miércoles

Van Gogh. (Una noche imaginaria en su vida)






Había dejado atrás su habitación con olor a  pintura y el cuadro  del “Trigal con gavillas” sin terminar. Le dolía la cabeza, había estado encerrado todo el día, tratando de lograr el cielo que imaginaba y había sido imposible.
Caminó recorriendo el “Jardín de Luxemburgo” el paseo le ofrecía la magia de sus diferentes verdes, años atrás los había pintado, era verano en ese entonces y los colores de las sombrillas de las damas y los árboles en flor, conseguían  que mirarlo fuese un placer.  Hoy al recorrerlo, admiraba  el cielo tan diferente al de aquella pintura, era el otoño que vestía al paisaje de dorado.
Entró al café Terrace, el cansancio le daba lentitud a sus pasos, el mozo conocedor de sus gustos, le sirvió una copa de licor. Vicent recorría los detalles del salón, el movimiento de las personas que conversaban en las mesas y pensaba; “Debo pintar este lugar, donde las  ideas se pierden y uno puede llegar a volverse loco y cometer crímenes” Y lo voy a llamar; Café Terrace, Place du Forum. (*)
Entró un grupo de jóvenes cantando, le molestó su algarabía, se puso de  pie y salió, ya era de noche. Se detuvo en la calle, su mente era un torbellino de ideas y colores, echó a correr, quería borrar el cariz enrarecido de sus pensamientos y no lo lograba.
Al llegar y abrir la puerta lo primero que vio fue el lienzo inconcluso.  Recordó el cielo de esa tarde. Mezcló colores, sus manos volaban, eran palomas decididas, unió el celeste, el verde, el blanco, había logrado el firmamento, al fin, allí estaba “El trigal con gavillas”.


(*) Carta a su hermano Théo. 8/12/1888





21 comentarios:

J.P. Alexander dijo...

Lindo relato de uno de mis pintores favoritos. Puedes sentir su angustia y su genialidad.

Susana dijo...

Podrīa haber sido asi. Un beso

VENTANA DE FOTO dijo...

La historia, parece tan real, que al mismo
pintor le parecería haberla vivido.

Besos

Margarita HP dijo...

Un genio desde mi punto de vista. Y en cuánto a tu relato María Rosa, pues lo cierto es que quién sabe, igual fue así sino en éste en cualquier otro de sus cuadros.
Muchos besos :D

Enca Gálvez dijo...

Como amante de la pintura, te diré que Van Gogh es uno de mis más admirados pintores, por todo ello me ha encantado este post
Saludos

Mª Jesús Muñoz dijo...

Has recreado de maravilla el amor de Van Gogh por la pintura y sus pesadillas, que no le dejaban en paz...Hermoso homenaje, que lo hace más entrañable y más grande, si cabe...Gracias por tus letras siempre maestras y muy realistas, María Rosa.
Mi abrazo y feliz fin de semana, amiga.

Franziska dijo...

Maravillosa recreación. Me ha encantado. Gracias por compartirlo. Un abrazo.

Ernesto. dijo...

Una más de sus peculiares obras...

Un texto enriquecedor.

Abrazo Mariarosa.

Mari-Pi-R dijo...

De un lienzo se puede lograr un buen escrito como el tuyo, buena imaginación.
Que pases un feliz fin de semana.

José A. García dijo...

El momento indicado no existe si no nos preocupamos por crearlo.

Muy bueno,

Saludos!

J.

Sandra Figueroa dijo...

Bella inspiración...magnifico relato....Saludos

Meulen dijo...

quien sabe que pasaba por esa genial mente
que vivía inmersa en colores y texturas

bella manera de traerlo a la memoria

Pases una buena semana.

Adelina dijo...

Precioso lo que has escrito...

Además muy interesante pues me encanta la pintura.

Un beso grande.

Trini Altea dijo...

Magnífica foto, me encanta.

CRISTINA dijo...

Hermoso homenaje, y bello relato. Van Gogh nos dejó pinturas que son iconos de la cultura popular moderna, su amor por la pintura era un hecho.
María Rosa, un abrazo de luz!

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Así son los genios... encuentran la inspiración donde nadie puede verla.

Un abrazo.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Escogiste ese milagro de pintura del maestro Van Gogh, que son los trigales, de tanto vigor en su pintura, como los famosos Girasoles, para imaginar desde tu capacidad poética y narrativa, cómo florecieron en su magín para el lienzo. Un abrazo. Carlos

Ester dijo...

Detrás de cada obra de arte puede esconderse un tormento, parece a que a él le costaba mucho pintar. El resultado siempre estupendo, recuerdo "la terraza del café". Abrazuco

Mirella S. dijo...

Cuántos conflictos tienen los grandes artistas en el momento de encarar una obra y a nosotros, que solo observamos el trabajo finalizado, nos parece que lo hacen con facilidad y entusiasmo.
Muy buen homenaje al eximio maestro del color, Mariarosa.
¡Besos y feliz día en tu Santo!

Sara O. Durán dijo...

Muy probable que así fue.
Besos.

Rocxy dijo...

Esta historia tiene lo esencial de un cuento: Parece la verdad y de verdad parece un cuento, me gusto, saludos.

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