi abrazo
¡Disfruta del domingo!
Son los tiempos de la vida y sus resacas... (Ya extrañaba tus relatos. Gracias.)
Un abrazo.
La esencia no cambia,solo es cosa de tomar el tiempo para darse cuenta,sin duda los acontecimientos de la vida misma va pintando diferentes matices,mas la base siempre estara intacta.Tambien hay amores que pasan pero es solo eso...pasan una sola vez.Un abrazo grande!
Una historia que nos deja una tristeza...Todo cambia y evoluciona, porque todo esta en movimiento y vamos madurando...Y ellos se quedaron en el pasado, porque el presente no les pertenece, ya no se reconocen...Muy buena, María Rosa.
Mi abrazo entrañable y feliz última semana de mayo.
Lo mejor es no volver a verse nunca mas :D
Que alegria volver a leerte, se noto mucho tu falta!
Te mando un besote
A él le quedaba lo mejor, y ella cambió para peor con lo cual, mejor dejar el pasado como se quedó.
Hermoso relato y como siempre un placer volver a leerte.
Un abrazo María Rosa. 🤗
Idealizaron el amor pero este les dio una lección. Suele pasar cuando la juventud es pasado.
Al parecer el conservó lo más valioso. Ella probablemente este debajo de cuanto se puso encima. El tiempo pasa y la vida cambia. Me gusta tu relato y me alegra verte de vuelta!
Abrazos!!
Sin duda que todo cambia. Unas más otras menos. Unas con consecuencias inesperadas, otras agradables. ¡La vida!
Dicho esto, el relato es entretenido. Y encierra las lecciones que cada uno sepa descifrar para sí.
Abrazo. Y bienvenida!
Es como dice la canción:
"Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo
Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño"
Sorprende que se hayan reconocido.
Saludos,
J.
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