Una
tarde, poco después de llegar de vacaciones, decidí hacer arreglos en mi casa, la
idea era poner orden en los estantes, desechar la ropa en desuso y quitar viejas
carpetas con cuentos que ya no servían, algunos ya publicados, otros corregidos y archivados a la espera de una
mejor oportunidad.
En un
estante, hallé varios cartapacios con cuentos desconocidos. No me pertenecían
¿Qué
estaba pasando?
Vivía
sola y nadie entraba en mi casa, la situación era muy difícil de entender.
Presa de un nerviosismo que no lograba controlar, abrí cajones, placares, di
vuelta hasta los muebles de la cocina y el
baño y para mi asombro, en todos encontré vestidos, dentífrico, jabones,
desodorante, platos y tazas que no eran míos. ¿A quién pertenecían?
Alguien
había usurpado la casa durante mis vacaciones. Hice la denuncia policial. Una
detective y una oficial tomaron datos, buscaron huellas y me dijeron que descartara
todo lo que no me pertenecía. Con santa paciencia, guardé y apilé cajas.
Días
después llamé a la detective y me dijo; que no tenía novedades.
Traté
de continuar mi vida normalmente, no me duro mucho esa tranquilidad. Mi casa
tiene rejas altas, un jardín y al costado, por un pasillo se llega a la puerta principal. Aquel día al
regresar del trabajo, pude observar tras las cortinas de la ventana, la silueta
de alguien que iba y venía. La sorpresa hizo que mis piernas no lograban
avanzar, quedé aferrada a las cerca
observando el movimiento en el interior, muy suave llegaba el sonido de una
música conocida. La persona, no logré identificar si era una mujer o un hombre
seguía dando vueltas, ¿bailaba? Mi corazón comenzó a latir con tal fuerza que
su sonido retumbaba en mis sienes. Abrí la reja, estaba sin llave, caminé por
el pasillo. Con cuidado y a pesar del miedo que humedecía mi camisa, llegué a
la puerta, abrí, y no encontré a nadie. Corrí de una habitación a otra, todo
era silencio.
Alguien
había entrado, abierto las cajas y acomodado todas sus pertenencias nuevamente en mis armarios y seguramente al escuchar mis
pasos; escapó.
Volví a
recurrir a la policía. Se presentó la misma detective, escuchó mi denuncia,
recorrió los cuartos, descargué en ella mi angustia, noté una chispa de desconcierto que pasó por sus
ojos a medida que manifestaba mi
situación. Comprendí que ella estaba tan
desorientada como yo, iba recorriendo con su mirada cada detalle, cada mueble.
La desesperación me hacía tartamudear, al fin no aguanté más, caí sentada en el
sillón y me largué a llorar. Ella quedó
de pie, no dijo una palabra y cuando al fin me calmé, con voz suave y muy serena me dijo:
—No
hemos encontrado nada sospechoso, ninguna de las dos veces, creo que aquí
sucede algo que no es tema para la
policía.
—¿Qué
quiere decir, y las huellas que levantaron a quién pertenecen?
—Justamente, eso le quiero explicar, nada encontramos
luego de recorrer la casa y las huellas; son suyas, analizamos desde el
dentífrico, las tazas y las carpetas,
siempre están las huellas de Clarisa
Garmendia, es decir; sus huellas, yo le recomendaría visitar a un psicólogo,
él sabrá como ayudarla…
20 comentarios:
Excelente texto, me a encantado......quizá necesite un psicólogo o no, depende de ella, hay quienes tienen una doble personalidad siendo ellas mismas y no se dan cuenta....saludos
Que genial relato, me he quedado con ganas de más, :))). Una historia verdaderamente angustiosa y con un misterio indescifrable para la protagonista.
Me ha encantado el tema y me encanta como desarrollas los textos.
Un placer la lectura. Un abrazo.
Gran final. Un beso
Amiga un buen relato , me decanto por dos cosas , o bien ella tiene una doble personalidad o tal la usurpadora es la fatídica enfermedad del olvido ... O hay una tercera posibilidad un ente extraño sobrenatural .
