No
había amanecido cuando Claudia cruzó el puente
de madera, abajo las aguas se veían negras y estancadas como su vida, se dijo. La villa dormía. El aire olía a tufo duro de leña y abandono, tufo que se mete en las paredes de
cartón y queda prendido, como una
pintura desteñida. Claudia caminaba los
pasillos sin levantar sonido, desde una
ventana escapaba el llanto de un bebe, algún
grito se perdía a los lejos y un gemir de mujer, unido al ladrido de los
perros, era el telón de la villa que se despertaba temprano; antes que el sol
repartiera su albur sobre los techos de chapas.
Entró
a su casilla sin hacer ruido. La abuela dormía arropada con la manta nueva,
parecía una criatura.
Puso
agua en la pava y la colocó sobre el calentador y se fue quitando la ropa despacio, la dejó caer al piso, como si
desprendiera los pétalos de una flor; se envolvió en una bata. Cuantas manos la
habían acariciado, cuantos olores quedaron prendidos en su piel, olores que el
agua y el jabón no quitaban, están metidos en sus poros. Es su trabajo de puta
lo que no puede limpiar y que por más que se bañe y se frote con furia antes de
salir del boliche, lo lleva consigo, para recordarle quién es. Levantó la ropa
y la acomodó sobre una silla.
Amanecía.
La abuela seguía durmiendo. Pobre vieja, murmura en voz baja, mientras ceba el
primer mate. Ella la crió como pudo, limpiando pisos y dándole el pecho a la
adversidad que nunca la dejó levantar cabeza. La vieja está orgullosa de su
nieta, de su trabajo de enfermera en un hospital; algunos en el barrio saben la
verdad y ninguno la repite, son buena gente, las respetan a las dos. Un rayo de
sol le da en la cara, le pesan los párpados; apaga el calentador, toma el
último mate y se acuesta. Mañana será otro día, susurra en voz baja, tal vez algo mejore, tal vez...
Me tomaré un descanso, les deseo lo mejor y hasta la vuelta.
María Rosa
Me tomaré un descanso, les deseo lo mejor y hasta la vuelta.
María Rosa
24 comentarios:
Al menos la acarician, no se cruza con ningún desquiciado violento, y la respetan donde viven.
Se merece tener esperanzas de cambio.
Y que sean esperanzas justificadas.
La esperanza es lo último que se pierde.Buen vecindario tienen.Todos los trabajos son honrados aunque no sean de agrado.
Mª Rosa espero que a lo largo de este 2015 todos tus anhelos se cumplan.
Un abrazo.
Cada amanecer viene con una "nueva esperanza"
Un abrazo.
UN cuento con toda la fuerza del corazón. Que sean sus mejores vacaciones. Desde acá mi afecto. Carlos
Palabras del año que comienza, y marcan, si cabría esta palabra, la tendencia de lo que compartirás este nuevo tiempo... Historias de la vida relatadas con esa naturalidad y buen hacer que está presente en tus relatos.
Que sigan siempre así, tuyas, naturales, libres...
Un abrazo.
Un relato conmovedor María Rosa. Como siempre tan prolijo, tan bien logrado.
Me ha emocionado. Cuántas vidas jóvenes se malogran por no encontrar otra salida.
Nadie dijo que la vida es justa pero duele ...
Te dejo un ramo de besos azules.
¡Feliz día !
Un relato conmovedor de un tema tan delicado, y que tu has convertido en muy humano con la complicidad de los vecinos.
Un beso.
Siempre, siempre hay algo mejor, y aparece cuando menos esperamos. Lo único bueno que tiene la desdicha es que no es eterna.
Disfrute de su descanso, madame. Aguardamos su regreso.
Bisous
Regresa pronto, todos notaremos tu ausencia. Sobre esta publicación, no haré comentario alguno, es tan profundamente bella que se dice todo por si sola. Te deseo lo mejor para este año, querida amiga. Mi cariño y un beso.
en cada nuevo día, hay siempre una esperanza.
Buen inicio de año.
feliz 2015.
carlos
Muchas gracias por tu cariño y por tu amistad, te deseo un nuevo año pleno de amor y de prosperidad.
Un abrazo.
Un relato triste porque es real, pero contado desde la sensibilidad y el respeto por las circunstancias que a cada uno le toca vivir.
Que tengas un buen descanso, para después arrancar el año con todo el impulso de tus letras.
Besos, Mariarosa.
Pura ternura , será triste pero encuentro esa ternura que acaricia instantes
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Feliz descanso
Un beso y un abrazo :)
un precioso relato
besitos
Mavi
Como decía el escritor inglés Samuel Johnson, “es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.”
Afortunadamente, sigue habiendo por el mundo gente bondadosa y prudente, que sabe el valor del silencio.
Te felicito por tu relato, Maríarosa. Me ha conmovido la humanidad que desprenden tus letras.
Un abrazo, amiga.
Algunos trabajos con cada vez más ingratos, y si en ésta oportunidad no me refiero a la docencia, también pienso en ello.
Suerte
J.
Cada vida es un cofre lleno de cosas impredecibles
nadie sabe realmente si cambiará el rumbo al otro día...
aunque según se sabe cada quien es dueño de dar le paso siguiente...
pases bien tus días de descanso!
María Rosa, gracias por tus relatos siempre entrañables y cercanos...Regreso con vosotros y me encuentro esta historia, que nos muestra la vida y sus circunstancias, la abuela y la nieta compartiendo la vida y luchando por sobrevivir cada cual a su manera...Tremendo y triste, nos hace reflexionar y respetamos en silencio como los vecinos...Mi abrazo y mi cariño por tu buen hacer, amiga mía.
M.Jesús
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
Cada vez que abrimos los ojos debemos buscar la luz de la esperanza. Me ha gustado mucho el texto María Rosa. Espero que hayas comenzado muy bien el año. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
Feliz fin de semana.
Un abrazo..
He pasado a dejarte un abrazo. Feliz domingo, Maríarosa.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
Es un relato precioso. Como todos los tuyos.
Si algún día publicas, seré tu primer lector. Aprendo mucho contigo, querida amiga.
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