La música brotaba de los árboles y se instalaba en el jardín, primero lenta,
luego fuerte hasta aturdir mis oídos, la primera vez que la oí, bajé corriendo
las escaleras de la pensión y salí al parque, al llegar el piano había cesado, quedé como una tonta
dando vueltas entre los pinos, el silencio era total. Volví a entrar el reloj del comedor marcaba las 2;10hs, no
logré dormir en lo que quedaba de la
noche, pensando en ese piano enloquecido.
Nadie en la pensión lo había escuchado. Doña
Lola la dueña, era sorda y los otros dos inquilinos, que habían llegado ese día con el tren de la
tarde, nada escucharon. La joven, una
monja de rostro aniñado solo negó con la
cabeza ante mi pregunta.
Todo me resultaba muy extraño, “debe haber sido
un sueño,” exclamó el hombre mayor, quien dijo llamarse Felipe Garbó y que era
psiquiatra y estaba en viaje de descanso.
La religiosa nada comentó de su estadía en la
pensión, pero era raro verla sola en ese lugar. Yo había llegado para descansar
unos días y luego seguir viaje hasta el pueblo vecino donde debía entregar un
trabajo realizado por mi padre que era joyero artesanal.
La noche siguiente volví a escuchar el piano, nuevamente corrí al parque y se repitió lo mismo de la madrugada
anterior.
Al preguntar a la religiosa y a Garbó, dijeron
que nada habían escuchado.
Durante tres noches se repitió la situación. Me sentía muy
mal, ya que mientras todos dormían muy tranquilos yo lo pasaba en vela. La
religiosa comentó que las almas en pena solían
vagar por las noches y que seguramente la música que llegaba era de
algún pianista que había muerto violentamente y buscaba su descanso eterno, me
estremecí, esos temas me producían escalofrío y para completarla; doña Lola
recordó que unos años atrás asesinaron a
un pianista en el pueblo. Por mi espalda corría la fría transpiración del
miedo.
Comentando con el psiquiatra mi situación, dijo
que le gustaría estudiar mi caso mediante una sesión de hipnotismo, era tal mi
desesperación que acepté, la religiosa dejó de lado su apatía y se unió a
nosotros ya que el doctor, según dijo,
necesitaba ayuda. Doña Lola nada quiso saber con esas cosas raras y se retiró a dormir. Según Garbó, debíamos realizarlo a la misma hora en
que yo escuchaba la música, así que a las 2;00 de la mañana, psiquiatra y
religiosa entraron en mi cuarto, Garbó trajo una botella de licor y nos convido
antes de comenzar la sesión, dijo que era bueno entonarse antes de entrar en trance.
Sin luz, nos sentamos alrededor de la pequeña
mesa, guardamos silencio, yo no me sentía bien, deseaba escapar, recuerdo la
voz ronca de Garbó, suavizarse y por momentos alzarse hasta ser un trombón, mientras
un péndulo se movía frente a mis ojos y nuevamente el miedo me hacía transpirar
hasta que perdí el conocimiento.
Desperté sobre mi cama, mi reloj marcada la 10;
00 de la mañana. Me levanté, no recordaba nada de la noche anterior, solo veía
el péndulo frente a mis ojos y la cabeza se me partía de dolor. Fui a la cocina a pedirle a doña Lola una aspirina,
no vi a la monja, ni al psiquiatra, le
pregunté por ellos y respondió que se
habían marchado esa madrugada en el tren
de las cinco.
Extrañada el comportamiento de los dos, volví a mi cuarto. Mientras preparaba mi maleta para
seguir mi viaje al pueblo siguiente me di cuenta que me faltaba la caja de las alianzas
que debía entregar al joyero amigo de mi padre y mi dinero.
Entonces comprendí, me habían timado, toda esa puesta
en escena, del piano que solo yo
escuchaba y la sesión de hipnotismo fue
para robar mi dinero y las alianzas de oro, modelos únicos diseñados por mi
padre y que valían una fortuna, me habían dejado sin un peso partido por la
mitad y con la rabia de haberme dado cuenta que había sido una tonta.
Al hacer la denuncia ante la policía y dar los
datos de los ladrones, me informaron que eran dos cacos conocidos por ellos y que hacía años los buscaban. Trabajaban bajo
diferentes disfraces y siempre encontraban alguna persona descuidada y credula
que caía en sus trampas, como yo, por ejemplo.
Es simplemente un cuento, pura imaginación.
18 comentarios:
Pero es un cuento y relato bonito y entretenido.
Un abrazo y felicidades.
Qué buen, un timo en toda regla, bien urdido.
Saludos.
Hola amiga mía, es solo un cuento, pero un buen cuento. Vaya tela con los dos. Besos preciosa :D
Muy bueno un cuento bien tramado y hay que ver las mentes si pensarán para lo bueno como lo hacen para la malo abría más mentes privilegiadas. Un besote grande.
Un cuento o como quiera llamarlo pero es una preciosidad, un placer pasear por las palabras y disfrutarlas. Abrazucos
No me lo esperaba. Un beso
Curioso cuento con final inesperado, pero brillante y me refiero a todo tu relato, María Rosa. Tienes una pluma muy imaginativa y con un importante toque de realidad.
Feliz lunes.
Hola, que tal preciosa?
ese rostro angelical de Audrey, quien no se confundiria un monton y le confiariamos todos nuestros mas sordidos pecados XD
Audrey es el rostro de una divinidad; que monja tan magnifica, asi da gusto que te estafen, jeje.
Muy buena historia, amiga. Interesante y sorprendente. Te deja helada.
Buen inicio de semana!
Besis.
Buen relato uno debe tener cuidado en quien confiamos. Te mando un beso.
Es triste pensar que haya gente de tal guisa.
Un cuento que ayuda a reflexionar, me ha encantado leerte.
Por cierto esta foto, me vino a la memoria la película de esta estupenda actriz.
Un abrazo, Mariarosa
Un buen cuento!
Preciosa historia que mantiene a uno en vilo a ver que sucede con el sueño. Un timo muy bien elaborado por ti, que resulta de lo más real y creíble. Bueno, y bien creíble puede ser con todos los timos que hay por ahí, sobre todo por teléfono en la actualidad.
Como siempre María Rosa un placer leer tus cuentos con ese ingenio que tienes y lo bien que los escribes.
Un abrazo y buen día.
Muy ingeniosos los delincuentes, María Ros. Un placer leerte.
Abrazos.
Será simplemente un cuento, pero absolutamente ingeniosa. Muchos guionistas de series o capítulos de novelas escriben guiones inferiores. Lo tuyo tranquilamente serviría para series de tv.
Siempre me obligas a decirte lo mismo: desarrollo perfecto, trama que atrae hasta el final, etc. Pero no es copiarme a mi mismo, es la realidad.
Muy buena, realmente, quiero ver algo así en la tele.
Abrazo.
Pues desarrollas muy bien el contexto en el que los ladrones encuentran a personas descuidadas y crédulas a las que timar... :)))))))
¿Sólo imaginación?
Abrazo Mariarosa.
Para cada crédulo existe su timador, no hay caso.
Saludos,
J.
Pura imaginación, además muy inspirada.
Y noto que continua en el siguiente relato.
Un abrazo.
Igual la gente se impresiona con esas cosas algo tranfuga, los pillos no más saben bien como hacen para entrampar a alguien , huelen el dinero ...
Algún día caerán.
Abrazo.
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