Los velatorios nunca me gustaron y menos sabiendo a quien
iba a encontrar. La poca
gente que te rodeaba era
desconocida, ningún amigo de antes, hacía años que tu mundo y el mío se
habían distanciado en un mar de rencores
y desencuentros.
Al verte tan pálido y con el pelo
blanco, te juro que dude. ¿José? Sí. La
cicatriz en tu ceja derecha destruía cualquier duda. Esa, te la dejé de
recuerdo el día que me dijiste que te ibas. Después me enteré que te fuiste con
la Betty.
La cicatriz casi no se te ve. Fue un arranque de locura,
¿te acordás?
Te hablo como si fueras a responderme, como si me
escucharas… ¿Escucharán los muertos? No
sé.
Aquel día no respondiste cuando te
pregunté; ¿por qué? Yo te quería, te quería
mucho, pero no me gustaban tus órdenes. Órdenes, dáselas a tu abuela, te dije y te arrojé la
botella de Coca que estaba sobre la mesa. Te pusiste furioso, dejaste un puñado
de billetes y me dijiste gritando: ¡No quiero un hijo!
¿Por qué? Volví a insistir.
Te fuiste mudo y sin volver la
cabeza, cubriéndote la ceja con un pañuelo. No te importó nada, ni mi amor ni
los años juntos y ahora que te veo así… siento una angustia que me cierra
el pecho…
Me fui a vivir con mi hermana sabés,
la que vive en Rosario, ella me ayudó.
A veces llamaba a los amigos y les
preguntaba por vos, me decían que estabas bien y nada más.
Hace un año me
encontré con el Cholo, él me dijo que estabas enfermo.
¡Qué boludo que fuiste!
Nuestro hijo se llama Gonzalo, y
tiene veintitrés años, el pibe cree que
lo nuestro fue un amor de verano, una noche con unas copas de más y que todo
terminó sin que supiéramos nada uno de otro. No le podía decir la verdad, esa
que hizo que te arrojara la botella… y fue poco, te merecías mucho más. ¿Cómo
iba a decirle que su padre no lo quería?
¿De qué te sirvió abandonarnos?
Yo no fui feliz. Sólo la risa de
Gonzalo me da alegría, pero algo me faltaba, me faltabas vos.
¿Y la Betty, por qué no está ahora a
tu lado?
La muy cretina debe estar esperando
que todos tus familiares colmen la sala, para
hacer una entrada triunfal, entre lágrimas y gemidos.
Me enteré que no te casaste y que no
fuiste feliz, pero no la abandonaste.
¿Dónde están los viejos amigos?
¿Por qué te dejan tan solo?
42 comentarios:
recuentos y resentimientos arrojados por la protagonista
suele suceder más seguido
cuantos hijos sin una de la figura parental crecen y se desarrollan
abrazos y feliz jornada
Tal vez la presencia de esta mujer y sus recuerdos es más de lo que merece el muerto. Curiosamente, él no abandonó a aquella que no lo hizo feliz. Qué contradictorios somos a veces, madame.
Feliz día
Bisous
Que complicada es aveces la vida...
Un abrazo
un lugar apropiado para buenos y malos recuerdos,
saludos
Un velatorio muy especial.....de todas formas es de una gran generosidad la actitud de esta señora que a pesar de....estuvo en el velatorio,yo no hubiera ido,claro que en un relato de fantasía todo puede pasar.Besotes
No se. Quedo mudo ante el drama funerario de tan extremo culto al dolor y al apego.
Y entiendo que es horrible perder a un ser querido, pero fuera de un caso así la muerte es un chiste cósmico, muchas veces contado por un Dios malo.
Pero si lo vez, la vida es un rato y la muerte para siempre, hasta donde imaginamos.
Aunque no tengo pruebas al respecto siento que reaparecemos incorporando lo que hayamos merecido.
errata por apresurado.
ves en lugar de vez.
