lunes

En el bar.


 

A veces  somos utilizados por  los sueños,  los cuales   nos llevan a vivir  situaciones que creemos reales. Pasamos a formar parte de una historia que, si no hubiéramos estado  allí, en el momento justo, no  la podríamos creer.

 

Un hombre bebiendo  es simplemente  una figura; si agregamos  mesas y sillas, un mostrador y yo atendiendo la caja, creamos la escena de un bar, cualquier bar de Buenos Aires a las dos de la mañana. 

Mi paciencia esperaba que el último  cliente decidiera  irse.  Pero él no tenía ningún apuro, aunque  ya iba por la tercera botella de cerveza,

 

Dejé el vaso y volví a mirarla,  era ella, no podía equivocarme; a pesar de los años lucía igual, tan frágil y bonita que daba placer mirarla. Había sido mi gran amor  y, cansada de mis engaños y mi debilidad  por el alcohol, un día  se esfumó como una voluta de humo y ahora, después de tantos años, cuando había dado por perdida la ilusión de encontrarla,  de pedirle perdón y reconquistarla, ella aparece como una visión,  sentada en  un bar, bebiendo un café, con la mirada perdida detrás del ventanal y sin darse cuenta de mi presencia. Esperaré  el momento en que ella decida  salir y me voy a acercar.

Necesito coraje, voy a  pedir  otra cerveza.

 

 

Por lo visto, no sólo no se va, sino que  está pidiendo otra botella.

Me acercó y le explico que debo cerrar, que no puedo  servirle más alcohol.  Me mira sin entender o sin verme, está completamente borracho.

—¿Quiere que le pida un taxi?

Ante mis palabras el hombre  enfurece, golpea la mesa. Luego se serena,  me pregunta por  una mujer y me señala el ventanal.

 

 

El cajero me dice que debe cerrar. Observo que la mesa de la esquina del bar, está vacía. ¿En qué momento ella  se fue? ¿Cómo no la vi salir?

 Le pregunto al cajero que sigue hablando de un taxi y de que me tengo que ir.

El tipo me mira con pena. Vuelvo a preguntar:

—¿La mujer que estaba sentada en aquella mesa, usted  la vio salir…?

Me responde que no hay nadie, que estamos solos.

—Pero  estaba bebiendo café, miraba a la calle como si esperara a alguien y luego desapareció.

El tipo no me entiende o tal vez me oculta algo…

 

El hombre se ha puesto furioso e insiste preguntando por una dama que estuvo en el bar, pero la mesa a la que hace referencia, está vacía desde hace horas. El tipo se levanta, corre hasta la puerta, la cruza y se pierde; lo traga la ciudad oscura.

Y mágicamente, como si un dibujante disconforme con su trabajo  borrara  la escena, se evaporan las mesas, las sillas y el bar; sólo queda  mi imaginación  intentando hilvanar  un comic en blanco y negro y  una situación que ya no existe. Y me encuentro  sentado en el cordón de la vereda, junto a varias botellas vacías, que  tintinean  su música burlona, cada vez que un auto cruza velozmente la calle.

       

27 comentarios:

Ester dijo...

El sueño y las ganas fue una alucinación, leemos sus pensamientos y deseamos el encuentro y el perdón pero "Necesito coraje, voy a pedir otra cerveza" nos devuelve a la realidad. Hay cosas que no cambian y espero que tu seas una de esas personas que no lo hacen, pasar y leerte es magnífico. Abrazos

Campirela_ dijo...

Que momento nos has hecho pasar la mente es asombrosa, recreo a partir de un inmobiliario una escena que tal vez sea la que tengamos en mente y el alcohol lo único que hace es recrearla de tal manera que los recuerdos los vamos forjado y es ahí donde hay algo que falla, ese perdón que buscamos con autentica necesidad. Un besazo y como siempre me encanto tu cuento.

retazosmios dijo...

Precioso relato cargado de muy buena imaginación. La mente es extraordinaria y prodigiosa siempre que sea empleada con buenos fines. Todo en esta vida es perdonable siempre y cuando el arrepentimiento se realice honestamente y de corazón.
Amiga mía, me encantó leer este maravilloso relato.
Un gran abrazo y te deseo un precioso mes de diciembre.

Auroratris dijo...

Qué gran relato, María Rosa. Me ha gustado mucho las dos líneas y la narración a dos voces. Te felicito por el ambiente creado.

Mil besitos para ti ❤️

Rafael dijo...

La imaginación y los sueños forman una importante "caja de sorpresas" para el autor.
Un abrazo.

Susana Moreno dijo...

Una historia muy original. un beso

Margarita HP dijo...

Maravilloso María Rosa, que forma más genial de entremezclar la realidad y los sueños. Besos :D

Lu dijo...

Hola María Rosa
Muy buen relato una vez más.
La fuerza de la imaginación, la mezcla de sueños y realidades.
Y esta frase casi como cerrando la historia:
"Y mágicamente, como si un dibujante disconforme con su trabajo borrara la escena, se evaporan las mesas, las sillas y el bar; sólo queda mi imaginación intentando hilvanar un comic en blanco y negro y una situación que ya no existe"
¡Me encantó!

