Le
partí la boca de una trompada. Sí Mamy, no te enojes conmigo, es cierto. Pero él
me dijo cosas muy feas. ¿Sabés? No me importó que era el dueño de la pelota y
que desde hoy en adelante no me va a dejar jugar ningún partido, nada de eso me
importó. Lo que dijo, sus palabras, ellas me golpearon acá, en medio del pecho.
Vos sabes que el Cacho es malo, siempre está ofendiendo a todos los chicos, yo
no sé por qué lo hace, pero siempre encuentra palabras que lastiman. Y decirme
esas cosas, porque los chicos me alzaron en andas y me señalaron como el mejor
jugador de la cancha, hay que ser muy malo. Quedate tranquila mamy, yo no le
creí. Mira si voy a creerle semejante locura.
Y
te cuento que la piña hizo que se mordiera la lengua, justo lo que yo quería. Y
escupía sangre, no era un diente flojo, no, era la lengua que se mordió, cada
vez que le duela se a acordar de no hablar mal a nadie.
Se
lo merecía. No llores Mamy, no llores, que me hace mal.
Yo
pensé muchas veces, ¿por qué yo era rubio y el tata y vos eran de piel oscura? Nunca
te lo pregunté. Y fíjate lo que él dijo,
lo que yo nunca te pregunté. Yo no le creo esas cosas, para mí, mi mama sos
vos. Me acuerdo cuando era chiquito y de noche te quedabas a mi lado porque
tenía miedo y dormías conmigo. ¿Te acordás?
¿Y
cuando fui a la escuela por primera vez? Estabas orgullosa, me llevabas de la
mano y llorabas más que yo. Yo no le creo al Cacho. Y si es verdad, no me
importa. Me importan vos y el tata. No me abraces así que me vas a romper una
costilla, jaja… que loca sos mamy…
32 comentarios:
La maldad de muchos niños no tienen precio...es lo que oyen en sus casas y luego lanzan,lo que los padres cuchichean...Me has hecho recordar lo del balón, de cuando yo era niño, no todos podiamos tener uno, y causa de eso, se hacia la pelota al dueño de la misma para que nos dejara jugar y aguantar los abusos de este...un besote preciosa...me ha encantado.
Realmente los niños pueden llegar a ser muy crueles con sus comentarios.
La parte positiva es que, gracias a él, la madre puede estar orgullosa de la reacción de su hijo. Porque sea como sea es eso: su hijo.
Un abrazo.
Que bello relato y nostálgico a la ves la crueldad de algunos niños no tiene límites, lo malo es que aveces siguen siendo crueles cuando adultos por lo general es así nacen de malos instintos, pero el relato es muy bueno ese niño es muy lindo con su mamá es un gran placer volver a leerte amiga escribes muy lindo.
Besitos de luz feliz semana amiga mía.
Pues hace bien en no prestarle atención. La verdad es lo que siente su corazón, y no hay más.
Cuánta maldad anida incluso en medio de la inocencia de un niño!
Feliz día madame
Bisous
Estas son cosas que pasan en la vida real, y los niños queriendo o sin querer pueden hacer mucho daño, inventanto o repitiendo, muchas cosas con las que a veces los niños si, saben que hacen daño.
Una defensa muy lógica y natural.
Un abrazo
Ambar.
Mariarosa, qué importa la sangre sino el amor nos llevas a pensar con este relato.
Los adultos causan daño con las mentiras, en cambio, la maldad en la infancia se asocia más a la verdad. A desvelar esos secretos que se desean conocer, o a herir por el físico, la procedencia etc.
Me encanta amiga el narrador que nos cuenta la historia desde la espontaneidad e inocencia de esa niñez donde el mundo sorprende en cualquier esquina.
Un relato magistralmente llevado por tu talento.
Enhorabuena amiga.
Un fuerte abrazo
La inocencia infantil suele ser cruel.
Buen relato. Emotivo.
Un abrazo.
Precioso relato Mariarosa, es la realidad, los niños son temibles porque no tienen filtro y dicen lo que quieren sin pensar.
Algunos por supuesto...
Besos y millones de gracias por estar siempre.
Maria Rosa,el protagonista ha contado su experiencia y a la vez la gran verdad...Pero,la madre queda admirada de su madurez,que sabe ver el amor por encima de todo...Tiene a un hijo,que ya es casi,casi...un gran hombre...!
Mi felicitación por la magia de tus letras,que dice sin decir,que sugiere,intuye y nos deja en el alma la grandeza e inmensidad del misterio...De ese misterio,que en este caso es EL AMOR.