Oye, que lo cuentas tú y de repente me gustan los velatorios
Un abracito
Mariarosa, este mediodía estuve a punto de ser la primera en dejarte mi comentario, pero vi que era la hora de la comida y tuve que dejarlo para este momento.
Un relato muy real dentro de la ficción. Una mujer enganchada al amor de su vida, que no duda en ir al velatorio de su ex para hablarle de su hijo en común, aquel que no quiso.
Un abrazo y feliz día.
Pido disculpas si el cuento de esta semana es muy crudo.
En ellos intento mostrar lo humano.
Las historias suceden en una casa, la calle, en los recuerdos de un niño, donde personas reales se mueven con sus grandezas y miserias y qué no decir de mis fantasmas, ellos no son verdaderos, pero juegan a serlo.
Siempre hubo un personaje que motivo el relato, luego surge la historia, la ficción. Un velorio es real, no me gustan, pero la vida y la muerte pasan por ellos, no lo puedo negar.
“ Melancólico ayer” es un cuento, pero los personajes son creíbles o intentan serlo. ¿Quién no los ha conocido?
mariarosa
Me encantó María Rosa ! No el velorio, por supuesto.
Yo creo que el personaje que pintas y muy bien, no sé si real o inventado podría ser cualquier hombre equivocado que no fue feliz.
TODO LO QUE VA;,VUELVE.
Un beso gigante.
Para ti...
Que haces sonreír a mi alma,
y me alimentas con tus vistas.
► ♣ ◄
Para ti...
Que a través de la distancia
me han contagiado de tu ternura.
► ♣ ◄
Para ti...
He colgado una rosa que lleva tu nombre, en la estrella más bella,
para que cuando mires al cielo te acuerdes de mí...
Como yo me estoy acordando en este instante de ti!!
► ♣ ◄
Atte.
María Del Carmen
UFFFFFFFF, TUS RELATOS SON EXTRAORDINARIOS!!! ME ENCANTA LEERTE.
BESOS
Maria Rosa, momentos complicados son esos...siempre hay desencuentros añadidos...Un placer encontrarte.
Abrazos.
En momentos como el que describes, siempre nos asaltan las dudas del por qué y de qué pudo ser.
La vida pone, antes o después, a cada cuál en su lugar y está claro que la mujer ganó la partida.
Disfrutó de su hijo y de su vida mientras él penó por su decisión mal tomada.
Me ha gustado.
Un besito.
Has descrito momentos de una vida tan comunes, pero tus palabras los han hacho especiales.
Hay personas que no saben honrar la vida y eso da pena.
Cariños
Cuanto sentimientos encontrados en una sola habitación... la vida nunca deja de sorprendernos.
Un saludo!
María Rosa, reencontrarse con el pasado puede tener dos vertientes, saciar nostalgias acumuladas por decenios o ajustar cuentas. Y tu personaje de alguna manera expresa en silencio y ante el silencio y solo con el silencio como respuesta, su reclamación postergada. Con la muerte no acaban las dudas ni los reclamos, ni las deudas.
Un gusto siempre leerte.
Un abrazo
Duro ralato, de esos que no dejan indiferente y despietan la imaginación y los sentidos. Me ha gustado mucho.
Un beso.
Que complicado es vivir, verdad?
Besos.
gracias Mariarosa por tu huella
abrazos y energías para ti y para todos quienes resultaron damnificados por el temporal
Y muy poco le hizo solo una cicatriz...Los hay de órdago.
-Querida Mª Rosa: espero que todo este bien.Nos enteramos por estos lares del aguacero que se desencadenó.
Un abrazo que sigas bien.
Impresionante,Maria Rosa...No tienes que pedir disculpas...El relato es creible y admirable.Esa mujer,que acude y se debate entre el resentimiento y el amor...para despedir al padre de su hijo.
Mi felicitación y mi abrazo grande por tu maestría y el mensaje,que nos deja la historia...El amor va más allá de la muerte.
