martes

En un mundo de sal y reflejos.






Hay una barca solitaria sujeta a uno de los pilotes del viejo embarcadero. La sal y el yodo gastaron su madera. Olvidó los meses o años que espera, nadie la cuida. Un gusano viscoso la oxida y le roba la vida. Quiere volver a navegar, abrirse paso en el océano, bañarse de espuma y sal, y ver a las gaviotas que con vuelo rasante, cruzan y  le roban algunos peces de su carga, mientras  su pescador canta canzonetas de amor.
¿Dónde quedó todo aquello?

Una noche el mar creció, elevó su frágil cuerpo y la furia  de la tempestad desató sus amarras, las olas tejieron telarañas de espuma en su proa y los peces empujaron sus sueños en un juego que la alejó de la bahía.
Volvieron las gaviotas, y un canto sin música la fue llevando mar adentro a un naufragio anunciado. Se vio rodeada de estrellas marinas, un abismo de corales abrió sus brazos para recibirla y un arrullo de sirenas la surcó de proa a popa.

Quedó anclada en fondo del océano en un mundo de sal y reflejos, con su misión cumplida y rodeada por el vientre enmarañado del mar. 

23 comentarios:

Julia López dijo...

Supongo que tuvo el final digno para una barca pesquera, es una historia muy bonita y emotiva.
Besos

Susana dijo...

Bonita historia. Un beso

Campirela_ dijo...

Un bonito poema donde podemos imaginar que aunque se esté anclada por mucho tiempo siempre habrá la esperanza de que alguien te libere y des con lo que realmente te haga feliz ..como a esa barca.
Un abrazo.

buhoevanescente dijo...

Me gusta el aire nostálgico que se trasluce.Gracias.saludosbuhos.

Ester dijo...

El mar es mi amor, y las barcas que lo visitan y las olas que nos envía, y el espejo que les presta a las estrellas. Uf, me enrollo y solo venia a darte un abrazo pero me ha gustado tanto leerte que no quiero irme

J.P. Alexander dijo...

Uy adoro el mar. Te mando un beso me encanto esta entrada.

Sara O. Durán dijo...

Será un buen hogar de peces y todo tipo de bichos, una que otra sirena.
Un abrazo.

Sandra Figueroa dijo...

No hay que perder la esperanza, todo puede suceder en un minuto. Maravillosa historia. Saludos Rosa.

Elda dijo...

Que precioso relato, me ha parecido una dulzura y una analogía del camino de la vida humana.
El esplendor y la decadencia hasta un fin...
Fantástico M. Rosa, bellas imágenes con tus letras.
Un abrazo.

Estrella Amaranto dijo...

Precioso texto poético repleto de nostalgia, con inquietante pregunta: ¿dónde quedó todo aquello?...
Me ha gustado esta metáfora de la barca como personalización de nosotros mismos, que vamos cruzando mares hasta que los años van pasándonos factura y nos damos cuenta de todo el paisaje que dejamos atrás... Entonces sentimos ese gusano interior que nos habla del tránsito temporal de nuestra existencia humana y como la muerte ancla en cuerpo al fondo del abismo, después que el alma haya cumplido su misión.
También me ha recordado un poema muy famoso: "Coplas de Don Jorge Manrique por la muerte de su padre", que nos habla también de este tránsito temporal de nuestra existencia corpórea, del rápido discurrir de los años hacia nuestra última morada, despertándonos del sueño en el que permanecemos.
¡Feliz semana!
Mis cordiales saludos, apreciada Mariarosa.

Mari-Pi-R dijo...

Como siempre una bonita historia, feliz día.

Mª Jesús Muñoz dijo...

Le has dado voz al sentimiento de esa barca varada. La vida es cambio y evolución, nada se queda quieto, todo avanza hacia adelante y esa barca siguió su destino, como todos nosotros lo seguiremos, María Rosa.
Mi felicitación y mi abrazo por tu profundidad y belleza literaria.
Mi abrazo y mi cariño.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Hermosa prosa poética, en la metaforización de la vida en esa barca, que termina en el fondo mar. Ahí formará un coral, para una colonia de peces, en un destino útil, áun después de su naufragio final. Un abrazo. Carlos

Mirella S. dijo...

Cambiará de entorno, con el tiempo se volverá parte del fondo del mar y de la vida que la habita.
Me encantó la forma poética que usaste para contar la historia.
Un gran abrazo, Mariarosa.

Pedro Luso de Carvalho dijo...

Olá, Maria Rosa!
Gostei muito do seu “En un mundo de sal y reflejos”, uma bela prosa poética, que no seu início (traduzido) diz assim:

“Há um barco solitário preso a uma das pilhas do velho cais. Sal e iodo gastaram sua madeira. Esqueceu os meses ou anos que você espera, ninguém cuida dela. Um verme viscoso o oxida e rouba sua vida [...]’’
Parabéns!

Uma excelente sexta-feira, com muita paz, Maria Rosa. Bjs. Pedro

El Baile de Norte dijo...

Zarpar como metáfora de cambio,... hundir como metáfora de miedo a perderlo todo,... un antagonismo que preside nuestra vida!

Margarita HP dijo...

Me he emocionado al leer tu hermoso texto amiga María Rosa. Creo que porque sin poder evitarlo he hecho un simil entre esa barca y alguien a quien quiero mucho que no lo está pasando bien. Es precioso. Es realmente precioso.
Un beso muy fuerte cariño :D

Laura. M dijo...

Me gustó su viaje mariarosa. Me da pena verlas varadas, medio destruidas y abandonadas a su suerte cuando vamos al mar. Bonita historia.
Un abrazo.

Marinela dijo...

Hola Mªrosa: paso a leerte y saludarte.
Un abrazo.

Ernesto. dijo...

Relato poético... sobre las barcas y sus mundos.

Barcas similares y mundos, ya dejados atrás, en aquella pequeña, natural y limpia isla que me vio nacer. ¡Ibiza!

Abrazo Mariarosa.

Marina Filgueira dijo...

¡Holaaa, Mª Rosa!

Es un bello relato plasmado con un pizco de melancolía y profundo sentimiento, una barca anclada en el puerto puede tener o tiene un triste significado. Me gusta como escribes me ha encantado leerte y te felicito.

Te dejo mi inmensa gratitud, mi estima y mil bendiciones.
Un abrazo y se muy, muy feliz.

Meulen dijo...

Así reposamos al final...cual barca ...queremos al fin descansar rodeados de la belleza eterna del agua y la tierra...pero sobretodo a los ojos de Dios...

Hermoso escrito!

Luján Fraix dijo...

Qué belleza de prosa poética.
El destino inexorable.
Una maravilla como siempre mariarosa.
Un abrazo.

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