La función del circo había terminado.
Las luces del parque de diversiones mudaban sus
reflejos agitadas por el viento, dando una imagen fantasmal a los pasillos y a
los puestos de baratijas.
Marga circulaba de un lado a otro, una sensación que no lograba
definir la hacía volver la cabeza; presentía una mirada sobre ella. Observaba
cada rostro que pasaba a su lado, tratando descubrir algo; no sabía qué.
Anochecía cuando se detuvo ante el escenario del titiritero, dos muñecos
discutían, entreteniendo a los
niños. Uno de los títeres, giró cómicamente la cabeza, la miró y
preguntó:
—¿Por qué estás triste?
Los niños la miraron y rieron creyendo
que era parte de un juego. La obra siguió su curso y ella quedó absorta mirando los muñecos. Al terminar la
obra, se cerró el telón y los
espectadores se dispersaron. Comprendió que era hora de regresar y al hacerlo, escuchó una voz:
—Señora triste.
Se volvió. Desde el pequeño escenario un
arlequin le hablaba.
—Señora triste, esto es para usted.
Extendió una rosa roja. Ella la recibió
con una sonrisa. El títere se inclinó y
le dijo algo por lo bajo, luego desapareció. Marga se acercó, corrió el
telón y no vio a nadie, sólo un gato vagabundo que la miró sorprendido. Quedó desconcertada al
descubrir unida al tallo de la flor un
sobre pequeño.
La noche con su velo oscuro había
cubierto los puestos. El viento arremolinaba papeles en los rincones, arrancaba
las banderillas de colores y las hacía volar, aviones ilusorios que caían
desarmados al piso.
Fue hasta el estacionamiento. Pensó en el títere y su flor, aspiró el
perfume y sonrió recordando las palabras
susurradas en secreto. Subió a su coche,
y con delicadeza dejó en el asiento del acompañante la rosa, no se animó
a abrir la carta.
Ya en su casa, encendió la luz y fue directo a la mesa. Colocó la rosa en
agua y abrió el sobre:
“Soy
un solitario, poeta y titiritero. Cada noche te veo pasar, dueña de la
tristeza, me he enamorado de tus ojos y algo me dice, que podríamos… no sé… tal vez; enamorarnos. Si
mañana aceptas una nueva rosa; será un
si, Te estaré esperando.”
Maxi.
Sería una cita a ciegas, tal vez otro fracaso, se dijo, pero ese “te amo” que el títere había susurrado, le había llegado al corazón.
Había vivido demasiado
tiempo con los pies en la tierra… había llegado el momento de comenzar a volar…
Es un cuento de hace
algunos años, ya publicado, lo he reformado y corregido, espero les haya gustado.
24 comentarios:
Es un bonito relato y muy cargado de sensibilidad en esa entrega a la "señora triste"...
Un abrazo.
Un relato estupendo Maria Rosa. De suspense me pareció el principio por la escena presentada, y temiendo que algo le iba a ocurrir a la protagonista, terminó la historia con un giro encantador.
Me ha encantado, todo lo que escribes está genial.
Un abrazo y feliz domingo.
Una preciosa historia, Mariarosa. Dulce y tierna... y muy real.
Real en lo que tiene de encuentro entre hombre y mujer al margen, en este caso, de títeres y circos. Estas comunicaciones, contactos, enamoramientos al paso son, no digamos cotidianos pero sí con mayor frecuencia de lo que pudiese pensarse... E incluso de lo que los mismos "protagonistas" se permiten!
Abrazos.
Me ha gustado mucho, soy una romanticona sin remedio, continuará? me gustaría que así fuera y se encontraran el títere solitario y la triste señora.
Me has traído bellos recuerdos con este cuento.
Un abrazo en este domingo.
Ambar
Precioso, y de alguna manera reivindica a aquellos románticos que alguna vez han dejado anónimos.
Abrazo dominguero.
Una ilusión espera donde menos supones. Un beso.
Tu relato es un homenaje a la vida, por todo lo que conlleva de sorpresa, imaginación, sensibilidad, profundidad y magia...Muy bello e inspirador, amiga...La vida nos espera siempre en cualquier esquina.
Mi abrazo y mi cariño, Maria Rosa.
Tu relato es romántico, lírico, puro y grandioso para ese corazón en soledad.
Abrazo
Cuando menos se lo esperaba, Marga encontró una posibilidad de enamorarse. Es muy hermosa historia.
Un abrazo
Sí, yo pienso del mismo modo que la protagonista de su hermoso cuento de hoy. El que no se arriesga es cierto que no sufre pero tiene garantizado el aburrimiento y el vacío que deja siempre la falta de acción. Bonito relato y con su "suspense" de propina `porque a partir de aquí podrían saltar muchas sorpresas. Un abrazo. Franziska
Entonces... ¿Todo lo que hace falta es un títere?
Haberlo sabido antes...
Saludos,
J.
¡¡Oh, es precioso!! Me ha encantado María Rosa. Qué hermoso y tierno. Me encanta de verdad. Y bueno, uf, qué bonita historia. Si yo fuese mi tocaya, cogería esa rosa. A veces en la vida hay que lanzarse aunque nos de un poco de miedo. Precioso, precioso. Muchos besos :D
Un relato apasionante, romántico y muy humano.La protagonista quería distraerse y ahogar su tristeza paseando por la feria. Hizo bien,ya que si se hubiera encerrado en su casa llorando su pena no se habría encontrado con este "te amo"tan apasionado,esta flor perfumada y esta cartita de amor.Un bálsamo para su alma atormentada
Siempre hay una nueva oportunidad,lo importante es no encerrarse en si mismo.
Un abrazo
Muy bello Mariarosa, cada vez son mejores tus relatos llenos de sensibilidad y sentimiento. Un abrazo.
Los relatos sobre títeres me hacen recordar la buena película LILI. Si tienes oportunidad de buscarla y verla te la recomienda, es tan tierna como tu escrito.
Un abrazo.
ME HE QUEDADO IMAGINANDO QUÉ VA A PASAR...! NOS VAS A REGALAR LA CONTINUACIÓN??? JEJEJE.
ABRAZOS
Un buen relato magníficamente contado. En la vida, a veces, cuesta soltar amarras. Un abrazo
Como siempre, cautiva y conmueve tu especial manera de contar sentimientos...
Abrazo de abril
...y ella acepto la rosa y...
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
El mejor escenario, el mejor contextos, para una historia tierna: el amor entre títeres y marionetas. UN abrazo. Carlos
Una decisión valiente
y cómo no?...si siempre es valentía apostar por otro
aunque uno sabe que al fin está solo poastando por uno mismo.
te dejo un abrazo.
Atreverse es bueno
Uno debe de estar preparado
para malas o buenas consecuencias
uno crea su vida a diario.y trata de mantener el equilibria que los otros a veces nos traen
Fascinante tu relato escritora besos
Una gran historia, María Rosa,...por lo bella y por lo inesperada...Tiene la sensación de ocultar algun misterio...Y así se hace mas interesante....Muy bueno. JUAN ÁNGEL PETTA
Dar el salto y soltar nuestras propias amarras, esas que tienen un nombre: miedo al fracaso
hermosa historia, romántica como suave caricia al corazón
un abrazo desde esta orilla
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