Esa
mujer otra vez.
Me
observa desde la puerta del bar. Hay algo en ella que me confunde, deben ser
sus ojos, me resultan conocidos, pero no sé de dónde me llega el recuerdo.
Desde hace varias semanas, cada noche, parece
vigilarme. A veces se acerca murmurando
palabras sin sonido, sólo veo su boca
moverse. Su aspecto es el de una mujer
perturbada. Será su ropa o ese olor a
humo que se desprende de ella, pero con
sólo verla me repugna.
Hoy
su audacia llegó al límite de mi paciencia. Yo estaba en el bar, esperando
buena compañía y ella se sentó a mi lado.
Desde una de las mesas, el morocho de la otra noche me hizo señas para
que lo acompañara. Me puse de pie para acercarme cuando la vieja, en el colmo de su estupidez, me agarró del brazo y me dijo: “No bebas más,
ya no te mantenés en pié.” Mis hombros y mi cabeza se irguieron con furia y le
dije: “¿Y a usted qué le importa?” Intenté zafar de su mano y ella siguió: “Estás muy
borracha,” dijo. No me soltaba. Levanté el brazo y en el impulso por
desprenderme de su garra, trastabillé y caí
redonda al suelo. Todos me miraron, se reían, el morocho avergonzado se levantó
y se fue. Alguien me ayudó y me acompañó hasta la puerta. Recorrí una cuadra o dos, no
sé. Me senté en el cordón de la vereda. Las lágrimas rodaban por mi cara, no
lograba vencer el río de furia y alcohol que me subía desde el pecho y se
desarrollaba en un llanto inagotable.
Perdí
la noción del tiempo. Al reaccionar la
vi parada frente a mí, tan andrajosa y maloliente como siempre. “¿Qué querés perra de mierda?” exclamé. No respondió, sólo me miraba. ¿Quién sos vieja
sucia? La rabia se hacía dolor en mi pecho
y ella seguía imperturbable con su
mirada acusadora. Por tu culpa me perdí
al morocho, le dije, sabés, la última
vez, por dos horas me dio quinientos pesos. Ella no se movió, le pregunté: “¿Qué querés de mí?” Se acercó y con una voz que me pareció
conocida, habló suavemente: “Quiero que
dejes la vida que llevás, no sólo sos una alcohólica, ahora sos puta”. Me puse
de pie, con intenciones de romperle la cara de una trompada… y algo me detuvo,
sus ojos claros y esa cicatriz en la
barbilla. Me toqué la cara era mi cicatriz, eran mis ojos celestes. “¿Quién
sos, vieja podrida?” Pregunté. ¿No lo
adivinás? Me miró con lastima.
Soy
tu reflejo, respondió.
31 comentarios:
Maravilloso...¡que bofetada! Imagìnate lo maravilloso que serìa que esos fantasmas del futuro pudiran venir a prevenirnos...y que
tuviènsemos la humildad de entender...mas allà de nuestra soberbia...
abrazos
Impresionante relato, hay demasiadas personas con el mismo problema del alcoholismo que deberían ver también su reflejo para reaccionar a tiempo y dejar de beber.Besotes
Está bien el relato, hay algo de ambigüedad en ese fantasma del futuro, podría ser que tenga la intención de evitar que la protagonista cometa errores o que sea parte del problema.
¡¡Magnifico Maria Rosa!! Es posible que el reflejo de muchas de nuestras acciones lo veamos antes de cometerlas. Cerrar los ojos es lo más fácil.
Un abrazo.
Ese reflejo tal vez supusiera la salvación para una mujer. A veces hay que saber ver el reflejo para que los problemas comiencen a solucionarse.
Feliz tarde
Bisous
Siempre es bueno una bofetada a tiempo.
Bella historia.
Saludos!
excelente relato Maríarosa
la poca conciencia que queda es lo que hace sopesar
abrazos
duro como la realidad misma...está bueno observarse detenidamente un rato...
Aleccionador reflejo. Excelente relato, como siempre.
Un abrazo
Maria Rosa,precioso relato,amiga...
La conciencia se desdobla en el otro yo y viene en nuestra ayuda...Ojalá siempre tuviéramos cerca nuestro reflejo para saber que nos equivocamos,que debemos cambiar de camino...
Mi felicitación por tu sabio y sorprendente relato,que lo has llevado con maestría y entrega,amiga.
Mi abrazo inmenso y mi cariño.
