La
última función del circo había terminado.
Las luces del parque de diversiones mudaban sus reflejos
agitadas por el viento, dando una imagen fantasmal a los pasillos y a los puestos de baratijas.
Los
curiosos iban de un lado a otro, probando suerte en el tiro al blanco, los más
forzudos soñaban con hacer saltar la balanza de un martillazo y llevarse el oso de peluche, que miraba aburrido desde un estante.
Marga
circulaba de un lado y a otro,
observando cada rostro que pasaba a su lado, lo hacía sin emoción, todo le daba
igual. Se detuvo ante el escenario del
titiritero, donde dos muñecos discutían, entreteniendo al público menudo. Uno de los títeres, giró
cómicamente la cabeza, la miró y preguntó:
—¿No
se te curó la tristeza?
No
supo responder. Los niños la miraron y rieron
creyendo que era parte de un juego. La obra siguió su curso y ella quedó allí,
abstraída frente a la escena, esperando. Al terminar la obra, se cerró el telón
y los pequeños espectadores se
dispersaron. Ya era hora de regresar a casa y al retirarse escuchó una voz:
—Señora
triste.
Se
volvió. Desde el pequeño escenario el títere le hablaba.
—Señora
triste, esto es para usted.
Extendió
una rosa roja. Ella la recibió con una sonrisa. El títere se inclinó y le dijo algo por lo bajo, luego desapareció
detrás del telón. Marga quedó inmóvil, luego se acercó, corrió el telón y no vio a nadie. Fue a la parte de atrás del
escenario y estaba vacío. Quedó desconcertada.
La
noche con su velo oscuro había cubierto los puestos que iban cerrando
sus puertas, pocas personas quedaban
en el parque. El viento arremolinaba
papeles en los rincones, arrancaba las banderillas de colores y las hacía volar,
aviones ilusorios que caían desarmados al piso.
Fue
hasta el estacionamiento. Pensó en el
títere y su flor, aspiró el perfume y
sonrió recordando las palabras susurradas en secreto. Subió a su coche, y con delicadeza dejó en el asiento del
acompañante la rosa.
Abrió
la puerta de su casa, encendió la luz y
fue directo a la mesa. Colocó la rosa en el florero, juntó a otras de igual color y se preguntó:
—Cada
noche me dice lo mismo: El perfume de está
rosa cura el mal de amores. ¿Será está la sanadora? ¿Y si no lo es? Volveré mañana.
29 comentarios:
Seguro que la encuentra, madame. Es cuestión de tiempo. Y mientras tanto, es bonito coleccionar rosas.
Feliz lunes
Bisous
Hola María Rosa
Paso a leerte, preciosas tus letras.
Quien pudiera encontrar una rosa para curar la tristeza.
Te deseo una buena semana
Un abrazo
Ambar.
Como siempre, encantado con tú relaro ¿Cómo se curará la tristeza?
Un beso.
Un bello relato como nos tienes acostumbrado...la tristeza es dificil que se aleje de nosotros, sino ponemos algo de nuestra parte...un besote preciosa.
Todo llega en su momento justo.
Ese momento llegarà.
Buen relato.
Un abrazo.
MUCHAS ROSAS PARA CALMAR LA TRISTEZA... ES PRECIOSO EL CUENTO.
OJALÁ PUDIERA CALMARSE CON UNA FLOR, A VECES ESTÁ TAN ARRAIGADA, TAN DENTRO DE UNO, QUE LA LLEVAMOS DONDE VAMOS.
UN BESO QUERIDA AMIGA.
CARIÑOS MILES.
Que la emncuentre y desaparezca para siempre la tristeza
Hermoso Un abrazo
No se que me pasó que creí haber leído varias veces lo mismo. Me perdí y ya no me encontré. Este relato del títere me pareció diferente a los otros pero siempre envuelto en el misterio que acostumbras. Muy bueno Mariarosa.
