domingo

La ciudad y yo.







 Hoy a  Buenos Aires lo habita un otoño gris y frío, con agujas que no respetan los abrigos, y  llegan hasta los huesos.  El sol duerme y las calles transpiran humedad, no hay brillo, ni belleza, ni misterio, hoy es una ciudad fantasma, muy pocos se animan a salir, no hay nada para ver, ni con lo qué deslumbrarse.
La pandemia se oculta en cada esquina esperando al distraído a quién pueda  hacerle compañía, es como una chica de la vida que intenta abrazar al primero que pasa cerca, e irse con él amarradita de su brazo.
Observo a mi ciudad y me parece  patética, tediosa o seré yo la que carga esas malas virtudes, no sé. Anunciaron que iba a salir el sol, es que el clima, como los políticos; nos prometen y no cumplen.

Encontré un bar abierto, mesas separadas, pocos clientes y mientras elijo donde sentarme,  llegan suaves, los acordes de un tango: “Por una cabeza.”
Y me acuerdo de Al Pacino en “Perfume de mujer,” bailado  como un verdadero porteño, y canto  en voz baja, la letra tan conocida, mientras el mozo se acerca y canta conmigo y de una mesa del fondo, otro se une y somos un coro de nostálgicos, evocando, algún momento  vivido en los acordes de ese tango.
Me olvidé el mal humor, de la humedad y del covid19.

Así es Buenos Aires. De pronto sin que nos demos cuenta, alguien  nos ofrece una sonrisa y la tristeza se escapa por la ventana de los ojos y hasta el sol se unió al cambio y salta sobre una nube, nos regala su calor, y nos baña  con sus reflejos  dorados. Es domingo y hay permiso de salir a ver la vida.




27 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Los pronosticadores son como los políticos.
Interesante observación de la ciudad.
Un abrazo.

Susana dijo...

Me alegro de que al fin brille el sol. Un beso

Mª Jesús Muñoz dijo...

María Rosa, el mundo es un pañuelo. Tu ciudad es mi ciudad y también cualquier ciudad que ha vivido la pandemia. Los sentimientos son los mismos y las ganas que tenemos de que todo pase también las mismas. La música nos ayuda y estamos deseosos de cambiar de tema, de volver a vivir con alegría y olvidarnos de esta pesadilla...Ese tango lo hago mío y resuena en mis oídos como un presagio de cambio.
Te dejo mi gratitud por tus letras, mi abrazo y feliz domingo, amiga.

Auroratris dijo...

Nada mejor que la música para olvidar por un momento esta realidad. El paralelismo entre el covid y la chica de la calle me ha gustado mucho.

Un placer leerte, bonita.

Mil besitos con cariño para ti ♥

Margarita HP dijo...

Mi querida María Rosa, has descrito a la humanidad. Qué hermosura la tuya al describir una situación que por desgracia, se ha extendido tanto... Ahora, hemos de intentar regresar a una normalidad que se llama "nueva". Por algo será. El miedo lo llevamos protegido bajo una mascarilla que nos hace sudar. Los guantes han quedado en el camino, junto a los continuos avances de los héroes de tractores que desinfectan por doquier.
Siempre nos quedará el saber que todos estamos en el mismo barco.
Muchos besos cariño.

Joaquín Galán dijo...

Hola María Rosa. Sí,es triste ver así nuestras ciudades,pero con un poco de esperanza y un mucho de paciencia, todo volverá a la normalidad. Aquí, en España, hemos sentido eso mismo que tan bien narras durante los meses de marzo y abril,sobre todo,en plena primavera.Ahora parece que vamos poco a poco hacia la normalidad,aunque nunca seremos ya los mismos,me temo.
Me encantó leerte.

Un fuerte abrazo y a cuidarse que todo tiene un final.

Campirela_ dijo...

La música alegra el corazón y nos hace olvidar aunque sea por un instante la tristeza de este tiempo atrás.
Muy lindo tu entrada .
Un fuerte abrazo .

Rafael dijo...

Entonces a disfrutar de ese permiso...
Un abrazo.

A. dijo...

La música todo lo puede y con ella se van nuestras tristezas por los recobecos de nuestras calles... Pronto volverán a ser lo que fueron.
Besitos cariñosos.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Gracias a Dios no todo es angustia y soledad, algo queda de la vida.

Un abrazo.

J.P. Alexander dijo...

Hay que ver el mundo con agradecimiento que seguimos vivos y sanos po ser optimista y esperar que todo pase. Te mando un beso

Elda dijo...

Me ha gustado eso de, los pronósticos del tiempo son igual que los políticos, creo que el tiempo es menos incierto que ellos.
Al final la música y el calor del sol son buenos elementos para olvidar el mal humor, o las malas sensaciones.
Muy bonito relato de estos sentires que en algún momento se nos pasa por la cabeza de ver un ambiente desolador, pero parece que la cosa se pone en marcha, ahora solo depende de nosotros tener este virus a raya.
Fue un placer la lectura M. Rosa.
Un abrazo.

