domingo

Después del miedo.

  

 

 

 

Roberta se alejó, dejando atrás el cementerio y su carga de dolor. Subió  a su coche y dio rienda suelta al llanto que había contenido hasta ese momento.

No lloraba por su marido, él ya estaba enterrado y en paz. Es por ella que se angustia.

Todos la habían  abrazado, consolado, pero ninguno supo lo que gritaba su corazón. Ay si su corazón hablara, se escandalizarían sus tías, sus vecinas y hasta sus amigas tan modernas. Y su padre, abriría los ojos enormes y horrorizados,  sólo su madre la entendería.

 

Al fin,  sus sentidos, su cuerpo todo se alivia, al fin sola; sin que nadie la grite ni la mande ni le ordene cuando hacer el amor, ni como peinarse. Desde ahora en adelante su vida le pertenece y el mundo girará para el lado que a ella le guste, sin gritos que decidan como vestirse y qué comer.

¿Qué sucedió durante los últimos  años? ¿Dónde fueron sus sueños, sus ganas de vivir?  Todos sus deseos dieron paso al miedo, miedo de hablar y expresarse, temor a esos ojos que penetraban los suyos hasta reducirla a una piltrafa, terror a esas manos fuertes capaces de quebrar sus muñecas en un segundo y dejar la huella azul de sus dedos en sus brazos.

Regresará sola a su casa, no quiere compañía.

Su marido ha muerto. Respira hondo y abre la puerta, el silencio la abraza, la acaricia, es una compañía placentera, va a la cocina y se prepara un café.  

Las lágrimas bajan lentas, se acumulan, los gemidos la ahogan, su cuerpo se agita de tanto llorar, el sabor a sal se mezcla con el café y sin darse cuenta se va deslizando  y cae sentada en el piso, acaba de enterrar en su corazón a una joven tonta y enamorada.

 

 

 

 

 


27 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Triste historia muy real. Un beso

Ester dijo...

Podría ser real y si lo fuera solo cabe pensar que debería haber muerto mucho antes. Abrazos

Rafael dijo...

¡Qué bien relatado este dramático suceso de la vida real...!
Un abrazo.

Campirela_ dijo...

La liberación también produce llanto. En este caso bien justificado.En adelante será ella misma. Un buen texto.
Abrazos y feliz comienzo de semana.

Recomenzar dijo...

La liberación de ver sufrir a alguien a quien amas.
es terrible
es cierto
un abrazo
enorme

Auroratris dijo...

Es impactante por la realidad que refleja. Muy bueno, bonita.

Mil besitos para ti ♥

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Todos piensan que una pareja es muy feliz, cuando la ven en la calle . Pero adentro de la casa, la historia es otra, sobre todo para la mujer. Muy actual y real este cuento. Un abrazo. Carlos

Lady Blue dijo...

Es un crudo relato que refleja una realidad que lamentablemente viven muchas mujeres.
Es el miedo el que las paraliza y no solo el miedo a su agresor, sino que también al qué dirán, porque muchos la podrían enjuiciar. En este caso hay que agradecer que el muerto sea él y no ella. Que tengas una buena semana, besos.

Siby dijo...



Cada pareja tiene su historia,
hay mucho maltrato, nadie sabe
lo de nadie.

Besitos dulces
Siby

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Entonce llora por aquella que fue.
Y se entiende su alivio.

Un abrazo.

J.P. Alexander dijo...

Siempre es triste enterrar a alguien y lo que significa. Buena historia

Sandra Figueroa dijo...

Por fin es libre de ser y actuar. Feliz de que haya llegado ese momento. Me encanto. Saludos amiga.

Laura. M dijo...

Al fin le llega la felicidad. Triste y muy real.
Buen martes. Cuídate.
Un abrazo.

Meulen dijo...

Todo a su tiempo, puede al fin desatar esas nefastas amarras, pero que sin dudas la llevarán por mejor vivir si es capaz se superar en.definitiva esa vida que la.sostuvo , puede ahora hacerse cargo de ella misma y quizás descubrir el buen querer, aunque con tamaña experiencia mejor se queda solita.

Un abrazo..

Jessica L. Smith dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Marinela dijo...

Maria Rosa: !Genial¡

Un abrazo

Ernesto. dijo...

Realidad mucho más común de lo que pareciera.

Abrazo Mariarosa.

unjardinsostenible dijo...

Probablemente sea el momento de descubrir la felicidad y de llegar a alcanzar.
Un abrazo y buen fin de semana.

Chelo dijo...

Una historia bastante real aunque casi siempre se oculta.

Muchas gracias por visitar mi blog y comentar.
Un abrazo.

Rocío G. Tizón dijo...

Muy triste y a la vez muy bonito. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
Un abrazo.

José A. García dijo...

Es lamentable que este tipo de historias no sean meramente de ficción.

Saludos,

J.

Siby dijo...



Es una historia como muchas,
que suceden mi amiga y ademas
triste y muy real.

Besitos dulces
Siby

El Baile de Norte dijo...

Vivir una vida que no le pertenece,... es el triste destino de demasiadas personas. Como siempre hermoso y sentido relato.
Saludos,
PD.- se te ha colado una errata en el penúltimo párrafo.

El Baile de Norte dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Joaquín Galán dijo...

Así es,la libertad también produce llanto,pero es un llanto liberador y,por tanto, necesario.
Bonita historia,tan común que apenas le damos importancia ya.

Alonit(L.B) dijo...

Me ha conmovido tus letras,cargadas de sentimiento,gusto leerte, Un abrazo!

Galilea dijo...

Tremendo! Demoledor! Fantástico relato. Se sienten esas lágrimas.
Muy bueno!

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