Me estremecía
ver tu cara, tu boca cuando hablabas, una niebla gris, un fluido salía de ella y un
olor extraño inundaba el bar. Yo no había tocado el café. Me hablabas con palabras entrecortadas, me pedías perdón,
jurabas que te habías arrepentido de tanto daño, inexplicablemente no
encontraba respuesta. Comenzó a hacer frío, a pesar de estar en febrero, un
clima helado como un manto cubrió el lugar.
Al fin no sé desde que laberinto afloraron mis
palabras. “Y ahora después de tanto tiempo de que sirve el perdón, ya
olvidé tu abandono, te dije”. “Lamento
que nuestros hijos hayan crecido sin padre, pero hoy, ya no te guardo rencor”.
Intenté levantarme para irme y seguías frente a mí
con esa niebla que ya comenzaba a rodearte y con ese olor a lluvia, a petricor que brotaba de tu cuerpo,
la gente de las otras mesas parecían no advertir lo que sucedía en la nuestra,
unos leían el diario, otros desayunaban, cada uno vivía en su mundo, sólo yo
permanecía temblando frente a vos sin entender que estaba ocurriendo. Me puse
de pie y te dije adiós. Extendiste la mano, la estreché y fue como tocar un pez
resbaloso y helado. Hui, eso fue lo que hice; escapar, de algo que me
angustiaba, que flotaba en el aire y me
obligaba a buscar la salida.
Recién al
día siguiente comprendí, comprender es una forma de decir, porque en realidad
nada fue, ni es entendible para mí. Me
llamaste el viernes por la noche. Nos habíamos
encontrado el sábado a la mañana y luego llegó la noticia que todavía no
logro entender; habías fallecido el viernes
a la tarde.
22 comentarios:
Tus finales son tremendos. Yo te leo con fruición, voy disfrutando y casi me atrevo a forjarme una opinión de lo que habría que hacer y llega el final y me sigues sorprendiendo. Un abrazo enorme
Estoy totalmente de acuerdo con Ester, el final es genial, mi felicitación por tu buen hacer.
Un abrazo María Rosa.
Qué miedo. Un beso
Buen desarrollo y gran final. Lo mejor para ciertas situaciones es huir, no queda otra. Y la muerte siempre es una montaña que se dibuja en el horizonte llano.
Es muy bueno venir a leerte.
Besos.
Pasando, leyendo y alabando la publicación, les deseo un Feliz Día Internacional de la Mujer. No hay, y hablo en mi contra, la fuerza que existe en el alma y corazón de una MUJER.
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Hoy escribí: “El corazón de una mujer es hermoso”
.
Pensamientos poéticos y ensoñaciones
.
Relato que se sigue con interés y con un final sorprendente, ¡felicidades!
Un abrazo.
Fue una despedida después de morir, él necesitaba el perdón, y la generosidad de ella se lo dio. Fue esa frialdad de la muerte que sintió al despedirse y tocar su mano. Que texto más bueno. Un besote muy feliz noche.
Impresionante, amiga...Volvió después de muerto a buscar su perdón.Qué bien lo has armado hasta llegar al final, que nos sorprende y nos deja ver tu maestría, tu creatividad, María Rosa. Mi felicitación y mi abrazo entrañable y admirado, escritora.
Remordimientos, cargos de conciencia aun desde el mas alla. Pobre, ahora que ya es incorporeo me da lastima... perdonemoslo.
Beso grande
Uy los remordimientos le hicieron pedir perdón aun de muerto. Genial relato. Feliz día de la mujer. Te mando un beso.
Que interesante relato con ese halo de misterio que tan bien se te da poner en tus historias.
Algo de eso me temía en un principio, pero como siempre la lectura atrapa al lector hasta el final.
Bueno, por lo menos le pidió perdón aunque fuera después de muerto...
Un placer la lectura María Rosa.
Un abrazo.
Dicen que para estar bien e irse de este mundo con todo bien atado se pide perdón. El daño está hecho.
Me encantó leerte, MariaRosa.
Mil besitos para ti ❤️
Querida amiga mia, me has dejado "helada", nunca mejor dicho. Qué bueno. Fantástico.
Besos :D
Me has dejado sorprendido con ese final, tan inesperado. Y la facilidad y belleza de tu relato, me parecen dignos de alabanza. Porque relatas suave, deteniéndote en bellos detalles, acumulando escenas que van dibujando el escenario. Bello, si!!!
Un gran abrazo, amiga!!!
En tiempos tan canallas y con tanto sufrimiento, vale pensar en que todo esto acabe y las rosas vuelvan a interesarnos.
Un soplo de vida y bonhomía, María Rosa.
Me encantó el relato y lo que menos me pude imaginar era su final. Aún siendo un fantástico relato, cosas similares o de gran parecido suelen ocurrir. Ni en el mundo de los muertos ciertas personas que han obrado mal en su vida pueden llegar a estar tranquilos.
Un gran abrazo María Rosa.
Se veía venir según se va leyendo. Y es que el tema, si bien no es frecuente, puede suceder. Me refiero a esa posible percepción de contacto con personas que haga poco tiempo que ya no están.
Abrazo Mariarosa.
El no se fue hasta pedir perdón.... Has cosas y casos que no entendemos pero pasan.... Excelente relato amiga. Saludos.
Escalofrío de pensarlo. Espero no encontrarme nunca en esa sitiación. Menudo final
Buen fin de semana Mariarosa.
Un abrazo.
El tiempo se dobla cuando el sentimiento así lo requiere...
Saludos,
J.
Bueno entre cuento y realidad, muchos por ahí nos conversan de esos sucesos...no es algo psíquico como muchas veces los diostores opinan...alucinaciones les nombran, cuando en realidad son experiencias extraordinarias algo más que lo parapsicológico y que poco se llega a comprender.
Un abrazo.
La vida es paradójica. Un abrazo. Carlos
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