Feliz tarde noche,compañera.
M.Jesús
A mí me encantó. Ojalá todos tuviéramos nuestro reflejo cuando vamos por mal camino.
Te dejo un puñado de besos soleados.
P / Tengo cuadro de seguidores. Anótate por favor.
EXCELENTÍSIMO, MARAVILLOSO TEXTO. USTED ES GENIAL!!!!!!!!
BESOS
Impresionante relato... estoy seguro que el que ha pasado por eso, lo entiende perfectamente.
saludos
carlos
La voz de la conciencia es la mejor consejera, hay que escucharla.
Un abrazo.
BUENAS NOCHES MARIAROSA.
QUÉ DECIR!!! ME HE QUEDADO SIN PALABRAS. UNA MARAVILLA DE TEXTO, INIGUALABLE CON TU SELLO CARACTERÍSTICO. TE FELICITO AMIGA.
NO PENSÉ EN ESE FINAL Y LE HAS DADO UNA VUELTA MÁS. IMPRESIONANTE.
GRAN AUTORA, MARIAROSA.
BESOS
Joderrrrrr, que fuerte!!!
Muy bueno.
Me ha gustado una barbaridad.
Besos.
Uff!! Qué trauma.
Buen relato querida MaríaRosa.
Besos.
Bien,...Profe,...bien.Excelente relato y elaboración de una idea.Como decía mi madre cuando hacía dulce de durazno,."el punto justo" Puedo notar hasta un enfoque que llama a reflexión. Reitero,...¡Bien Profe!.Besos. ELCRUZADO
María Rosa, es un relato que nos agarra desde el principio y seguimos el deambular de esta mujer perdedora y que la vida le ha dado duro. Narrado con viveza y con un lenguaje creíble nos sitúa en la misma escena con dolor y con desgarro.
Una historia donde el yo interior se desdobla y se enfrenta.
Un excelente relato, amiga.
Me ha encantado.
Un lujo leerte.
Un abrazo
Las palabras en silencio
son melodías de ternura,
y refugio de sensaciones,
que sigilosas van en busca de emociones
para vestir la vida de alegres tentaciones...
...deteniéndose en perfumar los sentimientos,
con el aroma de las flores, que irán brotado
durante este mes de mayo que termina de comenzar.
Hoy y cada uno de los días...
Un beso y una rosa para ti!
Atte.
María Del Carmen
gracias por tu huella Mariarosa
ten una jornada preciosa, acá el cielo pinta para agua
abrazos
Nuestro reflejo. Nuestro otro yo. Nuestra cara oculta... la temida conciencia, que siempre está para alertarnos de nuestros errores.
Muy buen relato María Rosa, desprendes sabiduría y conocimiento.
Un beso para ti.
Un impresionate relato, y maravillosamete bien escrito.Felicidades.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
Gracias por visitar mi blog, María Rosa.
Muy bello el relato que has narrado, y sorprendente final.
La sombra puede ser el reflejo de la voz de nuestra conciencia, ella nos escucha, nos guía, nos habla, nos aconseja.
Un beso.
FINALAZO, María Rosa.
Y éso que trato de evitar moralejas y dar consejos, a pesar de que a veces caigo en éso, éste relato es enorme.
Tiene gracia, equilibrio, interés de secuencia, ambiente de perdición.
Es como pasar un momento en un cabaret viendo mujeres bellas y bailando.
Pero el final le dá una patada de realidad a la protagonista quien ya perdió el rumbo.
FELIZ FIN DE SEMANA QUERIDA AMIGA, GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE EN MI RINCONCITO COMPARTIENDO VIVENCIAS QUE TIENEN QUE VER CON EL CORAZON, CON LOS SENTIMIENTOS.
UN BESITO
La vida nos ha regalado
un nuevo día,
para que lo rellenemos
de momentos felices,
como lo pueden ser...
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entre los amigos y conocidos.
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Que tengas un genial domingo
que contigo estoy compartiendo
y un feliz día de la madre
que en España hoy celebramos!!
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Un abrazo con ternura
y un beso con dulzura
para ti!!
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Atte.
María Del Carmen
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Un escalofrío me recorrió con ese final, buenísimo!
Besos,
Con unos pocos trazos pintaste la situación y al personaje.
El final se ve venir, pero está muy bien presentado.
Un abrazo.
MUY HERMOSO CUENTO CON UN FINAL SORPRENDENTE.
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