Mi abrazo inmenso por tu profundidad y buen hacer,amiga escritora.
M.Jesús
Los niños son abiertos y directos. Hablan lo que piensan y escuchan, por eso sus comentarios suelen parecernos crueles.
Esta madre puede estar orgullosa de su hijo, porque reaccionó como todo un hombre.
Besitos.
Me encanta la fluidez y naturalidad con que se expresa en protagonista. Así son los niño: espontáneos y naturales. Me encantó tu relato.
Un abrazo
tiernísimo relato en primera persona, con la candidez natural de un niño , felicitaciones María, darle a voz a los niños no es fácil, ellos son simples, directos, espontáneos, cosa que nosotros a veces nos cuesta y mucho
por eso felicitaciones a tu pluma que da con la resulta precisa
besitos y luz
Se le estuvo bien merecido lo que le pasó al Cacho.
Por bocazas.
Besos.
uyy..suele haber niños como el "Cacho" en las escuelas..
La reacción de este niño fué muy madura y de mucho amor hacia sus padres.
Me encanto el relato..me parece muy tierno.
Besitos.
Los niños en su inonsciencia pueden ser muy crueles, y otros, muy valientes. Has descrito maravillosamente una situación que se da mucho entre los chavales.
Un beso.-
Hola Mariarosa
Las profecías son sólo eso, nunca va a pasar nada, a mi criterio.
Un beso grande amiga.
He escuchado que el ser humano nace con cierta violencia y que, con suerte, se va moderando. No decir siempre lo que se piensa puede ser un aprendizaje necesario.
Interesante historia, a partir de una historia trivial se insunua un secreto. Interesante que sea a partir de una reaccion de envidia, si se le cree al personaje narrador.
Bellamente tierno y natural. Con qué frescura narrativa urdes este cuento. Mis respetos. Carlos
Bien merecido lo tenía el bocón, yo hubiera hecho lo mismo... Me hiciste acordar de Manolo Galván y su canción hijo de ramera.
"Madre hoy no me levanto, no quiero ir a la escuela"....
Un abrazo.
La crueldad, desde niño.
Saludos!
¡¡¡Que buena historia,..!!!Con la sensibilidad y el calor humano que hace de la lectura una satisfacción.Impecable reflejo de un
relato vivo.y muy creíble, que despierta fibras íntimas. Para coleccionar.Afectuoso saludo. ELCRUZADO
Un texto que llega y mucho. Abrazos.
Son muy traviesos los niños.
Que tengas una buena semana.
un saludo.
HOLA MARIAROSA,VI LUZ Y ENTRE DIRIA EL GAUCHO.PASE POR TU BLOG DESPUES QUE VI TU ROSA EN EL MIO,GRACIAS POR TU VISTA,SI ME PERMITES TE SEGUIRE,TE GUSTARIA PARTICIPAR DEL SORTEO GRATUITO QUE HAY EN MI BLOG,YA QUE VI EN TU PERFIL QUE TE GUSTA EL TANGO.
ESPERO NUEVAMENTE TU VISITA.
BESOTES BLOGEROS jajaja !!!!!
DE QUE ZONA DE BUENOS AIRES ,YO ESTOY EN ZONA NORTE.ESTAREMOS CERCA ??
Con esta historia has hecho de lo sencillo, excepción y de la pasión de un niño, Justicia.
Eres genial MARIAROSA , Mayúscula.
Un beso
Crueldad minimizada con amor...¡Qué excelente cóctel, Mariarosa!
USTED ES UNA GENIO.
BESOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
COMPARTO CONTIGO LA TRISTEZA POR LA PARTIDA DE RAY BRADBURY, UN GRANDE, HE LEÍDO ALGUNOS LIBROS Y ME HE QUEDADO MARAVILLADA, INCLUSO LOS TENGO TODOS SUBRAYADOS PARA VOLVER A ELLOS.
ERA UN GRAN ESCRITOR.
BESOS
que bello relato... es tal el amor del hijo que su sinceridad le brilla en el rostro...hermosa historia.
los niños no son crueles...son niños.
un beso.
Hola Maria Rosa;Deseo que estés bien para seguir con tus relatos que tanto nos gustan.
Un abrazo.
Pasaba a visitar tu blog y pensé quedarme como amigo, me gusto todo lo que pude leer cuando tenga un rato volveré a terminar de repasar este blog, solo me queda saludarte y desearte un buen día.
Desde Jaén un saludo y feliz dia
Tan real como la vida misma.
Y no sólo los niños son crueles... es algo inherente al ser humano.
Un beso.
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