sábado

Parodia de una separación.



"En el día de los enamorados, el amor, visto desde otro ángulo."



¿Cómo no se había dado cuenta?
Era cierto que últimamente él estaba frío, algo distraído,  pero lo atribuyó a sus problemas de trabajo en el banco. Juliana no logró evitar la sorpresa ante las palabras de Raúl: “Estoy enamorado de otra, me voy de casa”
Quedó muda. La seriedad de él, confirmó que sus palabras no eran broma. Raúl fue a preparar una maleta y ella quedó de pie sin poder moverse, con los brazos pesándole como plomo y escuchando el eco final de las palabras de Raúl…”Me voy de casa.”
Luego fueron llegando las noticias que viajaron de boca en boca de sus amigas.
“La amante es una compañera de trabajo.”
“Tiene veinticinco años.”
“Es rubia y muy bonita.”
Cada vez que Raúl aparecía en la casa, buscando algún documento o algo de ropa que había olvidado, Juliana lo notaba eufórico, era un hombre feliz, en realidad, lo notaba tan bien, que su risa o sus bromas le dolían. Nunca había sido así, se  nota que está muy enamorado, pensaba Juliana.
Una vez terminados los papeleos del divorcio, Juliana cambió la cerradura de la casa, sería mejor no verlo, él se comunicaría con su abogado y ella quedaría libre de su presencia.
Pero no fue así. Raúl y la rubia, aparecían en el restaurante, el cine, el shopping. No lograba explicarse cómo, pero  ella llegaba a un lugar y al momento entraban ellos dos; su ex y la hermosa. Lo peor eran sus risas, la saludaban y agitaban sus manos en un saludo burlón,  con total descaro. Cambió de Restaurante, ellos también. La invitaban a una fiesta, ellos aparecían allí, risueños y felices vendiendo sus arrumacos lo más cerca posible de ella. Juliana comenzó a dudar de las casualidades. Descubrió que sólo comentaba sus salidas con su amiga Lola, allí estaba el fin del misterio. El esposo de Lola era amigo de Raúl.
Comprendió que todo era un plan armado por los dos, su ex y la rubia. ¿Por qué? No lo sabía. Seguramente intentaban gritarle su felicidad…
Debía hacer algo para librase de ellos. Les iba a dar un escarmiento.
Un domingo le comentó a Lola que al medio día, iba  conocer un nuevo lugar de comida China, que llegaría temprano para luego ir al cine, lo comentó al pasar y dejó la semilla sembrada.
A las doce llegó al local Chino y tomó asiento cerca de una ventana que daba a la calle, era temprano, había pocos comensales. Diez minutos después los vio llegar, bellos y radiantes, tomaron asiento a pocas mesas de distancia. Al verla repitieron la ceremonia de siempre, risas saludos;
“¡Hola Juliana!”
“¡Cómo estás!”
Juliana abrió la cartera, saco una Bersa 22, se puso de pie  y con una sonrisa desquiciada, apuntó hacia la mesa de Raúl y disparó dos veces.
Las balas dieron en el espejo que adornaba la pared, los trozos cayeron al suelo con un tintinear  de cristales; por un momento todos quedaron quietos en una escena suspendida por el asombro. Las caras de Raúl y la rubia se pintaron de una palidez cercana a la transparencia, los ojos como monedas y las bocas abiertas al espanto.  Tan mudas y tan lejanas de aquellas sonrisas de unos minutos atrás.
Guardó el arma en la cartera, saco la tarjeta de crédito y le dijo al mozo que aun temblaba mirando el desastre
“No se asuste, era un problema familiar que ya quedó solucionado. ¿Cuánto les debo?

El ex y la rubia desaparecieron de su vida.




20 comentarios:

Rafael dijo...

Tu relato, preciosamente llevado hasta el final, me hizo sonreir ante la solución planteada.
Felicidades por el mismo.
Un abrazo.

TIGUAZ dijo...

Cuando Valentín se muere, en ocasiones, no hace falta que nadie entre en esa vida almidonada, simplemente es el cansancio, la rutina, el desatino la discusión constante, siempre ese quiero más impertinente que nos ahoga, pero es un mal que nos invade en ocasiones. Se muere Valentin,fenece el amor.
Se nos va el. Como siempre y no podía ser de otra manera, un bello relato. Desde tú otra casa mi cariño.

