Muy
pocos vecinos conocen a la señorita Herminia. La anciana vive encerrada, sus días circulan en una casona rodeada de jardines. Sólo Tomasa, su empleada,
una mujer flaca de ojos tristes es su
compañía.
Todo
parece un misterio a su alrededor, algunos vecinos se asoman sobre la tapia
para fisgonear sus movimientos y solo ven una bruma gris que la aísla del vecindario. Muchos suponen que su misteriosa vida se
compone de secretos oscuros, otros la
consideran una bruja, todas son imaginaciones del populacho.
Al
atardecer cuando los rayos de luz se duermen en el horizonte, Tomasa cierra
puertas y ventanas, todas, menos una, para que el aire de la noche riegue la
casa con su aroma de pinos y romero.
Herminia
sube a su cuarto, se quita la ropa, se pone un camisón y espera sentada en la cama,
que Tomasa llegué con su libro y lea alguna historia de príncipes y damiselas encantadas, que pierden zapatitos
de cristal en cualquier calle o escalera. Cuando los ojos de Herminia se cargan
de sueño, se desliza suavemente, hasta quedar dormida y su mundo de relatos sigue viviendo en su mente con la
fuerza de su imaginación.
Tomasa
sube a su habitación del altillo y agotada se duerme.
Una
hora más tarde, algo sucede.
Estrellas
chispeantes entran por la única ventana
abierta, luces de varios matices remontan la escalera en total silencio. Asaltan las cortinas que elevan vuelo sin que brisa alguna transite por allí y dibujan colores entre los vetustos muebles que parecen rejuvenecer a su paso.
Lentamente
se abre la puerta de entrada, escapaban las luces y con ellas, sale una joven mujer vestida con un vestido
rojo y tacos altos, llega hasta la calle y avanza hacía la avenida moviendo
sus caderas mientras su larga melena oscura
oscila con su movimiento. A su paso, su perfume francés despierta
a las rosas que palidecen de envidia.
Antes
que salga el sol, ella regresa, se quita
los zapatos, los deja en la puerta y en puntas de pie entra en la casa.
Por
la mañana al salir a buscar el diario, Tomasa se pregunta ¿quién será
el bromista que cada mañana deja un par de calabazas en la puerta de entrada?
23 comentarios:
ESCANDALOSAMENTE HERMOSO !! Un relato precioso, sutil, emocionante, soñador, muy bien logrado.
A mí me encantó esa Herminia enfundada en un traje rojo, victoriosa, audaz...
¡Te felicito M. Rosa !
Una joyita...
Besos enjoyados y en colores rojos. :)
Un Relato Magistral, lleno de Imaginación y Fantasía...Me ha encantado.
Abrazos y besos.
Hola Maria Rosa.
Es hermoso que la imaginacion nos deje entretejer historias de fantasía, muy bello relato, el mundo de la noche es misterioso y Magico.
Paso, a disfrutar de tus letras, dejarte mí cariño y decirte que tengo problema, cuando publico no se refleja en mi espacio y supongo tampoco en otros varios, resultando en que es difícil saber cuando dejo algo nuevo.
Un abrazo
Ambar
buen relato MAriarosa
hay realidades que se tejen de noche y que los que oficiamos de escribidores no siempre logramos darle justicia
abrazos y buena jornada
Esa bruma gris que envuelve el lugar envuelve hermosos secretos que es mejor que lo sigan siendo.
Muy bello relato, madame.
Feliz día
Bisous
Una bella historia fantástica que sin embargo no es tan extraña:somos muchos los que soñamos despiertos o dormidos,muchos los que salimos de casa cada noche con la imaginación...
Saludos.
ESE AIRE DE MISTERIO QUE IMPREGNA TU TEXTO, ES MUY FASCINANTE.
UN ABRAZO
Una historia con aire de suspense que me mantenido muy atenta, hubiera seguido leyendo pero ese final me ha dejado con las ganas......"porfa" escribe una segunda parte de esta misteriosa señorita Herminia.Besotes
MUY BUENA IMAGINACIÓN Y FANTASÍA.
TUS LETRAS REPRESENTAN LAS IMAGENES QUE DESEAS TRANSMITIR.
MUY LINDO
SALUDOS
CARLOS
gracias Mariarosa, anoche vi una comedia romantica entre un hombre de 50 y una chica de 22
abrazos
Que cosa bella, cuando la fantasía se entrelaza con la imaginación, creando un mundo ideal, donde las sensaciones y las escenas son áureas e inocentes representaciones de una generosa inspiración. Como la tuya. Con admiración y afecto.ELCRUZADO
María Rosa, un cuento precioso.
Nos cautivas con la histroia de misterio que envuelve a la anciana. Ya abandonada a su decrepitud. Y nada más caer la madrugada la magia entra por la ventana y la fantasía sale por la puerta.
Literatura y ensueño chisporrotean en tu relato.
Un lujo leerte.
Abrazos
Genial!!!!
Me ha gustado una barbaridad.
Besos.
Todos, cada uno de nosotros tenemos un misterio que disfrutamos en silencio "impregnado de ese perfume francés" y cada cual quisiera que las chispítas de luz de las estrellas rieguen con sumo cuidado nuestras noches. Una belleza, amiga, ten por seguro que leerte despierta sentimientos. Un beso.
Hola Maria Rosa.
Es hermoso este cuento.
entiendo que las calabazas son los zapatos de la Srta. Herminia.
Un beso desde Valencia, Montserrat
M.Rosa,me encanta tu cuento...La fuerza de la imaginación realiza el milagro de la vida...Herminia vivía a tope cada noche...La fantasía era una realidad,que la transformaba y la transportaba a otros mundos...
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu inspiración y creatividad,amiga.
M.Jesús
M.Rosa,me encanta tu cuento...La fuerza de la imaginación realiza el milagro de la vida...Herminia vivía a tope cada noche...La fantasía era una realidad,que la transformaba y la transportaba a otros mundos...
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu inspiración y creatividad,amiga.
M.Jesús
Nunca estamos solos
cuando sabemos
que ocupamos
un lugar, en el
corazón del amigo.
Quisiera que la belleza
de esta tarde del miércoles,
conquistará una sonrisa
en las colinas del viento
para ti!!
Un abrazo de violetas
y un beso de poetas.
Atte.
María Del Carmen
Mariarosa, gran imaginación y bien relatada la transpolación de los antiguos cuentos de hadas a la realidad actual.
Un gran abrazo.
Fantasía ensoñadora, vivir por siempre en un cuento!
Besitos,
FELIZ FIN DE SEMANA!!!!
Abrazos y energías
pásalo genial
:D
Encantado pela sua escrita criativa que nos faz viver o momento.
ag
Un cuento del tipo encantado, linda imaginación la tuya María Rosa.
Este cuento se me había pasado.
Besos María Rosa.
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