¡Tu imaginación vuela alto amiga! Felicitaciones!
Va mi abrazo feliz martes y cada día por venir

Contratar a Andrea Frigerio dijo...

Hola,
Me ha parecido una historia fantástica, parece salida de un libro de Bukowski.
Un abrazo

Mª Jesús Muñoz dijo...

El narrador imagina un sueño. En ese sueño puede ser, a la vez, el cajero y cliente de un bar, que cree ver a su antiguo amor...Me encanta cómo has creado la perspectiva de alguien que mira de lejos la escena con "objetividad" y a la vez ser el bebedor nostálgico y esperanzado. Has mezclado la realidad y el sueño de forma magistral, María Rosa...A veces creamos sueños, ansiados deseos, que nosotros mismos "desbaratamos"en un instante, por creerlos imposibles...
Mi felicitación y mi abrazo entrañable por tu admirable y bien armado relato, amiga.

Carmen Silza dijo...

Excelente forma de mezclar, maravilloso coctel, fantasía y realidad, precioso amiga.
Gracias por hacerme pasar un buen momento leyendo.
Feliz semana.
Un abrazo

José Luis Asensi dijo...

Has creado magia en este cuento, has fusionado y mezclado realidad, la que has creado, ensoñación, imaginación y fantasía. Tal vez unos recuerdos que pugnan por hacerse presentes, realidad deseada dentro de esa ficción que a veces es la vida.
Y esta frase cerrando,genial "Y mágicamente, como si un dibujante disconforme con su trabajo borrara la escena, se evaporan las mesas, las sillas y el bar; sólo queda mi imaginación intentando hilvanar un comic en blanco y negro y una situación que ya no existe."
Muy, muy bueno. Buenísimo.
Un abrazo.

Elda dijo...

Que ingeniosa y original historia has creado y maravillosamente expuesta y tan grata de leer, con un final estupendo que en tus cuentos nunca se espera. Una mezcla estupenda de tu imaginación inagotable de escritora.
Un placer la lectura Mari Rosa, y felicitaciones.
Un abrazo.

Anton C. Faya dijo...

Pero que lujo Mariarosa... Me lo disfruté muchisimo.
GRACIAS...

J.P. Alexander dijo...

Muy buen relato me gusto el final. Te mando un beso

Sandra Figueroa dijo...

La imaginación es poderosa, un gran relato que imagino y me pierdo en ella.... Saludos amiga.

lanochedemedianoche dijo...

Una mágica historia, muchas veces vemos aquello que deseamos ver, nuestra mente vaga sin descanso para sentir aquello que ya se fue. Excelente
Abrazo

Laura. M dijo...

Que siga tu imaginación mezclando y creando relatos así. Sabes bien como mantenernos pegados hasta llegar a esos desenlaces tan insospechdos.
Buena noche Mariarosa.
Un abrazo.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

ASí es el ingenio y la creatividad. NO importa donde estés, que estés haciendo. Siempre grato leerte. UN abrazo. Carlos

Ernesto. dijo...

Excelente relato. Con pasajes y escenas llenas de misterio. Y ese final inesperado.

Abrazo Mariarosa.

Ernesto. dijo...

Hola Mariarosa.

Ese RERE de más arriba, igual que el anterior RAJANI RAHANA, son TIMOS TIMOS que ni leen ni les interesa el contenido de los blogs en los que dejan su "semilla".

Buscan seguidores en sus blogs con finalidad oculta.

Chao.

AMALIA dijo...

Te felicito por un relato tan lindo.
Me ha gustado mucho.
Un beso, María Rosa.

Meulen dijo...

Un despliegue bien potente de la imaginación aquí
me imaginaba cual dibujante . con esos dibujos que se hacen en las pizarras virtuales, que se pueden ir haciendo y borrando sin más...

Muy interesante a su vez ,porque relata esos hechos reales que tantas veces pasan en esos oscuros bares y que solo los cantineros o meseros saben que es parte de lo cotidiano, quizás más asiduo de lo que se cree.

Te dejo un abrazo.

Costantino dijo...

E' un racconto bellissimo, complimenti !

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Parece que se esfuma el límite entre la imaginación y la realidad.
Que parte de lo desvanecido se desvanece. Y que ese límite puede ser subjetivo y cambiante.
Un abrazo.

José A. García dijo...

A la imaginación le gusta jugarnos malas pasadas. Y quien diga que nunca le ha pasado algo semejante miente descaradamente.

Saludos,
J.

Hada de las Rosas dijo...

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_____________.♥* Que tal amiga!
los sueños nos tienden trampas, a veces son tan vividos
que dan o bien temor o bien desazon al despertar,
se nos esfuman,
los queremos atrapar...
buenisimo cuento con ese sello tuyo tan identificable.
besos y benas noches.

La Gardenia.

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