—¿María,
te acordás del Rulo? Ese que vivía en los departamentos de la calle Garibaldi,
el flaco, que tenía los ojos tristes,
claro que te acordás, si estaba enamorado de vos y te seguía a todos lados.
María
sigue en la máquina de coser, sin mirar a Lola.
—
Cuando íbamos al club, ustedes bailaban,
él estaba loco por vos, al principio lo aceptaste, luego apareció Pedro, y claro, Pedro era el hijo del doctor Garmendia y se
vestía elegante…
María
no responde, cose, da vueltas la camisa que está pespunteando y escucha sin
decir palabra. Lola sigue:
—¿Querés
que te cebe mate?
Su
amiga sigue parloteando sin darse cuenta que María está muy callada.
—Ayer
fui a tribunales y encontré al Rulo,
estaba elegante con un traje oscuro, no parecía el mismo, no me animé a
hablarle.
María
deja de coser, mira por la ventana los árboles que se agitan con el viento de otoño.
Escucha a Lola y recuerda: los bailes del club, su primer beso y aquel
juramento que ella no cumplió.
Lola
sigue con su charla:
—Como
te decía, encontré a Rulo en tribunales, se le acercó un muchacho y le dijo: “Doctor
Ramírez, el juez Molinero necesita hablar con usted” ¡Doctor Ramírez! Si parece mentira, el Rulo doctor.
Lola le acerca un mate. María
lo toma sin mirarla, tiene los ojos vidriosos.
—Hace más de diez años que se fue
del barrio y, ahora resulta que es doctor, mirá las vueltas de la vida. ¡Vos lo
querías! Sí, no me mientas, tu vieja te
lleno la cabeza con el Pedro y le hiciste caso a ella.
María
le devuelve el mate y le dice que no cebe más, Lola lo deja y regresa con el tema sin darse cuenta las
lágrimas de María.
—Tu
vieja era una interesada y vos una tonta que le hacía caso en todo, tal vez si
te hubieras casado con el Rulo… hoy no estarías sentada en esa máquina,
cosiendo todo el día, ni tendrías
moretones en los brazos.
María
da vuelta la cara para ocultar el llanto.
—¡Basta!
—grita con voz ronca.
—Bueno…
ya sé…está bien, mejor me callo. Debe
estar por llegar Pedro y si viene borracho, mejor no quiero verlo. María, ¿lloras,
por lo del Rulo? Si sabía no te contaba nada, dale, te cebo otro matecito bien
dulce y se te pasa, no te quiero ver
así…la puta madre, si sabía no te decía nada…
25 comentarios:
Uy pobre pero la amiga que chismosa. Y así es la vida aveces nos arrepentimos de las decisiones que tomamos.
Me a encantado este relato tan triste. La vida da muchas vueltas, cierto, pobre Maria, al casarse con Pedro, tomo una decisión equivocada, y ahora se arrepiente, pero, la vida sigue y sigue dando vueltas, puede ser que......Saludos amiga.
No siempre elegimos al hombre adecuado, pero es así la vida, a lo mejor hubiese elegido a Rulo y ni él hubiese sido médico ni ella feliz con él.
Un abrazo.
Mejor no le hubiera dicho nada. Un beso
Me gusta tu diálogo entre dos mujeres ..una destrozada por lo que escucha y la otra parece no darse cuenta ...la vida da mucha vueltas es lo bueno de ella que nada permanece para siempre si tan siquiera el dolor que causa una mala jugada ..
Un fuerte abrazo y feliz miércoles.
He sentido su angustia María Rosa. Qué pena vivir con ese miedo a cuándo lleguen a casa y lo que te espera. Que bien escrito, que bien llevado, que historia por desgracia más real.
Muchos besos amiga :D
¡Ay M. Rosa, que precioso relato! Antiguamente y seguramente hoy también pasa algo parecido, obligan a casarse con quien gustaba a los mayores, sin pensar en los sedimentos de la joven que se casaba y se condenaba para siempre.
Me ha gustado mucho leerte.
Un abrazo y mi inmensa gratitud.
Se muy muy feliz.
Me ha emocionado tu relato... Cuántas veces las equivocaciones están a la orden del día y a la vista.
Precioso.
Mil besitos con cariño y feliz día ❤️
Además de lo que conlleva este relato (duro y triste)...es de admirar como te lo has trabajado, y lo bien que te ha quedado...me ha encantado.
La imagen de las dos mujeres me hubiera gustado verla no en letras, sino en una pantalla, pues sería de Oscar.
Un saludo.
A través de los comentario que hacía Lola a su amiga y algunas breves descripciones, contaste un relato triste, pero sumamente realista, con tu pericia habitual.
No siempre hacemos las mejores elecciones.
Un abrazo, Mariarosa.
Llego aquí y encantada de encontrar tus cuentos, este me ha parecido tan real...me encanta como lo haces...te sigo. Un beso.
La amiga, puso el dedo en la llaga y esta terminó por sangrar.
Besos
Hay argumentos que mejor no dar, el silencio es lo ideal en ciertos casos, porque se conoce el trasfondo.
Pero hay algo profundo en lo esencial: el error de no ser uno mismo. Es necesario andar por la vida con la mente vacía de lo que establecen los demás. Si, ya sé, es fácil decirlo, pero difícil realizarlo.
Muy buen tema para el debate y muy bien desarrollado.
Saludos, amiga.
Gracias por las felicitaciones en mi blog
Ahora estoy en un descanso.Pero volveré
Besucos
Gó
La vida da tantas vueltas, y muchas veces damos por hecho cosas que en realidad no sucederán... te mando un abrazo grande y me gustó mucho tu entrada..
abrazos
que bien escribes tus letras llegan
La vida y sus vueltas ( así es tal cual)
si supiésemos que los iba a deparar la vida, cuantas cosas cambiarían, o no?
Mejor beber mate y dejar el mundo correr pues arrepentirse o echar culpas de nada vale, en todo caso, atreverse a dejar una vida infeliz como le pasa a María
La vida se encarga de hacernos saber que nos equivocamos, muy bueno María Rosa.
Abrazo
Pobre María, su amiga sin querer tocó fibras muy sensibles del ayer que no se concretó.
Un abrazo!
Los relatos intrigantes, y muy bien detallados, de quien tiene una imaginación con pocos límites.
Un gran relato Mariarosa.
Abrazo.
Coloquial.Cuánto habla de la vida y las desdichas. Del maltrato a la mujer. De un destino tan en la línea de la tragedia griega. Un abrazo. Carlos.
Un saludo desde Almería
El karma de muchas...o la desgracia d emiles...los convencionalismos y tradiciones
que perdieron a muchas más, donde el dolor es el feroz aliado de la impotencia
de la rebeldía...me suena conocido esta historia a pura realidad...más de lo que uno quisiera
un abrazo.
Sí, sabía. Pero no le importó y lo contó igual.
Saludos,
J.
Sospechó que Lola se lo dijo con toda la intención, con toda saña.
Un abrazo.
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