Desde el primer día comprobé que eras diferente. Fue por eso que las vecinas del
barrio comenzaron a tejer historias
sobre tu vida.
No soportaban tu sonrisa siempre a flor de labios. Vivías como ellas en un barrio pobre, donde la lluvia dibujaba lodazales en cada esquina. Seguro que te molestaban los gritos de los chicos, que no perdonaban ni los domingos. Sin embargo nunca protestabas.
Ellas te espiaban escondidas tras las persianas, salías todas las mañanas y regresabas por la noche con la misma amabilidad, saludando a todos. Un día escuché a una de las vecinas decir:
-¿Pero a esta mujer nunca le duele la cabeza?
-Parece una Barbie –acotó otra.
-Si, pero de plástico, ¿Quién sabe a qué se dedica la mina esta? –sentenció la tercera.
Cuando el farmacéutico, el único soltero buen mozo que quedaba en la cuadra, comenzó a visitarte, ellas enfermaron de celos. El día que te vieron salir de su brazo, la envidia las carcomió, esperaron hasta pasada la medianoche para verlos regresar.
Cada día, una de ellas visitaba la farmacia y dejaba su gotita de veneno en los oídos del pobre hombre. Hasta que un día, él, dejó de visitarte. Cambiaste, ya no sonreías, tus ojos estaban siempre ocultos tras tus anteojos negros.
Los años pasaron, vos te fuiste del barrio, la farmacia cerró y según me contaron el farmacéutico se fue a Chile.
Ellas siguieron su vida de miseria, tan vulgares como los yuyos que brotaban en el cordón de la vereda.
Yo crecí, pero no olvide ni tu cara ni tu sonrisa.
Por eso, cuando te vi paseando por el centro de Buenos Aires, del brazo del farmacéutico, me sentí muy feliz y ante la cara extrañada de los transeúntes me largué a reír como una loca.
No soportaban tu sonrisa siempre a flor de labios. Vivías como ellas en un barrio pobre, donde la lluvia dibujaba lodazales en cada esquina. Seguro que te molestaban los gritos de los chicos, que no perdonaban ni los domingos. Sin embargo nunca protestabas.
Ellas te espiaban escondidas tras las persianas, salías todas las mañanas y regresabas por la noche con la misma amabilidad, saludando a todos. Un día escuché a una de las vecinas decir:
-¿Pero a esta mujer nunca le duele la cabeza?
-Parece una Barbie –acotó otra.
-Si, pero de plástico, ¿Quién sabe a qué se dedica la mina esta? –sentenció la tercera.
Cuando el farmacéutico, el único soltero buen mozo que quedaba en la cuadra, comenzó a visitarte, ellas enfermaron de celos. El día que te vieron salir de su brazo, la envidia las carcomió, esperaron hasta pasada la medianoche para verlos regresar.
Cada día, una de ellas visitaba la farmacia y dejaba su gotita de veneno en los oídos del pobre hombre. Hasta que un día, él, dejó de visitarte. Cambiaste, ya no sonreías, tus ojos estaban siempre ocultos tras tus anteojos negros.
Los años pasaron, vos te fuiste del barrio, la farmacia cerró y según me contaron el farmacéutico se fue a Chile.
Ellas siguieron su vida de miseria, tan vulgares como los yuyos que brotaban en el cordón de la vereda.
Yo crecí, pero no olvide ni tu cara ni tu sonrisa.
Por eso, cuando te vi paseando por el centro de Buenos Aires, del brazo del farmacéutico, me sentí muy feliz y ante la cara extrañada de los transeúntes me largué a reír como una loca.
66 comentarios:
La envidia y los celos son malos consejeros, si además a eso le unimos la incidia y la calumnia.
Un relato precioso que emociona...te felicito.
Un besote preciosa.
Las habladurías son tan dañinas como la amargura de la mediocridad que viste a ciertas personas.
Por suerte, esta historia salió bien... y no pudieron acabar con todo.
Besos.
Los sentimientos negativas perjudican las relaciones humanas.
Un beso.
Buen texto, creativo, los dimes y diretes siempre pululan por ahi...
Cariños y gracias por tu visita, no pude pasar antes.
:)
Una historia con final feliz.
Bien!!!
Besos.
ESO, FINAL DE LOCA FELICIDAD.
UN ABRAZO
"Pueblo pequeño infierno grande" Que buen desenlace. Y no creas que no lo imaginé. Je.
