En aquella pequeña ciudad, encallada en el
sur patagónico, eran pocas las librerías y tropezar con una
muy antigua, surtida de diferentes ediciones
y autores, me sorprendió. Me encontré
recorriendo sus pasillos con la
felicidad de un niño en una juguetería. Desde una de las paredes, Edgar Alan Poe, parecía vigilar mis pasos con
sus ojos oscuros y esa sonrisa ambigua tan suya.
Quizá por la suavidad de su voz, y sus
movimientos lentos al ir y venir en busca de libros, el viejo llamó mi
atención. Franqueaba con holgura los ochenta años, extremadamente delgado, el pelo
y el bigote blanco enmarcaban su cara dibujada de arrugas; sin embargo,
sus ojos claros y vivaces controlaban cada rincón del local.
Le pregunté por un libro de Henning
Mankel, con dificultad se puso de pie y se acercó.
—Si le gustan los misterios policiales
—me dijo— tengo el “Séptimo círculo” que con lo que vale Mankel se lleva tres.
Me acompañó hasta una mesa que era un
deleite para los fanáticos de los policiales y el misterio. Me habló de los
creadores de esa colección: Borges y Bioy Casares. Mientras conversaba se
apoyaba en una pierna, luego en la otra,
por momentos creí que se iba a caer; pero se mantenía como un viejo árbol con dificultades,
de pie. Lo debo haber mirado de un modo especial, porque me dijo:
—No se asuste, no me voy a caer, soy un
viejo duende enamorado de los libros, cada
tanto me dan permiso para salir, luego regreso
a los bosques.
No respondí, pensé en las leyendas que
había escuchado en los últimos días sobre los bosques del sur, habitados por duendes, y
reí por dentro. Quedé en volver al día siguiente y me despedí
Al regresar no lo encontré. Fui a buscar
los libros del “Séptimo Círculo” y con ellos me acerqué a la caja. Pregunté por él viejo a
la empleada y ella me miró confundida, no sabía de quién le hablaba.
—Se debe haber equivocado de librería,
hace años que trabajo sola —exclamó.
Giré y a mi espalda la imagen de Alan
Poe parecía sonreír burlona; no, no me había equivocado, estaba en el
lugar correcto.
Las imágenes pertenecen a la ciudad de San Carlos de Bariloche.
25 comentarios:
Qué bonito. yo quisiera conocerle. Un beso.
María Rosa, tu historia me hace pensar...Cuántas veces nos mirarán pasar los autores de los libros, esperando que volvamos a leerlos...Su espíritu permanece por encima del tiempo y en una vieja librería debe haber muchos duendes y musas, amiga.
Mi felicitación por esta entrañable y mágica historia.
Las fotos que nos dejas son preciosas.
Mi abrazo y mi cariño.
Siempre tus cuentos tienen ese encanto tan especial, al leerlo quisieras seguir allí, dentro de él, me encantó, seguro que ese hombre te llevo directo a lo que leyó en tu mirada.
Abrazo
Nos llevas hacia los misterios ocultos de las viejas bibliotecas. Ellas tienen un encanto especial, como un halo, un enigma... parece que estuvieran habitadas por espíritus que han dejado sus pensamientos en sus hojas de papel.
Hermoso cuento, siempre con ese toque personal.
Un beso grande.
Fantástico cuento con ese halo de magia que me ha encantado, y sobre todo lo bien que lo relatas.
Mis felicitaciones y un abrazo.
Cada vez mas enamorada de tu excelente poética. Tardé en venir y he quedado maravillada, aún mas que otras veces.
VOLAR: Una preciosa fantasía, que se hace realidad.
LA NIÑA DEL SUBTE: Mas real y tal vez, entre lo mas decepcionante de la vida.
Y este; EL DUENDE DE LOS LIBROS que seguro hizo sonréir al magoautor del Cuervo.
UN auténtico placer, Mariarosa. Tres abrazos
Hola Soco; vengo a agradecerte tu comentario. Me ha emocionado.
Mis personajes van surgiendo de una realidad a la que yo le agrego mi imaginación. "La niña del subte" es real, a cierta hora de la noche, los trenes de vienen de Retiro hacía el suburbano, traen niñas y mamas cargadas de bolsas que retiran de las panaderías céntricas.
Y "El duende de los libros" nace de un personaje verdadero que encontré en una libraría de Bariloche. Los diálogos, fueron reales, lo demás es pura imaginación de cuentera.
Un abrazo.
mariarosa
Guauuu, ¡¡Me encanta Maria Rosa! Me encanta como escribes. Qué historia más hermosa, con ese duende y ese misterio. Un beso :D
Las librerías antiguas tienen un clima especial, me gustan mucho, parece que en el aire hubieran quedado trozos de las historias y personajes que las habitan.
Un cuento precioso, Mariarosa.
Besos.
A veces estamos al lado de la maravilla y nos cuesta aceptar que estamos viviendo un momento único. Relato muy original e interesante. Gracias por tus palabras últimas. Siempre espero tus visitas y comentarios con interés. Un abrazo. Franziska
El duende enamorado de los libros te hizo vivir unos buenos momentos y con ello te llevó a su bosque encantado.
Bonito escrito, un abrazo.
Una gran suerte la de la protagonista, de encontrarse justamente con el duende. Y él fue sincero, se lo dijo, jaja.
Te quedó muy hermoso.
Un beso.
Qué bien llevado el relato de tu sueño, de tu fructífera imaginación. Un placer leerte. Abrazos.
Me encanta leerte querida amiga, es un deslizarse por cada renglón de tú escritura. Si las librerías hablaran,alguna sorpresa nos depararía. Mi cariño y un abrazo
Sin duda estabas en el lugar correcto, Mariarosa... Esas cosas "suceden" a menudo cuando la sintonía entre los duendes y las personas es patente. Tu caso!
Excelente relato, con ese punto de interés y misterio hasta la última palabra.
Abrazos.
Un hermoso relato ilustrado con bonitas fotos.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
Un relato con duende y un duende en el relato. Muy buen escrito Mª Rosa. Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
COMO SIEMPRE, EXCELENTE!!!
ABRAZOS
jjaajajajaja...
Mariarosa la que propone es la joven!!
Abrazos.
Reconocer la sabiduría aun de los duendes nos lleva a milagrosos misterios.
Muy bueno.
Besos
Un cuento que habría sido del agrado de Arthur Conan Doyle, que creía en las hadas. Y que leyó a Edgar Allan Poe.
Un duende con amor por los libros. Tiene sentido.
Un abrazo
Hola María Rosa.
Alan Edgar Poe, quizás estaba revisando tu mundo interno, no olvidemos que fue uno de los midiums y escritores de esos temas, tan misteriosos y ocultos.
Creo que es algo muy especial, ver su imagen y hablar con El, aunque sea en sueños.
Hace tiempos que no veo tus publicaciones.
Sigo ausente, pero los "raticos" que tengo aprovecho para visitaros.
Un abrazo.
Ambar
Los libros están llenos de magia. Abrazos y feliz semana.
Hola María Rosa,....es muy bello acceder a una historia tuya a sabiendas que encontrare en ella toda la inspiración, toda la pasión literaria, y todo el buen gusto para sorprendernos,
cosa muy habitual en ti...escelen te la historia....y mas excelente aún el remate....Un fuerte abrazo ...querida amiga.Juan ángel Petta
Siempre habrá una librería capaz de meternos en el misterio de espíritus de escritores, como dicen por aquí, chocarreros. Un a brazo. carlos
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