La
estación del subte estaba vacía, un silbido surgía desde la parte oscura del
túnel, mis ojos recogieron la negrura de
esa garganta que se perdía en una curva sin fin.
Escuché
pasos, alguien se acercaba por el andén, reconocí el uniforme azul, era un empleado de mantenimiento.
—Se
escucha un silbido en el túnel, está por
entrar un tren y puede ser peligroso —le dije.
—No se
asuste, son los de la estación de Pasco Sur —respondió.
— Pero,
si Pasco Sur está cerrada desde hace años —insistí.
—Está
cerrada para nosotros, pero ellos van y vienen cuando quieren.
—¿Quiénes
son ellos? —pregunté.
No
respondió y se fue por el pasillo, entró
en una puerta que surgía al fin de la estación.
De
pronto una luz, como un mechero gigante,
apareció parpadeando e iluminó el túnel y vi la imagen de una mujer vestida de blanco y caminando por las
vías con suma tranquilidad. El sonido del tren que se acercaba, provocó mi desesperación, comencé a
transpirar, a gritar y a hacer señas, pero ella seguía sin oírme. La va a matar,
dije en voz alta, estaba solo y sin
poder ayudarla. En un último
intentó, grité:
—¡Salga
de las vías!
El tren
llegó. Y nada, ni un grito, ni el ruido que provoca un accidente, quedé petrificado en el andén, no quise subir y cuando las puertas se cerraron y los vagones
lentamente se pusieron en movimiento, la vi de pie y sonriente saludándome
desde el interior del último de los coches. ¡Es imposible! Me dije.
Apareció
de nuevo el empleado de mantenimiento,
desesperado le conté lo sucedido y sonriendo me dijo:
—Le
dije que no se preocupara, son los fantasmas de Pasco Sur que siempre deambulan
por acá.
(La estación Pasco Sur fue clausurada en 1953, desde entonces se tejen sobre ella muchas leyendas urbanas, yo agregué mi granito de arena con este cuento.)
19 comentarios:
Hola María Rosa
Es que la estaciones de tren tienen tanto caudal de misterio para escribir. A mí siempre me apasionaron. Es como si tuvieran historias inconclusas en sus paredes, en su mismo aire, en los andenes.
Precioso como siempre.
Beso grande.
Pd El libro es carísimo, no sé... Yo tengo un libro mío que descubrí en una librería virtual que lo tenían a $520. Fui y le pregunté y me dijo que por los gastos de envío desde Amazon. Te imaginas, un libro mío semejante precio. No lo compran ni a la mitad, lo van a adquirir así.
El que vos querías comprar no sé si está en librerías físicas o viene desde el exterior. Hay que ver eso. Yo quise comprar uno de una española y me salía $600, sin embargo el de I. Allende me salió $300.
Yo siempre hablo de libros en papel. Los e-book son baratos.
Gracias Lujan.
Los libros están caros, hoy terminé comprando el de una argentina, son libros editados en el país y son más accesibles. Se llama "Ojos color pampa" me lo recomendó la vendedora, la autora es Gabriela Margall. Luego te contaré que me pareció. Un beso.
mariarosa
Dicen los lugarenios que hay una estacion al sur en La Pampa que solo Se Ve al pasar de noche De dia es un descampado.
Viaje muchos anios en el subte A a Retiro y siempre miraba en Pasco a ver si habia alguien jaja!
Fascinante , me encantan las historirias de vias muertas y estaciones abandonadas , una de las entradas en mi blog es "Sucedio en Tamangueyu" te va a gustar :
https://javiemiro.blogspot.com.au/2015/06/sucedio-en-tamangueyu.html
Tiene un link con mas historias de ferrocarriles y fotos de trenes http://www.rumboalsud.com.ar/
Cuánta tensión nos haces sentir al recorrer tu historia, jaja. ¡Muy buena!
Fuerte abrazo.
Me sorprendiste, muy buena historia de fantasmas
Fantástica como siempre tu narración M. Rosa, y nunca mejor dicho, jajaja por lo fantasmagórica. Me gustan mucho y me llaman la atención estas cosas de espíritus y demás, pero no puedo ver una película, por ejemplo, porque soy muy miedosa, :)))
Un placer la lectura.
Un abrazo y buena semana.
Ya no verę las estaciones igual. Un beso.
¡Hola María Rosa! Qué escalofrío, madre. Creo que me lo pensaré dos veces antes de entrar en una estación de noche y a solas.
Muchos besos amiga :D
Hace algunos años que dejé de usar el subte, me produce claustrofobia, no sé bien qué es.
Imagino lo que es encontrarse solo en el andén y ver la escena que describiste en tu relato.
Justo para esta época de Halloween.
Un abrazo, Mariarosa.
Qué bien lo cuentas, que lo haces creeible. UN beso. carlos
Gratisimo visitarte y leerte
Cariños
Hola María Rosa.
Hace un tiempo que no nos visitamos, pero hoy paso a disfrutar de esta envolvente historia, una estación abandonada hace que se dispare la imaginación.
Me ha gustado el relato.
Un abrazo.
Ambar
Ha sido un relato encantador porque en ningún momento provoca el espanto y sin embargo tú has conseguido que no perdiera su encanto. Me gustó. Un abrazo. Franziska
Tan simple y directo como sorprendente. Misterio redondo y jugoso, como durazno de otro planeta.
Saludos.
Buen aporte a esas leyendas.
Hay que destacar que esa mujer, aun siendo fantasmal, era amable, saludando y sonriendo.
Saludos.
Leyendas de fantasmas y acordes del pasado, siempre esperando esa oportunidad de leerte que me da mucho gusto todo lo tuyo, gracias María Rosa.
Abrazo
Pues un poquillo de mieditis si que he pasado con esta historia.Besicos
Las estaciones ya no serán las mismas. De todas las maneras seguiré esperando en la de siempre. Vigo Urzaiz. Mi cariño y un encendido aplauso
Aún previendo que de algo así se trataba, la mirada de esa mujer desde el último vagón cuando el tren ya está de nuevo en marcha, me ha sobrecogido.
Felicidades por tan buen relato.
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