Unknown dijo...

lo hiciste otra vez María Rosa ! me tuviste con el corazón en la boca y una bronca in crescendo por lo que iba leyendo.
Un final cerrado. Maravilloso.
¿querés que te cuente un secreto ? si me hubiera pasado a mí , hubiera hecho lo mismo.
'Me re encantó !
Un montón de besos del alma.

MaRía [Capri ] dijo...

jiji
No me imaginaba el final, pensé que empezaría a dar pistas falsas a su amiga para despistar a los tortolitos pero lo tuyo ha sido de traca!
Y la verdad es que no se que se gana con refregar la felicidad ante una persona que te ha acompañado con amor o cariño a lo largo de un tiempo
en fin ... soy rara lo se
un beso
y la verdad es que me encantó !!

Feliz fin de semana

Un abrazo

Mª Jesús Muñoz dijo...

Un relato, que nos hace pensar...¿Porqué la perseguían por todas partes? ¿la estaban probando?
El final es apoteósico...Lanzó dos tiros y espantó a los dos tortolitos...Ello nos muestra su fortaleza y su sentido del humor.
Mi felicitación y mi abrazo por tus buenos y genuinos relatos, Maria Rosa...Feliz día del amor y la amistad.
M.Jesús

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Como sucede a veces, voy a disentir. Estoy con Raul y la rubia. Mejor irse lejos de una personalidad tan perturbada. ¿Quedó impune con tal muestra de violencia?

volarela dijo...

Un relato sorprendente. Se lee con verdadero placer.
A veces no es necesaria ni una palabra.
¡Felicidades!

Abrazos

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Dura estrategia, pero efectiva. UN abrazo. Carlos

lichazul dijo...

siempre digna!!!
me encantó el final, hay personas que se ganan lo que les pasa

besitos y FELIZ SAN VALENTIN!!!

Diana de Méridor dijo...

Espero que no tenga que pagarlo caro. Y qué curioso que, al fin y al cabo y de forma extraña, él seguía necesitándola para ser feliz: necesitaba que ella lo viera.

Feliz tarde, madame

Bisous

Bertha dijo...

Gracias que el pulso no le jugó una mala pasada.-El susto, a su ex y cía: no se les quita en la vida.Muchas personas disfrutan provocando:(ni comen ni dejan comer).

Aunque un poco tarde por estos lares espero que el día de San Valentín lo hayas disfrutado!

Un abrazo Mçª Ros

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho.
La máxima dignidad consiste en hacernos dueñas del escenario que pisamos, así que tras finiquitar el problema familiar, la protagonista logró su libertad definitiva. Me alegro.
Un abrazo, amiga.

Julio Dìaz-Escamilla dijo...

¡Oye! Con menos pulso, Juliana, le da a mi monitor. Interesante propuesta narrativa. Abrazos mil.

José Manuel dijo...

Cortar el problema de raiz, siempre la violencia por encima del dialogo.
Más de uno hubiesemos hecho lo mismo.

Un abrazo

cachos de vida dijo...

Una forma rápida y sangrienta de acabar con un problema. Un buen relato, y la duda del espejo.
Un beso.

Charlie El Balsero dijo...

Muy bien llevado hasta el desenlace.

Perdon mi ausencia pero el tiempo ha estado muy apretado

besos
carlos

Manrique dijo...

Enhorabuena por tu post bien escrito y bien conceptuado.
Te sigo leyendo
Abrazos

cachos de vida dijo...

Feliz fin de semana.
Un abrazo.

Kasioles dijo...

Todas las separaciones suelen dejar una huella imborrable, en algunas personas dura más que en otras, todo depende si han encontrado otra pareja y vuelven a ser felices.
El caso que narras, me ha tenido en tensión, no esperaba ese final ¡vaya lección que les ha dado! yo no habría tenido valor y menos salir de casa para ir sola a un restaurante.
Te felicito por tu imaginación valerosa.
Cariños en abrazos.
Kasioles

José A. García dijo...

¿Y por qué no cambiar de amiga en lugar de recurrir a la violencia?
Aunque, claro, la violencia siempre es más placentera...

Saludos!

J.

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