Besos María Rosa.
María Rosa, relato que retrata en blanco y negro la ponzoña de la envidia. La ira que causa a algunos la alegría de otros y como ésta se torna en alegría si intuyen desgracia.
Lamentablemente es la características de ciertas personas que tú reflejan magníficamente en tus personajes.
El final es la triunfo del amor sobre la mediocridad.
Cuento muy bien ambientado y buen trabajo sobre los sentimientos humanos.
Un placer leer en esta tarde otoñal (primaveral para ustedes), este estupendo relato, amiga.
Un abrazo
¿Te imaginas un mundo sin envidia? Excelente relato.
Un abrazo, amiga
Pasa demasiado amenudo que las personas no saben vivir su vida. Igual es que no tienen. En cualquier caso estas se deleitan en la de los demás hasta que el tiempo las marchita y, a veces, se dan cuenta de que no han vivido a pesar de su edad avanzada.
encantadora historia, mi beso
Es normal que las vidas vacías se preocupen de las que viven la vida y son felices, los celos son una de las peores epidemias para los que la padecen, lo malo que es acaban dañando a los demás. Me encanto la historia.
Besitos.
impecable la historia...la gente no perdona la felicidad de otro, menos las mujeres que suelen ser muy venenosas...
eso de tan vulgares como los yuyos es mortal...saludito!
Qué linda historia Rosa, gracias por relatarla.Cariños.
Me encanta porque tiene final feliz.
Yo quiero finales así.
Un abrazo.
Las vueltas de la vida! Hermoso relato doña Mariarosa. Saludos!
Es relato muy intesante y con un bonito final.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
Me encanta la determinación que tomaron de irse a vivr a otro lugar.
Fue la mejor forma de zanjar las habladurías que, de otro modo, les habrían hecho la vida imposible.
Bien por ellos!.
Un beso
La envidia no es buena amiga, hay que tenerla lejos. Buena entrada Rosa. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
QUE LINDO FINAL Y QUE CLARO MENSAJE.
HAY GENTE QUE HACE MAL Y MUCHO. GENTE NEGATIVA QUE VIVE MIRANDO LO QUE HACE EL OTRO, SON VIDAS DEMASIADO VACÍAS.
PRECIOSO RELATO.
UN BESITO MARIAROSA.
Que bien las engañaros a este atajo de cotillas malintencionadas.
Bueno el final inmejorable para mí lo quiero jejeje.
Feliz fin de semana MªRosa.
Hola, Maria Rosa:
Vámonos, donde nadie nos juzgue, donde nadie nos diga que hacemos mal...
Me hiciste acordar de esa famosa ranchera.
Un abrazo.
Bravo por el final!! Linda historia y me encanto como la relataste,
saludos,
Admirable mujer, capaz de enamorarse y enamorar. Muy distintas de las vecinas, que no dudan en hacer daño a alguien, que supuestamente habia despertado su interes.
Pero el farmaceutico se interesó en la mujer correcta. Bien hecho.
que bonita y cotidiana historia, es un retrato de muchos lugares y gentes, me encantó saludos querida amiga mia
Qué bonito!! Triunfó el amor!!
Un abarazo!!
M.ROSA,me ha encantado tu historia...El veneno...avisó a ambos de que debían cambiar de lugar,fueron muy inteligentes,si señora...Igual que tú relatándonos la historia y consiguiendo,que todos dibujemos una sonrisa en el rostro...
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tus buenas y bien construidas historias,amiga.
Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre.
FELIZ SEMANA QUE EMPIEZA.
M.Jesús
Despierta a un mundo de dulces sensaciones
Y construye una nueva semana de felicidad,
Cabalgando entre las emociones que acarician ilusiones
Filmando el horizonte con la pupila enamorada
De quienes aman el rocío que nutre cada espora de vida…
Un abrazo de guirnaldas
Y un beso de esmeraldas.
Atte.
María Del Carmen
Ser diferente y no pensar ni hacer lo que los demás hacen, siempre provoca envidia. Siempre es así.
Estoy segura que al farmacéutico le enseñamos en Chile a querer de verdad, por eso regresó. ¿a qué sí?.
Besitos María Rosa.
Hola Mariarosa, tu historia de hoy me llevó a mi niñez, al pueblo donde me crié, a las miradas tras los visillos vigilando la calle y a los que pasaban por ella.
He vuelto y mi primera visita es para ti.