Desde luego da para seguir con el relato podría ser una estupenda novela .
Un fuerte abrazo.
Bonito relato con suspense y sonrisa al final.
Un abrazo.
Los misterios de Mariarosa. Excelente narración.
El final?... Imprescindible :))))
Abrazo.
Uf, se me ha erizado la piel. Suspense total... ¿Su mente ha volado? O tal vez haya otra explicación... algo más paranormal.
Besos María Rosa :D
María Rosa, siempre te digo eres especial para estos relatos, tu imaginación no tiene límite y nos regalas maravillas, placer leerte amiga.
Abrazo
Hola Maria Rosa , un buen relato que te deja enganchado a la silla hasta el final , esperemos que el medico la pueda ayudar , sabes en cierta manera ahora que lo dices , a mi me pasa lo mismo con tus dos blogs , antes no tenías unos que se llamaba "Poesía sin cuento " y el otro es cuento y poesía " ¿no, uno era de color morado y el otro de color amarillo ? te lo digo , por que no hace mucho , que pase a leerte y no sabía en cual de los dos te había dejado comentario , ya que pensé que se habían perdido , en fin que bien esta lo que bien acaba , te deseo una feliz semana , besos de flor.
Pd ; No estaré perdiendo la cabeza , verdad ?jajajajajajaja
Directamente entramos a tu relato, acompañando a la protagonista en su enigmático problema...Pensamos con ella, sentimos con ella y con ella nos sentamos, desconcertados, sin saber qué esta ocurriendo...Ella era escritora de cuentos, tenía una gran imaginación, pero la vida la sorprende y le envía un relato en el que ella era protagonista, ahora debía seguir escribiendo para resolver el enigma...
Mi felicitación por tus buenos textos, María Rosa.
Mi abrazo y feliz diciembre.
Te felicito, has creado un cuento lleno de misterio e interés y naturalmente el misterio ha quedado sin resolver porque sabemos que la narradora no ha enloquecido que es lo que piensa la policía. Un abrazo.
Los relatos con un toque fantástico son tu especialidad, los desarrollás manteniendo la tensión hasta el final y allí llega la sorpresa.
Excelente, Mariarosa, que el lector imagine lo que más le guste como respuesta al enigma.
Besos.
No creo tenga algún desorden mental, más bien me inclino por pensar que esos cuentos que encontró al principio forman parte de su vida y, que con tanta desbordante imaginación simplemente pensó que alguien la seguía.
Buen relato María Rosa.
Abrazos.
Tu relato me hacía pensar en los ocupas que entran en tu casa y toman posesión de ella, lo malo que cuando están ya no puedes entrar tu.
Un abrazo.
Tus relatos son únicos.Con el de hoy haces que nos metamos en la piel de la protagonista y sentir el desconcierto de no saber que es lo que esta pasando.Esperemos que se aclare pronto el misterio porque no se puede vivir con tanta incertidumbre.
Muy bueno Mariarosa
Un abrazo amiga
Es un relato bastante intrincado, pero muy ameno... por el final tan inesperado.
Un abrazo.
Emoción e intriga hasta el mismo final.Me ha gustado mucho este relato.Está contado con la maestría de quien ya ha escrito más de uno y más de dos.
Un abrazo Mª Rosa.
Fantástico final,... merecedor de un (continuará)
Que bueno el cuento, algo me decía que era ella misma, desdoblamiento...quizás debe disfrutar más de sus cosas y sus sueños...me parece que está en ese bailar...uno debe aprender desde siempre a gozar lo que tiene...relajarse que mejor que en lo suyo...
Besos amiga
Ha sido lindo volverte a leer ...
Ahora tomo descanso y leo tranquila y a mi antojo.
Abrazos
Querida, Rosa, el cuento da para varias lecturas. Esa es la validez de este relato. POne al lector a pensar o dudar. UN abrazo. Carlos
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