Siento de veras todo lo que está viviendo Argentina,amiga...Confío en la Providencia y en los paises hermanos...Todos trataremos de ayudar.
Mi abrazo grande y mi ánimo siempre.
M.Jesús
Gracias por entrar en mi blog y comentar.
He leido tus relatos y son geniales! Me ha gustado leerte.
Un velatorio especial...pero en un relato de fantasia todo puede suceder.
Un abrazo.
Feliz fin de semana.
Un beso.
La protagonista está enojada y al mismo tiempo le tiene lástima, porque lo dejaron solo.
de todas las caras del egoísmo, esta que pintas, el rechazo de la propia sangre creo es la peor, y no perdona...
muy triste y real, saludos amiga
Has sabido poner el punto justo de tristeza y hacer que uno se solidarice con la protagonista, hacer de ese dolor el nuestro también.
Me ha gustado mucho.
un fuerte abrazo.
Hola, Maria Rosa:
A veces tomamos el camino equivocado y ya no hay vuelta atrás.
Un abrazo
Y al final Dios hace justicia, nosotros no. Porque no vinimos a este mundo a juzgar.
En la muerte nos igualamos.
Un relato apasionante , nada de pedir perdón es la vida.
Un beso y feliz tarde :)
Acaso obtuvo lo que sembró...
Saludos
Sin embargo, y a pesar de que sabemos que juzgar no nos corresponde, seguimos atesorando los rencores...aunque condescendientemente, sintamos làstima...
abrazos
Dicen los que saben, que el que las hace la paga,...y que los intereses son usurarios,...y por lo general se quedan con parte del alma,...Una historia breve, pero no por ello menos interesante,..toda una vida en pocas palabras.Con afecto y respeto. ELCRUZADO.
Un último adiós lleno de amargura...¡Qué tristeza saber que nadie ha sido feliz!
Has plasmado a la perfección todos los sentimientos...
Un beso y feliz semana.
QUE FANTASTICO RELATO COMO SIEMPRE.
ES QUE HAY HOMBRES QUE NO VALORAN LO QUE TIENEN Y LUEGO NO SON FELICES Y TAMPOCO TIENEN EL CORAJE DE TOMAR DECISIONES.
ME RECUERDA A UN NOVIO QUE TUVE QUE ME ABANDONÓ Y SE CASÓ CON OTRA, A LOS 50 AÑOS, TENIENDOLO TODO, SE SUPONE, SE SUICIDÓ.
YO LO QUERÍA TANTO... NO ESTABA EMBARAZADA, PERO...
BESOS AMIGA.
Qué otro lugar para abrir interrogantes que nunca serán respondidos, que un velorio. Claro que si.
Saludos doña Mariarosa!
razón llevas Mariarosa!!!, somos distintos y en distintos días nos pilla la poesía a mí igual me pasa , siento que estés pasando difíciles momentos, te dejo un abrazo grande y mucha fuerza para que esta nube pronto se diluya y el sol brille en tu horizonte
ÄNIMOS!!!
Te dejo mis cariños en este día tipicamente otoñal.
Memorial sobre el cadáver de los recuerdos. UN abrazo. Carlos
María Rosa, gracias por tu visita a mi blog y por tus comentarios, recién puedo pasar por el tuyo.
Me gustó este cuento costumbrista, en un lenguaje sencillo y coloquial, acorde al personaje.
En un velorio además de estar el muerto destapado, también se destapan recuerdos, resentimientos y entre el olor de las coronas, todavía puede estar flotando un resto de aquel amor.
Muchos saludos.
Quizás en otra vida hayan respuestas a tus preguntas.
Me quedo por aquí, me encantó tu manera llana de describir cosas de la vida.
Muy humano y existencial. La vida está llena de huecos domde la conducta asume caminos diferentes, al que desea la otra persona. La fidelidad se hace trizas...es que somos humanos...y el amor no es blindado...nos lo puede quebrar otra mujer...UN abrazo. Carlos
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