Un abrazo con cariño.
Más de una lloró seguramente, y bien merecido se lo tuvo. A punto estuvieron de truncar una hermosa historia de amor. Aunque el amor es difícil de matar.
Buenas noches
Bisous
Hola Mariarosa...tremendo final...créeme que sentí decepción cuando pensé que el veneno de la envidia había vencido al amor. Respiré feliz cuando leí el final y me reí contigo. Muy buena historia. Te felicito con un abrazo lleno de cariño.
GRACIAS QUERIDA AMIGA POR VENIR A TOMAR EL TÉ CONMIGO Y POR LO BONITO DE TUS PALABRAS.
SIEMPRE TAN CARIÑOSA.
UN BESO GRANDE.
ABRAZOS.
Palabras e ideas que brotan del techado como un susurro, que son tan dulces que se asemejan a un beso...
El que te emvío en este instante, para felicitarte e fin de semana y seguir cultivando en armonía la semilla de la cordialidad, que se alimenta del rocío de las estrellas…
Atte.
María Del Carmen
Seguramente no me conoces, soy una amiga de André, vuelve a su blog y felicítale, es su santo.
Cariños.
Kasioles
Qué bella ironía. ESte cuento es ante todo una prosa al amor, y condena de la envidia. Un abrazo, y siempre mi admiración. Carlos.
Maria Rosa, un bonito relato con final feliz, que ilustra muy bien lo mezquinas que pueden ser las relaciones humanas. En lugar de alegrarnos por el éxito de los demás o su belleza, nos gusta criticar y si es posible acabar con ellos.
Menos mal que hay algo mas fuere, como el amor de esta pareja que pudo con todo.
Besos.
FELIZ COMIENZO DE SEMANA QUERIDA MARIA ROSA.
UN BESO Y UN ABRAZO.
QUE TENGAS PRECIOSO DIA, AMIGA, AUNQUE HACE UN CALOR TERRIBLE.
SALUDITOS
Vengo a saludarte y a agradecerte tu visita en mi casa.
Tu relato es tan real como la vida misma.
La envidia es mala consejera, si fuera tiña... ¡cuántos tiñosos habría!
Me he alegrado de que tu ralato acabase bien, esa sonrisa de la protagonista merecía ser recompensada.
Aprovecho para dejarte mis cariños en un fuerte abrazo.
Kasioles
Gracias por tu encantadora visita a mi espacio y por dejar las huellas suficientes para llegar a al tuyo.
Respiro el mismo perfume que tanto me agrada... el de las rosas!
Me quedo para seguirte, con tu permiso y te dejo un fuerte abrazo desde Uruguay!
BUENAS NOCHES QUERIDA AMIGA.
QUE TENGAS FELIZ FIN DE SEMANA, AUNQUE LOS DÍAS ESTAN LLUVIOSOS.
UN BESITO
La envidia es un gran enemigo. Me encanta el final. Una buena narración. Te felicito.
¡Que relato más bonito, Mª Rosa!
Estas historias se repiten en todos los lugares de la tierra´lo mismo podría ser Buenos Aires que Madrid.
Admiro tu sencilla manera de narrar los pormenores de la vida.
Un cariñoso abrazo.
Bonito relato.Al final la sonrisa en la vida es lo más importante.
Gracias por tu sonrisa.
HOLA MARIAROSA
GRACIAS POR VENIR A MI RINCONCITO, LO VALORO MUCHO, LA AMISTAD Y ESTE INTERCAMBIO QUE NOS ENRIQUECE ES MUY IMPORTANTE PARA MI.
BESOS
Me gustó mucho tu historia, tu forma de contarla, y el fondo que revela las miserias del ser humano.
Un abrazo
Todos los humanos tenemos nuestras histórias,puden ser más o menos interesantes,según las mentes quer las relaten.
Tu que tienes mente de poeta tus comemtários serian más sentimentales.
Un fuerte abrazo
Te agradezco tu entrada en mi blog de fantasias
Juan
Una gran historia en la que las envidias (nunca sanas) y los celos nutren el ambiente.
¡¡¡Gracias!!! Por tu comentario en mi última Poesía.
Un abrazo.
Un relato muy real y muy dado en esos pueblos...donde las habladurias abundan.Pero el amor siempre triunfa a pesar de eso...
Un abrazo, desde Galicia.
Tu si que eres de alma rica de alma grande.