Antorelo dijo...

¡Cómo me gustaría estar en ese café oyendo los acordes de ese tango! Has conseguido con tu relato que me transporte a ese maravilloso Buenos Aires. Un abrazo. Siempre es un placer leerte.

Recomenzar dijo...

Es la realidad de todos los lugares de hoy- Aunque aqui estan locos no hay melancolía no hay norteamericanos- estamos invadidos de gente de todos lados-.Me han dicho que no se puede salir pero veo que tu lo haces -Todas mis primas viven encerradas por mas de 2 meses ya. realmente no entiendo nada Ellas tienen 60 años bueno en fin un abrazo y suerte

Merce Ares dijo...

Hola María Rosa, muy buena tu descripción y tu sentir en este momento critico, yo estoy en el gran Buenos Aires y siento la misma sensación de tristeza y melancolía. Días de incertidumbre y opacos como fue el domingo, y hoy también. Nos queda contentarnos con tener la mente ocupada en nuestras pasiones tu en las letras y yo en la pintura para ser mas llevadero este largo encierro. Agradezco tu paso por mi blog siempre derramando bellas palabras. Un abrazo!!!

Sandra Figueroa dijo...

Con cuidado disfruta de esos momentos amiga. Por acá hace un calor horrible, hoy 40 grados centigrados y mañana dijeron que también, así es aqui en Monterrey. Cuídate mucho, te dejo saludos

Estrella Amaranto dijo...

Me ha gustado tu inspiración con ese contraste de luces y sombras, como la vida misma y estas circunstancias tan abrumadoras que nos han sorprendido a nivel planetario.
Pero, he aquí que se produce ese pequeño milagro, esa chispa de humanidad, como el canto en voz baja seguido de otros cantos... Un pequeño gesto de amor al prójimo, como la sonrisa, puede cambiarlo todo.

Un sabio mensaje subyace en el interior de tu sencilla pero a la vez profunda y tierna historia. Gracias por compartirla.
¡Feliz semana, Mariarosa!

José A. García dijo...

No recuerdo quién decía algo como "La vida es eso que pasa mientras miramos para otro lado", y es difícil dejar de lado ese sentimiento.

Saludos,

J.

María Pilar dijo...

Qué bonito relato que nos llena de emoción porque sabes contar divinamente lo que también vivimos y conocemos.
Y ese final provocado por una canción conocida, un verso o la observación de un bello cuadro en compañía, nos va pintando la vida de otro color que no sea solo el gris sucio de tantos y tantos otros días.
Un abrazo.

Siby dijo...



Aquí empieza ya el calor,
me gusta la emoción que dejas
en tu relato.

Besitos dulces
Siby

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Qué hermoso texto en prosa poética, capaz de desvelar dos estados del alma, en un día de asueto de la pandemia: el de la tristeza de una ciudad que no es la misma, y esa camaradería en el café, que cambia el gris por un color festivo y de la alegría. Un abrazo, amiga Rosa. Desde mi cubil colombiano. carlos

Costantino dijo...

Un testo importante in questi momenti difficili, che noi in Italia viviamo con apprensione e speranza.

Ernesto. dijo...

Un texto extraordinario de realidad bien contada y tránsito de ánimo...

Y es que cuando se da este último, la realidad se apega.

Abrazo Mariarosa.

Meulen dijo...

Porque es maravilloso darse cuenta que se está vivo y eso se enlaza al enjambre de vida donde todos estamos conectados...abrazados a esa misma mirada , porque el sol sigue dándonos su fuerza y nos lleva a sentirnos , seres humanos despiertos en otro día más, que frente a la adversidad estamos unidos y podemos seguir adelante aunque no se sabe con certezas como concluye esto, tenemos esos resquicios humanos donde nos podemos seguir alimentando el espíritu que es lo que más debemos de cuidar por ahora...

Un abrazo.

" R y k @ r d o " dijo...

Todo o ser humano sabe que o covid-19 "nasceu" para matar. São os infectados e as mortes no mundo que assim o dizem. O medo de ser infectado instalou-se na mente das pessoas de todo o mundo. É assim em Buenos Aires, no Rio de Janeiro, em Lisboa.Portugal, onde me encontro

Haja fé que melhores dias chegarão

Cumprimentos poéticos.

AMALIA dijo...

Vivir la vida.
Un estupendo relato, acompañado de esa bella música.
Me encantó leerte.
Un abrazo.

yessykan dijo...


Hola, Maria Rosa
Una preciosa inspiración, he disfrutado muchísimo tu relato.
Un saludo

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