lunes

La visita




Don Severo  acomodó los almohadones del sillón y se dedicó  a esperar, la noche regalaba el frescor  del césped recién regado y entraba  curiosa  por la ventana.
Presentía que ella llegaría pronto,  como se presiente una tormenta por el aroma del ambiente, por el viento que arremolina las hojas en los rincones, ella no era tormenta, pero era oscura y olía igual.
Fue a la cocina a prepararse un té. Mientras disponía la vajilla en la bandeja, le llegó un ruido suave, cómo de unos pasos sobre algodón. Colocó el agua en la tetera, la tapó y fue hasta el living. Allí estaba ella, sentada muy oronda en su sillón. Sin hablar, volvió a la cocina, sacó  masitas de un frasco, las  colocó en la bandeja  junto a las tazas y  regresó al living.
—¿Quiere un tecito? —ofreció con una sonrisa.
—No —la voz  sonó áspera.
Severo se sirvió. La miraba esperando alguna palabra, la mujer yacía muda y con el ceño fruncido. Él se levantó a cerrar las ventanas, corrió las cortinas y la claridad  del farol de la calle quedó oculta, encendió la luz. Desde la puerta llegó un sonido de uñas, era Felipe  que quería entrar. Severo abrió la puerta y el gato entró tranquilo, se detuvo y miró a la visita, erizó su pelaje, levantó el lomo y pegó un aullido de terror, digno de una novela de Poe. Viró y volvió a salir por la puerta que había quedado entreabierta. El viejo cerró  y se sentó a disfrutar su té. Ella seguía muda. Severo le preguntó:
—¿Está  bien?
—Sí, necesito que se apure, a las once debo estar en Floresta.
—Usted siempre está apurada.
—Hoy estoy apurada  y nos vamos a ir juntos, no me va a engañar como la vez anterior, ya me cansé de sus juegos.
Don Severo no respondió, tomaba su té con la mayor calma, disfrutando cada sorbo, sin darse por enterado de las palabras de la mujer. La observaba de reojo, ella mantenía su gesto hosco, al fin se levantó, giró en la habitación, observando las fotos que descansaban amontonadas sobre un mueble. Imágenes antiguas de don Severo en la Torre Eiffel, caminando a orilla del Sena.
—¿Ha viajado por Francia? —preguntó la mujer.
—He estudiado en Francia, soy Maestro pastelero —dijo  Severo.
Ella se acercó a la mesa, estiró su mano huesuda y tomó una masita de la bandeja, luego otra. Las comía con fruición, se deleitaba en cada bocado.
—Que ricas ¿cómo se llaman? —preguntó con la boca llena.
—Canestrelli —dijo el viejo.
En pocos minutos las comió todas. Comenzó a dar vueltas por la habitación. El viejo bebía  más lentamente.
—¡Apúrese por favor!
—Usted sabe que no debe apurarme, su deber es llevar, no obligar…
Ella se sentó y comenzó  a moverse inquieta en su asiento, se llevó las manos al vientre.
—¿Qué le puso a las masitas?
—Nada —respondió Severo—  será que comió apurada…
El viejo disfrutaba viéndola retorcerse. En un momento ella se puso de pie, abrió la puerta y salió corriendo.
Severo salió tras ella, observó el jardín, el foco callejero iluminaba la soledad de la calle, no  había nadie. Sonrió y dijo en voz alta:
—La dama se ha esfumado. Hasta la vista Madame la mort.




32 comentarios:

lichazul dijo...

maquiavélico este don Severo, me recordó otro a Severus

excelente relato Mariarosa, el pulso literario va apurando
abrazo grande y feliz seemana

Patricia dijo...

Sera que se puede desviar hasta la muerte? quizas es verdad que el enganyador resulta enganyado...me gusto mucho la manera como relatas y mantienes ese nivel de atencion y entretenimiento en la historia.
saludos,

Marisa dijo...

Excelente.

El primer pulso a la Muerte, que es ganado con una alta dosis de humor, por el humano de a pie.
Me gusta porque has salido de fórmulas narrativas manidas con respecto a este tema y le has conferido tu propio estilo personal repleto de originalidad.

Un abrazo, Mariarosa.

FIBO dijo...

Un perfecto relato y una trama muy bien urdida y lleno de humor negro...me ha encantado...un besote.

Delgado dijo...

Coincido con Marisa en que has tratado con humor y fuera de tipismos góticos el tema de la muerte.

Muy bien Mariarosa

La abuela frescotona dijo...

será tan fácil?, posiblemente por que segun dicen es muy golosa...
muy bueno el escrito saludos querida amiga

El Gaucho Santillán dijo...

Excelente relato.

Severo sabe por sabio, pero mas sabe por viejo.

Excelente.


Un abrazo.

cachos de vida dijo...

Muy bien dsarrollada la sorpresa final. Don Severo se ve que estaba preparado para espantar esa dama, nunca bien recibida.
Un beso.