Que hermoso relato historia o la que quieras que se llame, la envidia es la madre de las miserias la que empobrece el alma, la que lastima la sensibilidad y la felicidad del ser tú.
Debemos pasar de largo ante estas cotillas, por otro lado me dan hasta pena, porque nunca podrán ser felices la envidia no las deja.
Gracias preciosa, por regalarnos tus bonitas palabras.
te dejo un abrazo grandote y mi estima. Feliz fin de semana.
Muy lindo tu relato, reflejo de muchas historias reales.
Considero que debemos atender, al menos yo, si acaso me pica la lengua, a una palabra de vida muy sabia que dice: "Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres"
Un cordial
y afectuoso saludo!
Hola María Rosa.
Gracias por visitar, leer y comentar en mis letras.
Ya tenía que haberte visitidado pero no llego a todos los lugares, tan asiduo como yo quisiera.
Interesante historia, y una buena moraleja, vivir nuestra vida y dejar vivir a los demás, ese precioso final tan feliz es el que realmente se necesita en esta vida, y poner fuera y bien lejos, celos, envidias y otros malos sentimientos que quieren crecer en el jardín del alma.
Un abrazo.
Ambar.
Y yo desde aquí levanto los brazos mientras grito de alegría por ellos.
Cómo me alegran estas historias donde la envidia no logra pudrirlo.
Besos
Malas lenguas movidas por la envidia y los celos que muchas veces pueden acabar con el prestigio de una persona. Por desgracia aun quedan demasiadas , que en vez de preocuparse por su vida e ilustrarse con una buena lectura , prefieren más estar atentas a la vida de los demás.
Pero me alegro un montón que esta historia haya tenido un final feliz , pues es en verdad el que se merece.
Muchos besinos y feliz fin de semana te desea esta amiga con inmenso cariño.
Has retratado a la envidia en paños menores. Es la peor amenaza que puede sentir una mujer: ser envidiada por otras. En esos casos hay que recordar que quien tiene el poder es la persona envidiada...
Un abrazo,Mª Rosa.
GRACIAS QUERIDA AMIGA POR VENIR A MI CASA NUEVAMENTE, UN PLACER PARA MI RECIBIRTE. ERES UNA GRAN PERSONA, MUY TALENTOSA.
UN BESO GRANDE.
FELIZ DOMINGO PARA VOS
Un Relato impresionante y que me lleno profundamente.
La envidia y la miserable actitud de algunas no pudo con el Amor y, desde luego, con la reafirmación de su carácter.
Muy buena Entrada.
Un abrazo.
María Rosa, gracias por dejar tu huella en mi casita virtual. Eres un cielo.
Besitos.
¡Hola María!
Paso a saludarte y a releer tu fantástico relato.
Pensé que tenías algo nuevo, no es así, no importa, ya saldrá algo, a veces uno se sienta para escribir,y no sale nada por más que se intente.
Luego llega un día que igual estas haciendo la comida, y pafff te llega a la imaginación algo que debes correr a escribirlo, ¡porque luego se olvida! Bueno eso es lo que a mí me pasa.
Te dejo un cálido abrazo y mi estima. Se muy feliz.
La envidia puede llegar a ser tan mala y tan peligrosa que hace infeliz hasta al que la padece y este a su vez busca a cantidad de víctimas para no dejarlas ser felices por ello hay que huir de ella si ves que se acerca demasiado.Menos mal que en este relato la víctima logró ser feliz con su farmaceútico.Besotes
¡A cuántas miserias puede conducir la envidia!
Un abrazo y feliz día.
Hola amig@,
Te visito porque los temas de tu blog me resultan interesantes y útiles para mi propio aprendizaje en lo personal.
Te agrego a mi lista de blogs útiles, y si te apetece, puedes visitarme
en felicidadenlavida
Un fuerte abrazo y espero nuevos temas, para continuar disfrutando de la lectura.
Un final feliz para esta historia. Superó los sentimientos negativos de las vecinas. Muy bueno! Un abrazo.
Historia con moraleja.
http://soledadvegarelatos.blogspot.com.es/
No encuentro tus últimas publicaciones.
Ha pasado algo con tus blogs?
Besos.
Hola Maria Rosa,hacia tiempo que
no pasaba por tu espacio.
ya llegan estas fechas tan entrañables deseo que la paz y la ilusión llamen a la puerta
de tu hogar, que las disfrutes.
un abrazo.
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