Los
tres amigos soñaban con descubrir misterios, esos, que por medio de su imaginación los podría
convertir en seres auto proclamados;
cazadores nocturnos de brujas.
Apenas
diez años y demasiadas historietas, donde Thor y su martillo destrozaba a los hombres
de piedra de Saturno, ansiaban encontrar
el bastón mágico que los convirtiera en
seres extraordinarios. Fantaseaban y se veían como Thor unidos a los vengadores, salvadores de la humanidad o al menos al pueblo en que vivían.
Se
habían propuesto descubrir quién era en
realidad la señora Tanata, hacía un año
que vivía en el pueblo y su fastidio con ellos brotó espontáneamente, sin que le dieran motivo, los miraba de reojo y con odio y ellos
lo habían notado. En un viejo comic
conocieron a una bruja malvada que aborrecía a los niños, llamada; Circe. La muy malvada los
cazaba y los obligaba a beber con
engaños sus pociones mágicas y los
transformaba en gatos, estaban seguros que Tanata era en realidad; Circe disfrazada de anciana inocente.
Decidieron
vigilarla.
Treparon
la pared de una casa abandonada, subieron a la terraza y desde allí el panorama se
ampliaba. La calle se veía inmensa, la noche traía aroma de romero y lavanda
que la humedad del rocío regalaba en el ambiente. Apenas un farol en cada esquina
daba un aire de misterio al que los amigos agregaban su propia imaginación. Enfrente vivía la causa de sus
desvelos: la señora Tanata.
Habían
elegido la noche de un 31 de octubre, en que las brujas salen de sus cuevas y se reúnen
para celebrar su día de fiesta.
Pasado
un minuto de la medianoche, la puerta de enfrente a su puesto de
observación, se abrió y una densa niebla
pareció cubrir la calle y un olor a azufre sobrevoló sobre ellos. Asomó la
cabeza de la señora Tanata, que giró hacía ambos lados y al ver la calle solitaria
salió en su bicicleta con total tranquilidad. Ese perfil simple, en apariencia inocente, cambió
su realidad al proyectarse sobre el
descascarado muro de una pared. Allí
se reflejó la sombra de la
verdadera señora Tanata. No se habían
equivocado. El terror que la imagen despertó en ellos, provocó un alarido de espantó elevándose en la noche, penetró en cada casa como un viento despavorido y se
coló entre las sábanas, despertando a
los vecinos que salieron a ver, que
había sucedido y mientras la luna se
ocultaba temerosa detrás de una nube, sólo hallaron a tres pequeños gatos maullando en medio de la
calle principal.
23 comentarios:
por sapos (como decimos acá ) les pasa jajaja
mire que andar de asomaos por las tapias ajenas
abrazos y feliz jalogüín!!
Vaya con la vieja Tanata, resultó ser bruja y es que cuando los niños intuyen algo es porque algo hay..........pero pobrecillos, su castigo de maullar y andar a 4 patas es excesivo.
Un cuento espeluznante pero es que la ocasión lo requiere.Besicos
Madame, qué encantadora forma de celebrar Halloween! Ha hecho usted mis delicias haciéndome regresar a la infancia.
Feliz día
Bisous
Sabes que en nuestra tierra, te pertenece un trozo, a las brujas les decimos "meigas" por lo que de alguna manera no nos sorprenden Hay un dicho muy gallego que dice....HABER AINAS, O CASO E DAR DELAS. ( Haber las hay, el caso es encontrarlas.Cada día sea el tema que toques me sorprendes gratamente. Tendré que regresar a los
cementerios a hacer psicofonías. Desde Galicia mi cariño
Un relato muy bien conseguido,se aproxima el 31 de octubre y la imaginación se desborda en tus letras...Sombras,nieblas,gritos y gatos requieren nuestra atención...sonrío.
Mi felicitación por tu mano maestra y sabia, que nos dirige y nos sorprende.
Mi abrazo grande y mi cariño, amiga.
Feliz noche de brujas.
M.Jesús
Mira que te gusta los relatos de miedo eh... jajjajaa.
Besos Tanata, jajajajjajaja
Imaginación, niños y brujas, los mejores ingredientes para un buen cuento de miedo y de misterio.
Un beso.
QUE BUEN CUENTO PARA ESTAS FECHAS... ME HA ENCANTADO... ESA SEÑORA TANATA... DE QUE LAS HAY LAS HAY JAJAJAJA
ENHORABUENA
SALUDOS
CARLOS
Bonito relato apropiado a la fecha.
Felicitaciones María Rosa.
Aída.
Que frustración, no pudieron ser como Thor ni unirse a los Vengadores, un deseo muy entendible.
Y creo que tampoco pudieron encontrarse con Circe, porque en los comics tanto como en los mitos, es bellisima.
Creo que el error es considerar que podian tener razón, planteandose que no tenían recursos para defenderse.
Que buena historia.
Te deseo un feliz fin de semana.
Un abrazo.
SE FUE EN SU DÍA.
UN ABRAZO
Brujas, pócimas, encantamientos, gatos y cuervos. Todo entra en tu cuento, como en los que nos narraban de pequeños y nos hacían temblar al ir para la cama.
Feliz fin de semana con salud y besos.
Marinela
Ay...Buenísimo el relato Mariarosa.
La bruja, no existen pero que las hay las hay, qué fascinante historia. Y luego los tres inocentes gatitos, eso le pasa por curiosos no?.
Un beso
No hay que creer en brujas, pero que las hay... las hay.
Un abrazo.
Me encantan los cuentos de brujas y tú me has deleitado con éste.
Muy ingenioso, Mariarosa.
Un cariñoso y fuerte abrazo.
Rosi
Que decirte que no te haya dicho ya...
Eres para mi un ser que escribe de maravillas, serias como el Gardel argentino...
Qué talento, cuánta creatividad!!!
Demás esta decirte que eres una de mis favoritos...te abrazo.
ten una semana preciosa
abrazos
Encantador relato que nos lleva a la edad de la aventura y de la fantasía.
Abrazodemedianoche.
Y los tres chicos encontraron en Tanata a Circe, y por descubrirla los convirtieron en gatos. Pobrecillos...Relato muy apropiado para Halloween.
Abrazos querida María Rosa.
He disfrutado mucho de tu fantástico relato.
Pobres peques!. Ahora a maullar cada noche hasta que se revierta el sortilegio...
Besitos.
María Rosa, enigmático y misterioso cuento para la noche del 31 de octubre. Que se resuelve con un final a la altura del relato.
Noche de brujas que se seduce la curiosidad del lector hasta escuchar el maullido de los tres gatos.
Amiga, la ambientación sugerente y la historia que atrapa.
Llego tarde a la noche encantada -por complicadas circunstancias familiares- pero a tiempo de leer un buen relato.
Un abrazo
ESo de los tres gatos al final, genial. Un abrazo. carlos
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