Saludos cariñosos.
Qué bello relato, presiento que faltyan unas pòcas rosas más para que Magda sienta que la ilusión del amor desborda su corazón. Me ha gustado mucho.
Un abrazo!!
Una hermosa historia, halagador es encontrar alguien que te levante esos ánimos rotos por algún que otro problema...Son esos minutos que se agradecen un montón...
Gracias por dejarnos estas bellas letras.
Un abrazo, desde Galicia.
Una hermosa historia, halagador es encontrar alguien que te levante esos ánimos rotos por algún que otro problema...Son esos minutos que se agradecen un montón...
Gracias por dejarnos estas bellas letras.
Un abrazo, desde Galicia.
A mí me da que nunca la encontrará, son historias trampas, el mal de amores no lo curará la flor sino el tiempo, el tiempo que tarde en cansarse de retornar una y otra vez al mismo lugar en busca de esa flor.
Hola Mariarosa, me gustó tu relato-cuento, cuantas veces una flor hace que alguién olvide por un momento la tristeza y sienta que no todo está perdido.
Dejo mi huella para encontrar el camino y regresar a leerte.
Saludos!
PD.: Me gustaría que conozcas mi otro blog de poemas y relatos, El Somorgujo Asombrado.
SIEMPRE UN PLACER RECORRER SU GENIALES CREACIONES(CREO QUE EL TEXTO ESTÁ REPETIDO).
UN ABRAZO
Hola Mariarosa...tus relatos tienen magia, sentimiento y belleza...es un placer leerte. Recibe mi cariño y un fuerte abrazo.
O dialogo das flores numa passagem pelo circo e as bonecas que olhavam desorientadas as pessoas.
Uma história com imaginação e algumas pontas de verdade.
Que títere tan romántico.
Que sea la verdadera.
Besos.
Maria Rosa,hago un alto en mis actividades para pasar a leerte y saborear tus bellas y mágicas historias.
Hay una esperanza,que late en esa flor y seguirá latiendo, sin duda, mientras haya vida...Nos dejas un bello y sentido mensaje,que recogemos,amiga.
Te dejo mi gratitud y mi abrazo grande,pronto volveré con vosotros.
Que seas feliz,amiga.
M.Jesús
Otra excelente creación donde reina el misterio....La tristeza es mala compañera, solo empaña la vida.Creo que el amor puede ser la mejor medicina. Hay que persistir,..muchas veces se da. Saludos. ELCRUZADO
Las rosas siempre curan las penas del alma.
Bellísimo cuento, amiga.
Muchos abrazos.
Siempre me sorprendes con la sencillez y la frescura de tus relato.
Un abrazo.
veo que no se hace problemas,
si no es ésa, buscará otra
saludos
BESOS QUERIDA MARIAROSA
QUE TENGAS BELLO DIA AUNQUE ESTÁ MEDIO NUBLADO Y POR LLOVER.
QUE LLEGUEN LAS MUSAS, ENTONCES...
CARIÑOS
que dulce y romántico relato
me encantan los títeres de mano
despiertan la niña que llevo dentro
felicitaciones Mariarosa
me voy con un dulce sabor en los labios
abrazooooo y feliz fin de semana
Feliz mes de agosto y feliz fin de semana.
Um abrazo.
Gracias María Rosa por tu visita por
tu presencia en mi blog.¡ Encantada
de conocerte.
Muy hermoso relato.!!!
Dios te bendiga.
El tiempo unido a una hermosa rosa y una ilusión, se puede pedir mejor cura?
Besitos,
La rosa que sana, y el juego de títeres.El amor como mal, me hace acordar de Fermina Daza y Florentino Ariza, transidos de la enfermedad del amor, que tiene la apariencia del cólera. UN abrazo. Carlos
El aroma de una rosa y las cuerdas que paulatinamente se rompen con el olvido de un títere que vela nuestros sueños.
Besos.
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