jueves

La isla de los tigres.

La isla del tigre es un cuento fantástico que se desarrolla en nuestras islas del Tigre, bella zona de Buenos Aires y donde su salvaje floresta motiva la escritura. Lo presentaré en tres capítulos para no cansar vuestra lectura.


1º CAPITULO DE LA ISLA DE LOS TIGRES.

Los argumentos del viejo Cedrón eran imposibles de rebatir; siempre tenía razón, Leandro Bruman lo escuchaba muy atento, sus palabras le importaban  poco o nada.
En el bar unos pocos hombres rodeaban  al recién llegado. Había alquilado una cabaña cerca del río y a pesar de ser un tipo amable, su extraño acento  llamaba la atención y lo miraban con desconfianza. El viejo Cedrón intentaba persuadirlo del viaje, pero el alemán  o no lo entendía o no quería entenderlo.
— La isla de los tigres es impenetrable –le dijo— y aunque creemos que ya no hay tigres, queda algo peor, jabalíes salvajes, le puedo asegurar que los intrépidos  que entraron allí,  no regresaron y fueron  muchos.
El alemán quedó en silencio y el viejo insistió:
—Yo le aconsejaría que no se meta en esa isla, hay algo misterioso en ella…

Leandro había llegado para identificar y catalogar la flora y la fauna de la isla de los tigres que se había extendido sin intervención del hombre y que por lo que se veía desde el helicóptero,  era diferente a lo conocido, pero imposible de abordar por aire.
—¿Y eso a quién le importa? —Había preguntado don Cedrón y agregó—  los ceibos,  los sauces y  el lapacho van a seguir estando allí por más que usted los ponga en una lista certificada.
—Tiene razón —respondió  Bruman con paciencia—  pero mi trabajo es estudiar la biodiversidad, al menos comenzar con el tema si resulta interesante, otros seguirán los estudios. Debo ir mañana ¿alguien me puede guiar?   Puedo pagar el día y muy bien…
Sólo el chúcaro aceptó la invitación. Se pusieron de acuerdo y a las seis de la mañana se encontrarían en el  muelle del Carapachay, de allí tal vez en una hora, llegarían a la isla de los tigres.

El chúcaro llegó  antes de las seis, el viejo Cedrón lo acompañaba, recién comenzaba a amanecer  y un cielo bañado de nubes anaranjadas anunciaba que iba a ser un bello día. Cargaron sus mochilas  y subieron a la lancha que los llevaría  hasta el muelle donde comenzaba  la selva.  El viejo los despidió, pero antes de que salieran le entregó a Leandro un arma.
—Tengo mi navaja —dijo Bruman.
—Guárdela en su mochila, esta es más rápida –le dijo—  nunca se sabe que puede suceder en esa isla…



SIGUE….


13 comentarios:

lichazul dijo...

pues promete este cuento!!! , felicitaciones Mariarosa
volveremos por más

besitos

TIGUAZ dijo...

Muy interesante con ese toque de intriga que lo adereza y la gran forma que sabemos tienes para hacerlo. Espero no tarde el otro capitulo. Mi cariño, la extrema impaciencia y un beso.

Tot Barcelona dijo...

Se aceptan más fotos ¡

Mª Jesús Muñoz dijo...

Un comienzo muy interesante,el misterio y la intriga nos los has servido con la maestría de siempre y seguimos esperando nuevos capítulos, amiga...
Mi abrazo inmenso y mi cariño, Maria Rosa.
M.Jesús

Antorelo dijo...

Interesantísimo relato. Espero "el sigue".
Un abrazo

Pluma Roja dijo...

El inicio del cuento entusiasma bastante. Continuaré con lectura.

Un abrazo.

Marinela dijo...

Querida María Rosa: no tardes mucho en subir lo que falta, el principio es muy intrigante, ya estoy deseando saber lo que pasa en la isla.

Un abrazo.

Unknown dijo...

¡No te lo perdono María Rosa !
Eso no se vale !! como decía mi nieta cuando chiquita. Me dejaste con las ganas. Es una crueldad.
No quiero ni imaginar lo que sigue . Tus relatos son fabulosos.
Muchos besos de miel.
Muackssssssss

( mira que estamos esperando ...!!)

Mirella S. dijo...

Planteaste muy bien el comienzo, para acaparar la atención del lector, así que esperaremos para seguir la trama de la aventura.
Besos, Mariarosa.

José Manuel dijo...

Buen comienzo, espero las siguientes entregas.

Un abrazo

Belén Rodríguez dijo...

Nada. Pues como el resto, aquí me quedo esperando la continuación.
No tardes mucho ¿vale?.
Besitos.

cachos de vida dijo...

Ya estoy impaciente por seguir leyendo el cuento y conocer el desanlace final.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

En principio, el protagonista tiene razón. Tiene que cumplir una función. No desalentarse con cualquier historia.

El cartonero.

                  Caminaba lento, empujando un carro de supermercado cargado con cartones, botellas y trapos. Cubierto en pleno enero,...