—Tal vez le compró o le llevó su coche para arreglar…
— ¿Te imaginas a una señora como ella en
semejante barrio?
Era difícil
imaginarlo, pero en el celular de Montoya aparecieron demasiadas
llamadas al teléfono fijo de la señora Benítez.
Los detectives visitaron a la señora Soledad
Benítez, se encontraron con una bella mujer de unos cuarenta años, muy
elegante. Ella declaró que no conocía a
Montoya, pero que desde hacía un tiempo
recibía llamadas obscenas, a tal punto que había pedido el cambio de número
telefónico. Al salir, Garmendia preguntó a su asistente:
— ¿Algo te llamó la atención?
—Dos cosas —dijo Carmona— el nerviosismo de la
señora Benitez y la blancura de su piel…
Juan Heredia era primo de Montoya y se había comunicado
con los detectives, ellos fueron a visitarlo. Era dueño de una inmobiliaria en
Derqui.
La oficina de Heredia lucía pulcra y él se advertía una persona
agradable.
—Sabía que mi primo, algún día iba a terminar así — fue lo primero
que dijo sin apenarse.
Les sirvió café a los detectives y siguió
conversando.
—He recordado que mi primo, hace poco más de un
año, estuvo en mi oficina; ese día vino a pedirme dinero, cosa usual en él.
Estaba sentado en ese rincón —señaló un sillón de espaldas al ventanal que daba
a la calle— mientras yo atendía a un cliente, entró una señora muy elegante y
lo vi mirarla y sorprenderse, ella no había reparado en su presencia, él se
acercó y recuerdo el gesto de desagrado de la mujer. Él le hablaba muy despacio
no logré escuchar; pero ella dio media vuelta y salió. Mi primo la siguió y
quedaron hablando en la vereda. Entendí por los gestos que discutían, ella
subió a su coche y se fue. Él anotó la
patente y entró de nuevo. Le pregunté
quién era y respondió: “una antigua amiga que regresa del más allá”. No le
entendí y agregó “con semejante ropa cara, debe haber pelechado bastante en la
vida, esta amiga me va a salvar”. Le di algo de dinero y se fue. No lo volví a
ver.
— ¿Recuerda quién era esa mujer?
—Nunca la había visto, ya le dije, entró y sin
explicar para qué había venido, se fue y no volvió.
— ¿Y la marca y color del auto?
—Era un Audi blanco.
Al salir Garmendia le pidió a Carmona que
averiguara el historial de la señora Benítez.
— ¿Te parece necesario?
—Pensá que no siempre fue la esposa de un
secretario de Comercio Exterior. Quiero que averigües lo que puedas de su
pasado.
Siguieron preguntando a los vecinos del gitano,
y otro repitió la historia de la gitana en un auto azul, que llevaba una rosa
roja en el pelo y, agregó que la patente terminaba en 15, lo recordaba porque
lo había jugado a la quínela y había acertado.
Investigaron y en casa de los Benítez no había un auto azul.
Continua mañana….
Pelechado o pelechar se dice en Argentina a la persona que se ha enriquecido. (lunfardo)
15 comentarios:
¡¡Qué misterio!! Deseando llegue mañana para saber más. Besos María Rosa :D
Muy bien narrado. Un beso
¡Estos gitanos...!
Un abrazo.
Interesante... ya estoy atenta a la continuación.
Mil besitos, Mariarosa y feliz semana ♥
Sigue muy intrigante, a ver qué nos depara el final...
Gracias, Maria Rosa, buen lunes.
Sigue interesante y misterioso.
Seguiré el final, para ver como se resuelve.
Abrazos.
Bueno, quedamos a la espera. Un abrazo. Carlos
Muy interesante
Paz
Isaac
Uy genial relato me quede con la intriga ¿lograra descubrir lo que paso Garndenia? Espero que si.
mmmm vengo leyendo y esperaremos ..Creo que en esta historia del gitano puede suceder cualquier cosa..y con lo bien que relatas..más aun... me vengo preparando
Me quedo intrigada... Saludos amiga.
Como siempre mucha imaginación e intrigante historia, esperando quién es la persona misterio.
Gracias por tu interés, estoy bien, tan solo que he abandonado los blogs, pero tengo algunas publicaciones de viajes no publicadas.
Un abrazo
Emoción e intriga,mucha intriga en estas dos entregas. Espero el desenlace.
Abrazos,Maríarosa.
Misteriosa la señora Benítez y su flor en el pelo...Voy a leer el tercero, amiga.
Mi felicitación por la maestría de tus letras
y mi abrazo admirado, amiga.
¿Por qué al detective Garmendia le llama la atención la blancura de la piel de Soledad Benítez? Elegante mujer, que parece tiene un oculto pasado.
Que asesinado conocía muy bien.
He comenzado a sospechar que las dos mujeres son la misma.
UN abrazo.
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