Las
hojas tiemblan y yo con ellas en ese empuje que me da el viento de junio que
quiere jugar y lo único que consigue es estremecerme, aunque se pinte de dorado
y perfume levemente el aire con su aroma
a flores de lavanda. Algo similar a un tentáculo invisible me cierra la
garganta y se hace rojo fuego entre las hojas y amarillo en el aire.
No
hay hierba en el parque, sólo mis pasos apagados entre el reflejo que me regala un sol tibio que me besa por momentos, se aleja y juega a
la escondida con mi frío.
Los
gorriones picotean un cementerio de semillas que les ha dejado la helada y
arañan la tierra de un color gris ceniza, sus patitas de cristal, avanzan,
saltan y levantan vuelo rizando el aire y buscando en algún patio, alguna miga,
están hambrientos de verde y huérfanos de calor.
Mi
cuerpo resiste el viento por calles solitarias, la gente se ha encerrado en sus
casas blancas con aroma a café y ternura
de domingo y yo sigo caminando hasta que las sombras cierren mi senda, con sus
reflejos oscuros y me anuncien que es hora del regreso.
20 comentarios:
Una preciosura María Rosa. Una pintura de domingo llena de ternura.
Un texto para encuadrar y volver a leer cuando se tienen ganas de belleza.
Nunca te lo dije. Viví en Bs As de muy chica, hasta los diez años. Amo tu ciudad
Dicen y no tengo dudas que es una de las ciudades más bonitas y la comparan mucho con Madrid. Cuando escribes trasmites tu amor por tu lugar en el mundo. ¡MARAVILLOSO !
Toda mi admiración y mi cariño.
¡Feliz semana!
Preciosa descripción.
Un abrazo y feliz semana.
El día de la semana, que parece que se hace eterno y ademas si esta acompañado de estos paseos que ayudan tanto a la reflexión.
Feliz día MªRosa.
Me has hecho vivir lo que es un domingo de invierno. Impresionante lo que has escrito. Un abrazo
Un pintor no lo haría de mejor manera,. Hoy en Vigo la calor roza los cuarenta grados, es un destiempo impresionante. Mi admiración y mi cariño.
Los domingos por la tarde suelen traer melancolía y eso es lo que percibí en el relato. Alguien que camina solo, percibe los colores apagados del invierno y está atento a aquello que lo rodea, el paisaje urbano.
Quizás también esté sintiendo la necesidad de hogar y calor que proyecta en los pájaros.
Me gusta mucho que los sentimientos del paseante queden a cargo del lector.
Un fuerte abrazo.
Descubro un sólo color, el gris. y es que el relato se presta a eso por culpa de los domingos.
Domingos solitarios y quizá lluviosos.
Un saludo cariñoso María Rosa.
Completa y descarnada descripción de una tarde de invierno. El invierno no es mi estación preferida,...ni cerca. Me hace sentir triste, solitario, al igual que los gorriones, tengo hambre de verde y orfandad de amor...El frío ataca al cuerpo, ...y resiente el alma. Compartamos ese delicado olor a café recién hecho Besos.
Juan A. Petta
Una preciosidad de relato. Me hace desear que vuelva a ser otoño.
Feliz tarde
Bisous
Largas caminatas en solitario que invitan a contemplar, pasear, observar, sentir, fluir sin rumbo fijo de la mano de un otoño que cubre todo de melancolía.
Un fuerte abrazo!
FULLL, EXCELENTES TUS IMÁGENES!!
ABRAZOS
Dios creo los domingos para el descanso
los humanos para las nostalgias
Hermoso escrito
Un abrazo en miercoles
Se tomó su tiempo pero, finalmente, llegó el otoño...
Saludos
J.
Magnífico retrato de cosas y de los sentimientos que provocan una estación del año. Ninguna cámara fotográfica mejor que tus palabras.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
Se hace difícil imaginar un otoño en junio, pero tal como lo describes me voy haciendo a ello.
Un abrazo
Hermosas caminatas de otoño nos acercas
Cariños y buen domingo
Bella caminata, en la que te acompañe a traves de tus letras
Abrazo
Descripción de una tarde cualquiera de invierno, con la mayoría de sus elementos en el escenario. Incluidos el café y la ternura de domingo. ¿Quién no las ha vivido?. Y sin embargo saborearla de tu mano resulta otra cosa... ¡Curioso!
Un abrazo, MariaRosa.
Así es el otoño: un sin fin de matices de colores, tibia nostalgia, aroma a café y ternura de hogar.
Besos
ES un bello texto de prosa poético, recogiendo las impresiones de un espacio, de un parque donde la luz se hace color. Se han quedado esos matices en mi memoria, Rosa. Un beso. carlos
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