Te
lo dije muchas veces, no alcanza con el
amor.
Es
lindo mirar el mar por la mañana, calentándose las manos con un mate
interminable, lavado como el amanecer sobre el agua, pero eso se termina y la
realidad se hace presente en los
bolsillos vacios. Vivimos absurdamente, si ya sé que esa frase la leíste en
otro lado, que no es mía, pero es nuestra realidad.
Qué
querés que te diga, extraño una vida normal, la de una cocina con olor a tuco y
un patio con plantas, la de pensar que hay que poner el reloj a las siete para
ir a trabajar. Todo eso es una vida normal, al menos para mí…
Hasta
ahora lo nuestro es vivir sin
obligaciones, llenándonos el estómago con el aroma de las parrillas vecinas y
salir por la tarde a vender las artesanías que confeccionamos por la mañana,
escuchando la música de Espineta o de Charlie y si tenemos suerte con las
ventas, por la noche cenar en un boliche de mala muerte. Estoy cansada de esta
vida, sé que podemos hacer más. Salgamos
juntos de este pozo o me largo, sí me voy, alguna utopía verdadera debe quedar
dando vueltas por la ciudad, un trabajo con horarios de esos que gastan y oficinas oliendo a tóner, no me
importa, quiero ser parte de la manada, no te rías, te estoy hablando en serio,
aparte hay algo más, recordás el librero de la avenida tres, el de los
anteojos como fondo de botella, el otro día fui a venderle los porta velas y
conversando de libros, se sorprendió de lo mucho que sabía y me
dijo si quería trabajar por la tarde en su negocio, lo pensé mucho… le voy a
decir que sí.
Yo
sé que el arte no puede vivir atado a un mundo frágil de horarios y apuros y vos sos un
artista, seguramente debo ser de otra estructura, no encuentro placer en esta vida de habitaciones frías y zapatillas gastadas. Voy a cumplir treinta
años y no sé qué me pasa, creo que
vivimos dando vueltas en un circulo con gente a la que no le importa pensar en mañana y que
cuando la angustia le cierra la garganta busca el alivio en el vino o la droga,
me cansé y creo que el detonante fue lo
que le pasó a Nacho, se le fue la mano con la pasta y ahora mira crecer la hierba desde abajo,
razoná, juntos podemos recomenzar y encontrar
el sabor del amor, ese que se nos perdió
entre la costumbre y el estómago vacío.
23 comentarios:
Este es un relato triste pero valiente,y sobre todo real donde el protagonista sale de si mismo y quiere volar.
Me ha encantado.
Un besazo
Mavi
pd. preciosa la cadencia ummm
Todos hacemos castillos en el aire, aunque es preferible construirlos, paso a paso y día a día, a pesar de que no siempre es posible.
Un abrazo.
Un relato realista, bien llevado. Me gustó bastante.
¡¡Felicitaciones!!
Besos.
A Nacho ya no le molesta nada.
Besos.
Qué joven para haberse perdido ya en la costumbre, para estar hastiada de algo. Tal vez la alternativa que busca la cansará antes. Tal vez está destinada a no encontrar asiento en ninguna parte, a ser esa pieza que no encaja nunca. Espero que no.
Feliz fin de semana, madame
Bisous
Realista y hermoso relato.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
A veces cuesta salir de la costumbre, pero el cuerpo y el alma piden a gritos un cambio de vida para mejorar en todos los aspectos...Valiente decisión la de la protagonista de tu historia...Los castillos en el aire dejan de serlo cuando pones voluntad y determinación, arriesgándonos al cambio.
Mi felicitación por la naturalidad y realismo, que le pusiste a la historia, amiga.
Mi abrazo grande y mi cariño siempre,amiga.
M.Jesús
todos somos Nacho en algún momento o en más de un momento en el existir
buen trabajo Maríarosa
Abrazos y felicidades
Es imprescindible y necesario vivir en los Castillos en el aire como lo hacía Blanca Nieves acompañada de sus siete enanitos a la espera de un príncipe azul que como el señor del Kiosco tenga las gafas como culo de botella. Me disfrazo de tinta para leerte y que no me sientas disfrutando de este modo de la lectura. El corazón al hacerlo cambia de ritmo y se convulsiona. No dejes de hacerlo. Desde mi verde y húmeda Galicia la más profunda admiración.
Existencial...y bellamente escrito..muestra tu destreza para escribir, porque se transfuga este texto, de la lìnea a que nos tienes acostumbrados. Un placer leerte. Carlos
La joven tiene las ideas muy claras, sabe muy bien lo que quiere: no seguir con la vida vacía e irresposable que ha vivido hasta ese momento. Me ha gustado el relato y lo bien escrito que está.Besicos
Tal vez no sea lo ideal, una utopia para idealizar, pero tampoco lo es lo de la rutina, los horarios, la monotonia.
UN POST TRSITE PERO BUENISIMO... BUENO TU SIEMPRE ESCRIBES BUENISIMO.
ABRAZOS.
CARLOS
PD...ESO DE DIBUJAR CASTILLOS EN EL AIRE NOS HA PASADO A TODOS ALGUNA QUE OTRA VEZ.
Un duro y real relato. Muy bien llevado
Un abrazo
María Rosa, una historia que ha terminado. Vidas que se bifurcan en un camino que ya no les vale a los dos.
No solo es el enfrentamiento del amor y el desamor, es la incompatibilidad con el modo de afrontar el proyecto sentimental que un día los unió. Desde la bohemia o desde un estilo más organizado, más rígido o estable. Nada parece perfecto. Y muestra lo mutable, lo cambiante del ser humano.
Amiga, un placer siempre recorrer tus letras y bucear en tus historias sugerentes y apasionantes que nos dejan pensando.
Un abrazo
La realidad mata las ilusiones. Llega un momento en que la panza vacía y las zapatillas rotas pueden más que los ideales.
Lo describiste muy bien, Mariarosa.
Abrazo.
EXCELENTÍSIMO TEXTO. GENIAL COMO SIEMPRE TÚ.
BESOS
Qué buen texto! Una realidad que se da a menudo en ciertas parejas. Muy bueno. Besos.
Hola María Rosa es un relato muy cierto, los castillos en el aire
no son buenos compañeros y si malos
consejeros, las realidades son ciertas y auténticas,es otra cosa hay
que ser valiente y apoyarse en la experiencia, aunque la experiencia siempre te aconseje tarde.
Autentico. besos
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Hola María Rosa es un relato muy cierto, los castillos en el aire
no son buenos compañeros y si malos
consejeros, las realidades son ciertas y auténticas,es otra cosa hay
que ser valiente y apoyarse en la experiencia, aunque la experiencia siempre te aconseje tarde.
Autentico. besos
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Una agria realidad reviste tu magnífico relato.
Cuantas vidas rotas por no encontrar el sentido que las lleve a la senda adecuada.
ES muy bueno.
Besos.
Cruda realidad la que describes Maria Rosa y más difícil aún atreverse a salir de ella.
Besos,
Tenemos que ser realistas, no conformistas, cada uno tiene la vida que ha forjado y la verdadera felicidad está en la paz interior.
Un abrazo.
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