Regresaste sin que nadie te hubiera llamado. Regresaste sola, como te
fuiste. La verja semiabierta te estaba esperando, solo ella, los demás ya se
habían ido.
¿Qué viniste a buscar? Te preguntan los rosales que han trepado hasta
cubrir las ventanas. No los escuchas, pero ellos sí, oyen tus pasos, te
observan. Desde el limonero te miran los azahares, los mismos que cada
primavera prendías en tu pelo.
Recorres el pasillo y la galería te abre los brazos, con sus viejos
sillones de mimbre. Todo está igual, abandonado, pero igual, un velo de polvo
cubre cada recuerdo, un viento desconocido surge desde el fondo del tiempo y solloza,
agita tu pelo y al cerrar los ojos, escuchas voces lejanas que te hablan, te
rodean los besos que no diste, los abrazos que negaste, el amor que dejaste
arrumbado en un rincón. ¡Cuántas cosas perdiste! ¿Habrá valido la pena? Sólo vos, tenés la respuesta.
Intentas abrís la puerta, la misma que golpeaste con rabia al irte, suena
a oxido la llave, pero permanece cerrada.
¿Por qué nos abandonaste Raquel? Te preguntan los espectros del ayer,
ellos abren la puerta y ella gime, te tiene lastima, los fantasmas no te
perdonan, huele a humedad la casa, te
estremece el frío de años, que reina en los ambientes, ellos disfrutan tu
angustia, no te quieren, te van empujando y te llevan sobre una alfombra de
hojas acumuladas, quieren que te vayas, te obligan a cruzar nuevamente la
puerta, esta vez se cierra sola y el sonido enmohecido de una llave invisible,
te dice que ya, ya no volverás a entrar.
26 comentarios:
Ese final... Pero bueno, el relato es bonito, me gusta.
Un abrazo.
Intenso, poderoso, profundo.
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Cumprimentos poéticos
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Qué impresionante. Hay cosas que cuando se rompen no se pueden arreglar. Un beso
Un bello relato muy característico de tu sello Mª Rosa y con un final no muy esperado.
Un abrazo, amiga.
Impresionante amiga mía, eres excelente narrando historias. Muchos besos:D
Cuando los fantasmas de una casa no te quieren, malo, mejor no vuelvas si algo tienen los espectros es que nunca olvidan. Un besote, y que miedo ...
Realmente hermoso relato, la descripción de cada espacio, el abandono, los sentimientos, me gustó mucho, saludos, PATRICIA F.
Lindo relato. Me ha gustado mucho . Te mando un beso.
Por te fuiste, Raquel? nos abandonaste, nos dejaste desolados y ahora volves, asi como si nada. No, no, no. Mala jugada. Ahora los fantasmas mandan y te estan diciendo que aqui para vos ya no hay nada.
Me fascino tu historia, querida narradora! Excelente!
Me llevo a imaginar varias situaciones.
Te dejo un besote ♥
Sensacional este relato, bellas frases las que usas para esta historia que tiene mucho encanto, sensaciones de recuerdos y frialdad al volver al lugar que abandonó. Me contagió un poco de miedo en ese cierre tan estupendo. Magnifica narración María Rosa.
Un abrazo y buen fin de semana.
Y si, que tristeza volver ...más si todo sabe que se fue en desamor , volver cuando ya todo está perdido...
Un bello relato, nos deja una enseñanza profunda.
Abrazos.
En las encrucijadas de la vida a veces dejamos atrás un trocito de nuestro corazón, no es fácil regresar a ciertos lugares que fueron una parte importante de nuestra vida, pero a veces es necesario pues hay preguntas que quedaron en el aire y a las que es preciso dar respuesta.
Muy emotivo, como siempre, tu relato. Me ha gustado mucho.
Besos!!!
¡Ohhh! Qué relato más sobrecogedor!
Lo narras tan estupendamente y-como ya dijo alguien- con tu inconfundible sello que hasta he sentido esa sensación de temor, esa necesidad de llegar al final para saber más.
Bueno pues...esta vez no hubo reconciliación con el pasado.
