lunes

El secreto de los caracoles.


 Pintura de Friedrich Sorolla.



 

 

El secreto de los caracoles.

 

Cada tarde llegaba a la playa y quedaba de pie mirando el horizonte, miraba enamorado esa línea recta que separaba el mar del cielo, a veces cuando amenazaba tormenta los colores se fundían entre el rosa y el gris y no sabía donde terminaba uno y el otro comenzaba. Esperaba detenido en un mismo punto, no sabía qué, pero permanecía quieto dejando que el viento jugara con su pelo y su camisa, mientras las olas iban cavando en la arena y hundiendo en ella sus pies.

Algo llegaría desde las entrañas del océano para él, sólo para él, se lo habían dicho los caracoles que su abuela le enseñó a leer con un secreto movimiento entre sus dedos, los hacía bailar como un trompo y ellos formaban mensajes que siempre se cumplían, esta vez solo dijeron que debía quedarse allí,  por eso esperaba, día tras día; esperaba.

Una tarde que el mar embravecido no se conformó con verlo flamear cual bandera, comprendió el peligro, ya no eran sus pies  tragados por la arena,  fueron sus piernas, quedó inmóvil, no pudo gritar,  movió sus brazos intentando salir del abrazo de la playa, hasta que un remolino de mar, elevó las olas y lo cercó, lo envolvió y desde la espuma brotó una cabellera oscura un torso desnudo y una cola de sirena elevándose sobre las aguas y asiendo sus manos con una fuerza insospechada en un ser tan delicado, lo arrastró mar adentro.  

En las noches de luna llena, los pescadores juran haberlo visto nadar junto a una sirena y jugar con ella en el océano, otros dicen que son una pareja de delfines, nadie sabe la verdad, solo la luna, pero ella no habla.                                                 


22 comentarios:

Campirela_ dijo...

La luna es la celestina de la sirena y el muchacho, será leyenda o verdad, mejor dejarlo tal cual está ...
Un cuento, preciosos
Un beso.

J.P. Alexander dijo...

Hay que linda historia. Te mando un beso.

Rafael dijo...

Es una bonita narración, como la que se escuchaba en las casas hace años a los mayores.
Un abrazo.

Bertha dijo...

El mar, la mar:cuantos secretos guarda entre sus aguas y la Luna sus ojos son...
Un relato , que al calor del fuego leyéndote eso tiene que ser lo más...

Un abrazo de verano casi por estos lares estimada ,Mariarosa

Susana Moreno dijo...

Un hermoso relat un beso

Ester dijo...

Una historia precisa que nos trae recuerdos amables y hasta nos aviva ilusiones y sueños. Abrazucos

stella dijo...

Un cuento maravilloso mariarosa, Ester nos ha unido, he visto tu entrada en mi blog y desde ahora te sigo amiga
Me ha gustado mucho
Un abrazo

Enrique TF dijo...

Precioso relato, María Rosa. Es deses historias que gusta leer y creer.
Feliz verano, espero poder leerte a la vuelta
Un abrazo.

Laura. M dijo...

Que lindo relato que nos dejas. La luna verá cada noche a esa pareja disfrutando el mar.
Buena semana Mariarosa.
Un abrazo.

Meulen dijo...

Su ficción nos lleva de la mano en esa posibilidad que todo sea cierto...
Un abrazo.

Lu dijo...

¡Qué historia más bella!
Historia de amor, leyenda, magia...¡un poco de todo en ella y con tu impecable estilo narrativo!
Besos

Hada de las Rosas dijo...

Los caracoles le hablaron de serenidad,
la luna, sigilosa, lo guio en su travesia, pero en su busqueda de libertad
el marinero del canto de la sirena no pudo escapar.

Que cuento tan sublime, amiga!

El mar, los caracoles y la luna se entrelazan,
los delfines y las sirenas danzan en la espuma... guauu, estoy impactada.

Que el corazón del oceano te envuelva en un abrazo calido y divino.

Maite-volarela dijo...

Ella no habla...
Un cuento trágico y a la vez poético.
Precioso.
Un abrazo

Ernesto. dijo...

Un extraordinario relato Mariarosa. Muy bueno!
Abrazo.

Margarita HP dijo...

¡¡Qué bonita historia!! Me gusta, me encanta. Besos :D

Rajani Rehana dijo...

Beautiful blog

Rajani Rehana dijo...

Please read my post

Mª Jesús Muñoz dijo...

Los caracoles hablaron, como tantas señales de la naturaleza...Dicen que nada es casual y puede que sea cierto, porque allí, frente al mar lo esperaba su destino. Hermosa y mágica historia, María Rosa. No podía perdérmela. Gracias, amiga.
Mi abrazo entrañable y mi ánimo siempre.

Carlos augusto pereyra martinez dijo...

Me encanta. Así nacen las leyendas, hermosas leyendas que se quedan en la mente como bien lo dices con dudas.Grato leerte desde el rincón de mi casa garrotera.un abrazo. Carlos

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Una sirena enamorada puede ser inquietante, en más de un sentido.
No podían faltar gente que se cree cualquier cosa, que inventa. ¿A quien pretenden engañar diciendo que son dos delfines? Son una sirena y un humano.
Bien contado. Un abrazo.

Nocturno Náufrago dijo...

Amiga, al principio me asusté, pero al final tuve ganas de acercarme a la orilla de mi mar a ver si tendría la misma suerte.
Hay algo que manejas muy bien, y es precisamente el clima del inicio de tus relatos (como éste) que se va modificando hacia al final. Sorprende y atrae.
Me anoto en la lista de los que esperan una sirena así.
Abrazo.

stella dijo...

Vuelvo a leerte nuevamente y dejarte un abrazo

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