A pesar de las computadoras virtuales y la nueva
tecnología celular, de los altos
edificios que parecen jugar con
las nubes, en Buenos Aires, existen barrios escondidos donde los años pasan y no dejan huella.
Las casas lastiman los ojos, tan
descascaradas y grises, veredas con
grietas donde los yuyos crecen
alimentando flores silvestres. Las baldosas flojas salpican al caminante
distraído, aunque no llueva ni la vecina baldee la vereda, y en las noches de verano se escuchan coros de grillos
tratando de competir con los sapos que
desde el Riachuelo, le croan a las estrellas.
Barrios donde las historias, como la gente, se van cubriendo de un polvillo
blanco que algunos llaman olvido, hasta
que algún parroquiano las recuerda y las extrae de un baúl donde todo huele a
humedad.
Y
entre caña y caña, en el bar “La turca” los fantasmas
rejuvenecen y salen a purificarse por las calles, esas que una vez recorrieron del brazo de
algún amigo o de una novia quinceañera y juegan a tirarle piedras a la luna
cuando la madrugada aun duerme, su sueño
de albahaca y romero, perdida en las quintas del barrio sur.
Y a nadie le asombra, ni le llama la
atención los misterios que suceden al
caminar sus calles. Resulta natural
que al doblar una esquina se encuentran con un medio día de sol y una
calle más adelante la noche cubra las
casas y algún farol filtre su seda entre las ramas de los paraísos, mientras
lejana llega la voz de un bandoneón llorando su sonido tanguero.
Son barrios donde las dimensiones se
cruzan, los mundos paralelos se
saludan y dan tema para que el bar “La
turca” siempre este abierto, los parroquianos no duerman y la caña nunca se
agote.
31 comentarios:
hola Maria Rosa.
Recuerdos y más recuerdos de mundos que se disipan en el tiempo pero viven en la memoria nuestra.
Te deseo una feliz semana en estos días de reflexión y recogimiento, para unos y de vacaciones para otros.
Me tomo unos días de descanso, pasaré a visitarte tan pronto regrese.
Un abrazo
Ambar
pues acá existen muchos barrios así, fuera de todo mundo virtual y tecnológico
son vivos y palpables
muchos hieren la vista y descerrajan corazones que se pensaban blindados.
abrazos y feliz semana
MUY CIERTO, ESE CONTRASTE EXISTE EN BUENOS AIRES.
UN ABRAZO
Hay demasiados barrios de muchas maneras y con gente distinta y sus circunstancias.
Un beso.
Barrios entrañables de nuestras ciudades que viven por encima del tiempo, sobreviven a nostalgias, fantasmas....
es bonito recordarles y tenerles presentes, porque forman parte de nuestra historia.
Me enrollo, jajaaaaaa,,,,,,y me encanta tu historia de hoy,
. Besos :)
Bonito el barrio que describes, (uno de tantos en tantas ciudades), pero precisamente lo sitúas ahí, en Buenos Aires y sabes darle vida en tus letras.
Un abrazo en la tarde.
Algunos barrios son pura magia... y más si nos los describes tú.
Un abrazo.
Hola, Maria Rosa:
A mi me gusta ir a caminar, entrar a cualquier barcito de barrio y embriagarme de recuerdos...
Un abrazo.
Bello, siempre habrá algún café o barcito, donde el pasado con sus fantasmas sean el tema de cotilleo entre cerveza y cerveza. UN abrazo. Carlos
Sabor y recuerdos de tangos.
Te deseo buenos días de Semana Santa.
Un abrazo.
Esos barrios y su entorno de segunda :que se van quedando en el olvido y sólo los mantienen vivos los pocos ciudadanos que forman parte del mísmo escenario.Me viene a la mente la casa de mís abuelos paternos que era terrera y guarda mucha similitud con estas barriadas de gentes humildes.
Un abrazo y feliz Otoño Mª Rosa.
Barrios así también los tenemos por aquí, tu los has explicado a la perfección.Besotes
Hola María Rosa !! Acá estoy. ¡TE ENCONTRE !!
Tu prosa es cuidada y muy buena. De ella se derrama tu amor por tu ciudad.
Tu blog me contagia mucha paz. De entrada nomás ese dulce y suave color lavanda me acaricia. Es muy lindo María Rosa ! ¡ Te felicito !!
Te dejo besos de miel y canela.