Felicidad Batista dijo...

Mariarosa, la trama, la atamósfera y la ambientación donde se desarrolla la historia están. narradas con enorme y resuelta maestría.
Me ha encantado la ingeniosa idea de espantar a la muerte con la dulce repostería. Sin aspavientos, sin batallas, solo con la fuerza de la serenidad y la dulzura.
Estupendo relato que nos cuenta las tretas de don Severo para librarse de la hosca Dama.
Un placer literario transitar por tus letras y tus relatos.
Un gran abrazo

Mercedes Vendramini dijo...

Muy bueno! Tus relatos siempre serán muy especiales!

Un abrazo!

tia elsa dijo...

Que lindo seria poder engañarla no? pero bueno al menos con la imaginación todo es posible. Como siempre tus relatos impecables. Besos tía Elsa.

omar enletrasarte dijo...

engañar a la muerte es cosa curiosa, qué lectura amena
saludos

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Mariarosa:

No era aún la hora de don Severo, nadie se muere la víspera.

Un abrazo.

Lapislazuli dijo...

Mientras pueda, le ganara la batalla
Genial
Un abrazo

Pluma Roja dijo...

Muy bueno, creí que era vampiro y que Severo le había puesto ajo a la masita. Me gustó mucho.

Saludos cariñosos Mariarosa.

Bertha dijo...

Que bien la espantó sin gritos ni aspavientos...Vamos a ver lo que tarda la machacano de Doña mort en volver otravez...Esperemos que bastante!

Me encantó1

Un abrazo MªRosa.

Mercedes Pajarón dijo...

¡Pero qué buen relato! Se esconde dentro una terrorífica ironía...

Gracias por darnos una idea de cómo actuar ante esa visita que nadie quiere recibir...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

MUY BUENA FORMA DE DESPEDIR.
UN ABRAZO

TORO SALVAJE dijo...

Matar a la muerte... puede haber algo mejor?

Que bueno.

Besos.

La Dame Masquée dijo...

Don Severo venció a la invencible!
Bravo por él. Fue más astuto y logró engañarla.
Y entonces, si la dama ha muerto... Ya no podrá venir a por nosotros, no es así?

Buenas noches, madame

Bisous

mariarosa dijo...

Me parece que la imaginación de mis lectores me supera. En ningún momento digo que madame la mort ha muerto, ni el mismo Severo lo dice, se despide de ella con un "hasta la vista"

Me encanta como cada uno interpreta la historia, gracias. Significa que el tema gustó, gracias a todos de nuevo y un abrazo...¿gustan un canastrelli?


mariarosa

Ayelén dijo...

Yo creo que Madame la mort sufrio una fuerte indigestion.
Suerte para Felipe que sigue junto a su amo!
Besitos..

Cinarizina dijo...

Hola Mariarosa...excelente relato, lleno de magiay calidad literaria, es un placer leerte. Recibe un fuerte abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

Invitar a la muerte a un tecito y unas pastas con sabor a tregua es todo un desafío a la racionalidad.

Un beso, Mª Rosa.

Anónimo dijo...

Severo recuerda a otro tramposo llamado Sisifo. Espero que le vaya mejor. Si un tramposo logra engañar a la muerte, y más de una vez, significa que la muerte no es invencible.
Bien escrito. Se nota que la mujer esperada es especial. Cuando aparece sin entrar por la puerta, se revela algo sobrenatural. Lo de mano huesuda es algo trillado. Pero puede pasar.

Luján Fraix dijo...

Que suerte que pudo con la muerte el personaje no?.
Magistral como siempre, me he quedado como siempre desorientada como pensando o esperando que continúe el relato.

Brillante como siempre.
Un beso querida amiga y mil gracias por comprenderme y por darme energía, me siento menos sola.

Pd Yo escribí un soneto hace mucho que se llama Madame La Mort

cachos de vida dijo...

Feliz fin de semana.
Un abrazo.

Rosario dijo...

Hola Maria Rosa: me alegro que mi entrada te haya hecho el bien que dices, pues a mi tu cuento me ha gustado, gracias por tu compartir.
Un abrazo.

Felicidad Batista dijo...

Querida Mariarosa me ha hecho muy feliz que te acordaras de mi en el día del amigo que hoy se celebra en Argentina, país al que quiero tanto.
Felicitaciones también para ti mi estimada amiga
Un abrazo muy fraterno

Luján Fraix dijo...

FELIZ DIA DEL AMIGO MARIAROSA.
UN ABRAZO Y UN BESO DESDE SANTA FE CON MI CARIÑO DE SIEMPRE.

QUE PASES UN ESTUPENDO DIA.
SALUDITOS

Soñadora dijo...

Se la jugó bien a la muerte!

Besos,

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Haciendo honor a su nombre, don SEvero. Qué mejor fórmula para la retaliación contra un mujer incordio: prepararle un pastel moríferamente indigestable. UN abrazo. Carlos

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