1º CAPITULO DE LA ISLA DE LOS TIGRES.
Los
argumentos del viejo Cedrón eran imposibles de rebatir; siempre tenía razón, Leandro Bruman lo escuchaba muy atento, sus palabras le
importaban poco o nada.
En
el bar unos pocos hombres rodeaban al
recién llegado. Había alquilado una cabaña cerca del río y a pesar de ser un
tipo amable, su extraño acento llamaba
la atención y lo miraban con desconfianza. El viejo Cedrón intentaba
persuadirlo del viaje, pero el alemán o
no lo entendía o no quería entenderlo.
—
La isla de los tigres es impenetrable –le dijo— y aunque creemos que ya no hay
tigres, queda algo peor, jabalíes salvajes, le puedo asegurar que los
intrépidos que entraron allí, no regresaron y fueron muchos.
El
alemán quedó en silencio y el viejo insistió:
—Yo
le aconsejaría que no se meta en esa isla, hay algo misterioso en ella…
Leandro
había llegado para identificar y catalogar la flora y la fauna de la isla de
los tigres que se había extendido sin intervención del hombre y que por lo que
se veía desde el helicóptero, era
diferente a lo conocido, pero imposible de abordar por aire.
—¿Y
eso a quién le importa? —Había preguntado don Cedrón y agregó— los ceibos,
los sauces y el lapacho van a
seguir estando allí por más que usted los ponga en una lista certificada.
—Tiene
razón —respondió Bruman con
paciencia— pero mi trabajo es estudiar
la biodiversidad, al menos comenzar con el tema si resulta interesante, otros
seguirán los estudios. Debo ir mañana ¿alguien me puede guiar? Puedo pagar el día y muy bien…
Sólo
el chúcaro aceptó la invitación. Se pusieron de acuerdo y a las seis de la
mañana se encontrarían en el muelle del
Carapachay, de allí tal vez en una hora, llegarían a la isla de los tigres.
El
chúcaro llegó antes de las seis, el
viejo Cedrón lo acompañaba, recién comenzaba a amanecer y un cielo bañado de nubes anaranjadas
anunciaba que iba a ser un bello día. Cargaron sus mochilas y subieron a la lancha que los llevaría hasta el muelle donde comenzaba la selva.
El viejo los despidió, pero antes de que salieran le entregó a Leandro
un arma.
—Tengo
mi navaja —dijo Bruman.
—Guárdela
en su mochila, esta es más rápida –le dijo—
nunca se sabe que puede suceder en esa isla…
SIGUE….
13 comentarios:
pues promete este cuento!!! , felicitaciones Mariarosa
volveremos por más
besitos
Muy interesante con ese toque de intriga que lo adereza y la gran forma que sabemos tienes para hacerlo. Espero no tarde el otro capitulo. Mi cariño, la extrema impaciencia y un beso.
Se aceptan más fotos ¡
Un comienzo muy interesante,el misterio y la intriga nos los has servido con la maestría de siempre y seguimos esperando nuevos capítulos, amiga...
Mi abrazo inmenso y mi cariño, Maria Rosa.
M.Jesús
Interesantísimo relato. Espero "el sigue".
Un abrazo
El inicio del cuento entusiasma bastante. Continuaré con lectura.
Un abrazo.
Querida María Rosa: no tardes mucho en subir lo que falta, el principio es muy intrigante, ya estoy deseando saber lo que pasa en la isla.
Un abrazo.
¡No te lo perdono María Rosa !
Eso no se vale !! como decía mi nieta cuando chiquita. Me dejaste con las ganas. Es una crueldad.
No quiero ni imaginar lo que sigue . Tus relatos son fabulosos.
Muchos besos de miel.
Muackssssssss
( mira que estamos esperando ...!!)
Planteaste muy bien el comienzo, para acaparar la atención del lector, así que esperaremos para seguir la trama de la aventura.
Besos, Mariarosa.
Buen comienzo, espero las siguientes entregas.
Un abrazo
Nada. Pues como el resto, aquí me quedo esperando la continuación.
No tardes mucho ¿vale?.
Besitos.
Ya estoy impaciente por seguir leyendo el cuento y conocer el desanlace final.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
En principio, el protagonista tiene razón. Tiene que cumplir una función. No desalentarse con cualquier historia.
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