-Mi gata es muy mimosa, está
esperando que la acaricies- dijo, mientras se acercaba.
-No me gustan los gatos -respondí,
alejándome.
-Mi gatita Titina es muy amable
-exclamó sonriente.
-Estás loca -dije furiosa-
entre tus brazos, sólo hay un trozo de tela de lana, la gata está en tú
imaginación.
-La demente eres tú, mi gata es
tan real como yo, ahora mismo está maullando de tristeza por tu desprecio, entiende
y es muy sensible…
Acariciaba el trapo y le
hablaba en voz baja con ternura y lloraba por el desprecio que según ella le
había proferido a su gata Titina, de pronto se acercó muy enojada y me dijo:
-Eres mala, Titina está
ofendida con tus palabras, me trataste de loca y a ella la ignoraste.
Hizo un gesto de furia y me
arrojo el trapo sobre mi brazo.
Luego de cerrar con llave la
puerta de entrada, la vi alejarse desde el ventanal de mi casa, mientras me
curaba los arañazos y mordiscones de mi brazo.
4 comentarios:
Genial relato uno no sabe si la gata era real o no. Te mando un beso
Tenemos ese mal hábito de sólo creer en lo que vemos, jajaja. Muy bueno el relato y muy propio para la época. ¡¡Se viene halloween!!
Besos
¡Qué inspirado regreso amiga! Extrañaba tus relatos.
Extraño final...pero, ya sabes el dicho, "No creo pero que las hay las hay."..
Aunque también podría ser que la que estaba "chapita" es la que que lo veía de lana...
¡ Intrigante final! Me quedo pensando
Me encanta la gatita de la foto. ¿Será Titina?
Abrazo va
Nadie se atreva a ignorar a nuestros gatihijos,
atte: Karen.
Querida amiga, has vuelto mas inspirada que nunca, llena de ideas renovadas;
ojala este descanso haya sido reparador. Te mando muchos besos, que tengas una dulce noche y un bello despertar.
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