Me lleva la memoria a las historias que mi padre
y mi abuela me contaban de un Buenos
Aires que ya no existe o tal vez nunca existió, ya que los dos gozaban de una
imaginación prodigiosa y lograban que viviera hechizada por sus relatos.
Guardo en la memoria algunos personajes que por amor se quitaban la
vida, como aquel chofer de una empresa importante que al descubrir el engaño de
su esposa, fue al garaje donde guardaba
el coche y de un escopetazo se quitó la vida.
Pero no todo era drama, también estaban los
amores escondidos que siempre hallaban un rincón oscuro donde encontrarse y disfrutar
del encuentro, siempre y cuando algún comedido no avisara a la
esposa o al marido engañados y allí se
producía el escándalo digno de una
zarzuela en el teatro Avenida. Se cruzaban palabrotas, gritos y sentencias de
castigo que nunca se cumplían y
terminado el escándalo cada uno regresaba a su casa llevando a empujones al adultero/a y allí, entre lágrimas y arrepentimiento, llegaba el perdón y todo volvía a la
normalidad, mientras al día siguiente
los vecinos hacía comidilla del suceso.
Muchas cosas han cambiado, otras siguen igual
con otros nombres más elegantes. Las casas con patio y parral ya no existen, los
bailes en los clubes de barrio; se perdieron en la vuelta de alguna esquina sin ochaba, las
serenatas de los muchachos a la más
linda de la cuadra, es un recuerdo perdido en la nebulosa del ayer y según
contaba mi abuela era un buen momento, la agasajada salía al balcón y si no
había balcón a la puerta, invitaba a los cantores con algo fresco y luego la
muchachada se iba a cantarle a otra hermosa niña del barrio y en esos encuentros
de guitarra y canciones nacía algún que otro romance..
Recuerdos de un tiempo perdido, que mientras
alguien escriba sobre ellos, renacen de
nuevo, aunque nunca logre descifrar ciertas costumbres ni formas de vida que me
parecen de otro mundo, fueron una realidad y hoy van camino al olvido.
18 comentarios:
lindo relato te mando un beso.
Bellos recuerdos rescatados en tus letras...
Un abrazo.
Todo tiempo tiene su encanto. Un beso
Recordar es bonito, generalmente recordamos mejor lo bueno o lo pintamos bonito nosotros en nuestra memoria. El pasado tiene su encanto en el vivían nuestros padres. Un abrazuco
Aunque a veces creamos que la vida ha cambiado mucho no lo ceas, en esos menesteres que nos cuentas sigue siendo un poco igual, pero más moderno.
La vida en respecto al amor y las formas amatorias , no ha evolucionado tanto otra cosa es que se diga.
Un besote grande.
Esos tiempos perdidos que forman parte de nosotros hasta la raíz. Qué hermosa entrada amiga mia. Besos :D
Hola, Rosa, qué bellos nos parecen los enamoramientos de entonces. Tal vez la nostalgia nos los haga ver con los ojos del ayer que ya no volverá. Forman parte de lo que hoy somos y a mí, como veo que también a ti, me inspiran para escribir.
Un beso.
No dejemos nunca de hablar de ellos, María Rosa, mientras lo hagamos y de forma tan nostálgica y bella como tú lo haces, esos lugares siempre estarán en nuestra memoria y entre nosotros.
Un abrazo de antaño.
Buenas noches, querida amiga, como estas!
es encantador tu recuerdo o tu añoranza de hoy; Buenos Aires posee ese ambiente bucolico que mantiene vivas esas leyendas. Amores desairados o truncos, fantasmas tristes que hacen sonar campanas, luchas patrioticas, accidentes... Buenos Aires es recuerdo, es historia, es tradiciones y relatos, en fin es un sitio nostalgico que adoro con el alma.
Te mando muchos abrazos y besos.
Cierto ese ayer ¿perdido?...
Puede que no esté vigente hoy, ni, en cierta medida, fuese conveniente. Cada época, cada generación, cada persona, vive sus momentos.
Que hoy puedas recrearlos en el recuerdo, y compartirlos con otros de "entonces", un regalo!
Bonito repaso y muy natural.
Abrazo Mariarosa.
Nos hace bien rememorar tiempos pasados que conocimos y hemos vivido. cuantos buenos recuerdos hay en ellos y muy buenos. Buenos saludos le haces a ese ayer perdido.
Buen fin de semana Mariarosa.
Un abrazo.
Nostálgico y bonito relato costumbrista.
En localidades pequeñas aún quedan casas "chorizo", con zaguán y patios con parral.
¡Bellísimas!
Es importante seguir transmitiendo de generación en generación como ha sido el pasado, con sus tradiciones y costumbres.
Es muy importante para entender y valorar el presente que también en algún momento será pasado.
Abrazo María Rosa
A veces solo cambia el nombre, pero la vida es la misma con sus fauces y entresijos.
Un placer leerte.
Mil besitos y feliz día ❤️
Algunas cosas se han perdido pero, a mi me sigue gustando lo que contaban los abuelos.
Abrazos.
Texto muy lindo para leer.
Todo va camino del olvido a no ser que los recuerdos nunca se olviden, o se escriba para la posteridad.
Me encanta recordar las cosas de antes y cuando mi madre me las contaba de su época. Ha cambiado todo tanto, que como tu dices parece de otro mundo´
Siempre un encanto tus relatos que son para disfrutar no para romperse la cabeza, 😀
Un abrazo y feliz semana.
La vida, en lo esencial, no cambia tanto. Me ha gustado mucho tu relato. Un abrazo.
Me hizo pensar también en esos tiempos idos de viajas calles y comercios...anduve por mi ciudad y parece otra...y con ello se pierde el hilo de las historias y del recuerdo
Un abrazo.
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