Fue una misteriosa historia que nunca logre
descifrar. Comenzó mientras visitaba los puestos de la feria de San Telmo.
Me habían invitado a participar en una exposición de dibujos a lápiz sobre
moda y estilos de la década del 70 y buscaba en viejas publicaciones, de las
que hay muchas en la feria, la idea que me dieran inspiración para una cara, estilo y moda de aquellos años. Una
revista llamó mi atención y la compré. En sus páginas la moda de esa
década, lucia bellas modelos, fotos de
una época donde los peinados, los
zapatos LuisXV, marcaban un ritmo, era todo un combo que me daría inspiración
para dibujar temas de esa época. De todas esas bellas jóvenes fui copiando algo
hasta lograr una cara que simbolizara según mí idea, esos años. Hice diferentes
dibujos, pero siempre con la misma mujer ideada por mi imaginación. El día de
la inauguración se acercaba y llegué al
último día con la terminación de mis cuadros. Mis profesores me felicitaron,
había logrado dar el efecto, estilo del setenta.
La exposición fue un éxito, los cuadros fueron
admirados y algunos vendidos a buen precio.
Una tarde se acercó un señor mayor
preguntándome quién había sido mi modelo, le dije que no hubo modelo que la
joven de los cuadros eran producto de mi imaginación.
-No puede ser -me dijo- dígame la verdad, quién
fue su modelo.
Volví a explicarle y decirle que de un catálogo
de modas de 1970 había sacado y copiado peinados, modas, sonrisas, miradas,
hasta lograr una cara que diera según mi parecer con el carácter de esos años.
No dijo nada más y se fue.
Al día siguiente regresó, traía algo envuelto
en papel madera, me pidió pasar a una oficina y allí desenvolvió lo que era un
cuadro. La pintura de una joven apareció ante mis ojos y me dejó sin aire.
Era la misma cara que yo había pintado,
sonrisa, mirada, color de cabello, hasta el estilo de sus aros, era igual. No
supe que decir. El que habló fue el señor:
-Fue mi esposa, murió en 1974 en un accidente,
tenía 24 años. ¿Me puede explicar cómo hizo usted para lograr en sus cuadros
tal parecido de imagen… ¡Es ella...!
Quedé muda, no supe que decir, ni explicar que
había sucedido, el señor mayor me miraba tratando de descubrir en mí una verdad
que yo desconocía, no encontré palabras, mis ojos iban del cuadro a la persona
que tenía delante. Al fin me dijo:
-Le creo, veo que está tan desorientada como
yo, le agradezco haber vivido gracias a sus dibujos una felicidad, que tal vez,
será la más importante de mis últimos años.
16 comentarios:
Una hermosa historia. Un beso
Impresionante, me ha gustado mucho cómo nos introduces en la historia, la sutileza para dar el gran golpe final e impactar. Te felicito, María Rosa.
Mil besitos y feliz día ❤️
Siempre hay ese motivo de suspense que se muestra en tus letras y relatos. Felicidades.
Un abrazo.
Desde luego misterio no le falta a tu historia, y más si creemos a la artista que dice no haber conocido a la modelo, nunca sabremos quien dirigió la mano cuando dibujaba. Has sabido conducirnos hasta el final amable . Abrazos
Menuda sorpresa, al menos el hombre fue feliz.
Un abrazo.
Qué buena historia, hay que ver la vida como es.
Ella no se fijó en modelo alguno y al final logro hacer feliz a ese hombre mayor que encontró en sus cuadros de nuevo a su bella esposa. Genial.
La vida nos da sorpresas y buenas muchas veces.
Un besote grande.
Me gusto la historia te da esperanza. Te mando un beso.
La dibujante fue una medium involuntaria. Me gusto la historia, es misteriosa y esperanzadora a la vez.
Besote, feliz noche!
Ah los misterios de la vida - o de más allá de la vida- María Rosa
Me gustó mucho tu relato
Abrazo
Buen Finde!
Que bella historia. A veces pasan cosas que no tienen explicación.
Un abrazo
Hay algo misterioso en la inspiración. Tal vez esa mujer se parecía a las modelos de entonces.
O la pintora se conectó con algo especial, que la llevó a dibujarla, sin haberla conocido.
Un abrazo,
Fascinante, esta historia me ha llegado hondo por el misterio que encierra
¿que bonita es mariarosa, no sabes como he disfrutado y como mi imaginación
corre intentando averiguar como y porqué dibujaste sin saber a alguien que había
partido hace años
Bella historia
Un fuerte abrazo
Con tus relatos siempre logras engancharnos hasta el final. Y en muchos se nos eriza la piel. El hombre se fue feliz.
Buen fin de semana Mariarosa.
Un abrazo.
¡Qué cuento tan maravillosa, María Rosa!
Incluso me quede movida.
Que tengas días brillantes e inspiradores.
Un abrazo, estimada escritora.
~~~
Una preciosa historia, amiga.
Detallada y delicada. Y siempre con ese deje de misterio hasta el final.
Abrazo Mariarosa.
Vuelvo para adentrarme en la hiostoria, disfrutarla y felicitarte mariarosa,
Buen fin de semana y un abrazo gigante querida
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