Marcos
temblaba, no sé si era de frío o era de emoción.
Nos habíamos
vuelto a encontrar después de casi dos años sin vernos. Estaba muy delgado, las
ojeras le daban a su cara un tinte enfermizo. Habíamos sido muy amigos, pero
amigos de verdad, luego él salió del país y no lo había vuelto a ver hasta hoy.
—Mi
historia de amor te va a parecer el invento de un loco enamorado —me dijo—. He
perdido la cabeza por una mujer que no es real…
No
dije una palabra, quedé mirándolo. Habíamos dejado atrás Plaza Italia y
caminábamos por la calle Borges.
—“Siempre he sido un
solitario —me dijo— un caminador nocturno de los bares de Bs Aires y
últimamente desde que regresé al país, disfruto la ciudad por la noche. En uno
de esos bares conocí a una mujer que desde un principio me dijo que era
prostituta. Cada noche nos encontrábamos en el bar del turco y nos íbamos
caminando hasta un hotel que está sobre Paseo Colón. No me importaba su mala
vida, era feliz a su lado, una noche mientras la acompañaba de regreso hasta la
terminal de trenes, le propuse vivir juntos y comenzar una vida nueva para los
dos. Respondió que no, que era algo imposible. Fue un golpe duro para mí, me sentí un desgraciado, ella
comprendió mi tristeza y tratando de buscar las palabras justa me dijo: “yo no
soy real” —se frotaba las manos comprendí que estaba muy nerviosa.
—Te estás burlando de
mí y no le veo la gracia —le dije.
—No me entendés, tal
vez nunca me entiendas, pero soy la creación de una mujer que sueña ser
prostituta.
Habíamos llegado al
hall central de Retiro, el primer tren de la mañana ya estaba en el andén, me
detuve y me eché a reír.
—He conocido mujeres
que me han despedido de su vida con cuentos increíbles, pero el tuyo es
formidable…
—No es un cuento
Marcos, es la verdad. Ella sueña y yo tomo vida, en apariencia soy igual a
todas, pero en la realidad, cuando mi soñadora
despierta, me diluyo en el aire, como si fuera de arena, me desintegro,
dejo de existir…
La rabia me cerraba la
garganta, hubiera querido insultarla, ofenderla con las peores palabras y no
pude. Ante mi silencio, sus ojos se
llenaron de lágrimas, creo que esperaba que le dijera que creía en ella. Estábamos
solos en el andén, dio media vuelta y se
fue caminando y ante mis ojos azorados la vi desdibujarse y perderse de mi
mirada. Corrí como un loco hacía ella intentando retenerla y fue inútil, inútil,
había desaparecido como una voluta de humo…
Habíamos
llegado a la plaza, la gente pasaba a nuestro lado, nos empujaba, nos aturdían,
al fin nos sentamos en un bar.
De
pronto Marcos se puso de pie y me dijo:
—Me
voy, tengo que seguir buscando, en alguna esquina, en alguna calle perdida del
bajo la voy a encontrar.
Lo
vi alejarse tan frágil, tan triste que no pude evitar las lágrimas.
20 comentarios:
Todos los sueños pueden ser reales, este aun disfrazado también lo puede ser. Mi cariño y un beso.
Me encantó. Es sorprendente lo que me está ocurriendo con tus relatos y es que te vas superando. Puedo decírtelo con entera sinceridad: éste y el anterior, son insuperables. Enhorabuena, escritora pues unes emoción intensa a la brevedad del relato lo que es aún más complicado. Un abrazo. Franziska
Sorprendente relato. Es de desear que esa mujer sea soñada nuevamente, para que pueda ser encontrada.
Tiene mucho sentido. Me parece verosimil que suceda.
Vivió con el sueño de tener una mujer con la que se sentía bien pero que no era real, ya que tan solo era el sueño que llevaba en su imaginación.
Un abrazo.
El pobre hombre solo puede esperar que la mujer dormida no pierda el deseo de soñar para que la del sueño se materialice.
Inteligentemente relatado.
Besos, Mariarosa.
Que buen relato! es buenísimo, me encantó.
Un abrazo desde la distancia
Una verdadera obsesión tiene ese pobre hombre, siento pena por él.
Un abrazo.
Querida María Rosa,....No se positivamente el porqué....pero creo en esa historia. Tiene ribetas de fantasía, pero un fondo de credibilidad.O al menos quiero creer..Bello relato,
y muy bien presentado....Un fuerte abrazo literario...Juan Ängel Petta
Si Borges dijo, que éramos la proyección de un dios que jugaba al ajedrez con nosotros, por qué no esta mujer de tu cuento ser una proyección de una mujer que sueña en ser prostituta. Por ahí, García Márquez, en sus Doce cuentos peregrinos, había escrito un relato fabuloso como el tuyo, Me alquilo para soñar. Me ensalma tu cuento, querida, María. Un abrazo. carlos
Sres perdidos en un sinrazon
Acongoja sus vidas
Cariños
Perdidos en su búsqueda
Y sin atisbos de consuelo
Estupendo relato, de esos que eriza piell
Hola Mariarosa;ya te deje un comentario, pero veo que no se ha podido publicar,lo volveré a intentar.
Te has inventado una historia que,aunque parezca descabellada y de locos,en la vida real también existen personas que van detrás de una quimera y van perdiendo la salud en esta búsqueda o espera.
Muy atractiva tu historia
Te mando un fuerte abrazo
todos de algún modo vamos por nuestros sueños
a veces encarnados otras solo ilusorios
la vida apenas un suspiro y ya nos estamos yendo
abrazos
si gustas pasar http://heladodenubesdulces.blogspot.com.uy/
es un hisoria de locos pero bueno todos tenemos que buscar lo que deseamos y en lo que creemeos !
Como todos, sorprendente y maravilloso relato.
Feliz fin de semana, feliz mes de septiembre.
Un abrazo.
Buen relato. Es bonito soñar. Lo malo es despertar.
Me gustó el relato.
Un fuerte abrazo.
Muy sorprendente y buena tu historia; obsesionado con una ensoñación hasta el extremo.
Realmente me gustó mucho, me ha resultado muy original y muy bien contada.
Un gusto leerte nuevamente.
Un abrazo.
Pero él no se desdibujó en la nada, por lo que es un principio. La búsqueda continúa.
Saludos,
J.
Me encanta la historia, puede ser sueño o realidad. Felicidades por tu bloc, ha sido un regalo poder visitarlo.
elracodeldetall.blogspot.com
Me ha gustado muchísimo.
Me ha dejado la misma inquietud e incertidumbre que sentía leyendo un relato fantástico de Cortázar, por ejemplo.
Anhorabuena. Besodeprimavera
Publicar un comentario