Mariarosa , tu pluma no es banal para nada
gracias por tu huella
abrazos y buen fin de semana
Lugares donde el tiempo parece que se detiene, y las historias en torno a ellos no cesan...
En todas partes, supongo.
Abrazos, y gracias por tus visitas en Verbal.
FELICIDADES.
Un texto lleno de sabor, como ese barrio, como esa tasca.
Que bien transmites todas las sensaciones.
Un besazo querida amiga
P.D. Él siempre nos escucha, no un madero, Él, el que vive.
Cómo me gustan esos sitios donde el tiempo se detuvo.
Besos.
Maria Rosa,nos haces una descripción tan bella y lírica de esos barrios olvidados y entrañables,que nos elevas a otras dimensiones,amiga...
Mi felicitación por esta prosa,que yo llamaría poética por su belleza expresiva,que pintan imágenes soñadoras e inspiradoras,amiga.
Mi abrazo grade y gracias por tu presencia siempre.
Feliz Semana Santa,compañera.
M.Jesús
Barrios con duende...
Saludos
Qué preciosidad! Cuando escribe sobre su tierra aumentan mis deseos de conocer ese Buenos Aires que nos muestra, tan cálido y pleno de sabor.
Un texto maravilloso, la felicito.
Buenas noches
Bisous
Aunque nos rodee cada día más la tecnología, siempre tendremos a mano esos paseos por los barrios, sus esquinas y fantasmas, los cantos de los grillos y una que otra baldosa que nos hace dar un mal paso. Bello recorrido. Para mi cargado de recuerdos.
Un abrazo
HOLA MARIAROSA
ESOS BARRIOS TIENEN TANTO DE NOSTALGIA DE TIEMPOS PASADOS, DE PASOS, DE VOCES, DE RISAS... ME PASA CUANDO VOY AL CAMPO Y VEO LA CASA ABANDONADA DE MI ABUELA. ME PARECE QUE ESTÁ LLENO DE ALMAS... POR ESO SIEMPRE EL CAMPO ME DIO TRISTEZA.
ESOS BARRIOS SE PARECEN, PORQUE HAN SIDO RECORRIDOS, VIVIDOS...
UN BESO QUERIDA AMIGA.
FELICES PASCUAS!!!
María Rosa:
Que la luz de pascuas traiga paz y salud,a ti y seres queridos.
Cariños
Buenos Aires, es una ciudad bohemia, literaria, cosmopolita...llena de rincones, de espacios, de lugares, de barrios con nostalgia, con poesía, con sabor dulce, con sonido a tango, a milonga, a letras sugerentes que se cuelan por calles y plazas recordando pasajes de novelas o cuentos de tantos autores.
Tu homenaje a esos barrios añejos me entusiasma por ese apego, afecto y admiración que siento por Buenso Aires a quien un día espero regresar y volver a pasear por su calles y avenidas que tanto me emocionaron.
Un abrazo grande y gracias por traernos a la hermosa ciudad de Buenos Aires.
Creo que seria sumirnos totalmente en la desproporción si permitiéramos que ciertos barrios de nuestras ciudades desaparecieran...¡ Ya se ha perdido tanto...! Además, recordar...es vivir...
saludos
En todas las ciudades quedan barrios como el que describes.
Pasear por sus calles es trasladarte a otra época, no demasiado lejana, donde la vida se saboreaba con calma.
Besitos.
Yo creo que en todas las ciudades podemos encontrar rincones que, a simple vista, parecen estar olvidados de la mano de Dios.
Pero las paredes de sus casas, el olor de sus calles, ese típico bar de "la turca" y esas cañas de cerveza, son la sal que se respira e impregna el corazón de aquellos que lo han sentido y vivido.
Tu relato parece una poesía.
Te dejo un fuerte abrazo.
Kasioles
La magia del barrio, son las personas que han pasado por sus calles y han ido forjando, unas veces historias y otras historietas.
un abrazo
fus
Si no fuera por la magia de lo imposible, que mundo sería este!
Saludos doña Mariarosa!
Sin lugar a dudas, esos barrios son el alma de las ciudades, porque allí se detiene el paso del tiempo. Son las mismas mesas, faroles, calles, que esperan por los amantes de los recuerdos...Y yo soy una de ellas.
Besos María Rosa.
Un paseo imaginario y virtual precioso, a mí me queda hacerlo en persona, ¡Argentina, un país en mi lista de viajes pendientes!
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