Y al llegar a ese final me pregunto cuáles habrán sido los acontecimientos por los que tuvo que partir, tal vez no haya tenido otra salida...¡quién sabe!
Abrazo y que disfrutes del finde María Rosa
Ella volvió una tarde y la vida le enseñó que, se puede regresar al lugar que se abandonó, pero nunca al tiempo perdido, pues no se puede esperar que nada cambie cuando se abandona cruelmente el sitio y a las personas donde se fue feliz.
Es impresionante la forma como describes aquella extraña sensación de que la casa misma le echa en cara a Raquel por el abandono. Transmites sus incomodos desplazamientos, sus miedos que la acompañan, sus implícitos remordimientos que me proyectan a pensar que ella llega a comprender (dolorosamente) de que nunca debió de irse así o que quizás nunca debió volver.
Autora, te felicito por tan exquisito trabajo.
la sensación que me deja tu relato es de la tremenda soledad que acompaña al arrepentiemiento. Volver al lugar que un día abandonaste voluntariamente es un acto de valentía que dificilmente puede salir bien. Los fantasmas y el tiempo,nunca perdonan.
Abrazo Mariarosa
Inquietante y lleno de interés porque los protagonistas son fantasmas y éstos viven solo en nuestra mente pero tienen la enorme capacidad de abrumarnos. Hay algo que se siente muy poético en este cuento, yo diría que lo es. Un abrazo.
Al menos la dejaron salir, pero hubiera sido que la encerraran con ellos, junto a la humedad y el olvido, los recuerdos y la memoria perdida.
Saludos,
J.
relato precioso donde juegan poniendo su pellizco de magia los fantasmas y el tiempo que sin piedad que ha cubierto de polvo el ayer, me ha encantado mariarosa
Un abrazo
Me encanta esa mezcla de de prosa y poesía, para un texto que duele. Las casas y sus o bjetos, también cobran la ingratitud del abandono. Un abrazo. carlos
Nos traes un cuento poético, muy bello y triste, por el recuerdo de aquel olvido, y recuerdos vividos.
Abrazo
Hola amiga, tanto tiempo, mi conexión con los contactos ha estado fallando, me han desaparecido comentarios de una forma extraña. Y muchas cosas más, no sé que pasa con blogger.
Nos dejas un relato contundente, con gran energía y una nostalgia muy bien resuelta. Esos seres que dejamos abandonados cuando la casa queda sola no nos perdonan. No es fácil relatar todo esto, y mucho menos con la jerarquía que lo hiciste.
Un gusto volver a verte en tu espacio.
Abrazo.
Hola, me encantó leer. Incluso me recordó algunos de mis sueños. Abrazos, Raquel
Hola María Rosa,me alegro ver qué tú prolífica imaginación no se agota.
Otro relato que gusta leer.
¡Un abrazo!
Los fantasma no perdonan el abandono. Muy bueno.
Buena semana.
Un abrazo.
Me pregunto si Raquel no tuvo un motivo justificado para irse, como huir de fantasmas.
Bien contado.
Maravillosa tu capacidad para retratar ambientes y sugerir emociones intensas. Escribes realmente bien, tu sensibilidad es, para mí, admirable, pero en este relato, has alcanzado una intensidad emocional sobresaliente.
Y comentando lo que me sugiere tu relato, te diré que es totalmente cierto lo que retratas. Porque los recuerdos pueden ser una bella luz que vivifique nuestro presente, y que nos alegre el presente.
Pero cuando el egoísmo o la soberbia o, simplemente, el miedo toman el control de nuestros actos, el daño que hacemos se proyecta en el futuro como una oscura sombra que entristece nuestro presente. Y cuando nuestro presente languidece, los fantasmas del pasado regresan para hacer más dolorosa nuestra vida.
Encuentro una maravillosa enseñanza en tu relato: cuidemos con amor a nuestros seres queridos, pues ellos nos llenarán de paz y alegría cuando ya no estén y la soledad sea una amenaza real.
Gracias, Mariarosa, por tu obra!!!
Y un enorme abrazo, querida amiga!!!
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