El viento frío de
otoño cubría las veredas de hojas amarillas y papeles olvidados. El tren llegó a la estación Carranza a la una y diez.
Marcos, trepo a los saltos la escalera, no tuvo suerte, las puertas se cerraron y el tren partió
sin él. ¿Y ahora? Se preguntó, era el último de la noche. Se sentó a esperar en un banco. Comenzaba a
dormitar cuando un traqueteo lejano le anunció que llegaba otro tren. Era una y veinticinco, Marcos
dudó, en ese horario no salían trenes de Retiro.¡A Suárez! El grito del guarda lo convenció. Los vagones estaban vacios.
Subió. Tomó asiento. Le quedaba un rato largo hasta José León Suárez. Cerró los
ojos. Un grito lo sobresaltó. Era una voz pidiendo ayuda. Se acercó a la puerta
que comunicaba con el otro vagón, quedó de costado, sólo asomó la cabeza. Vio a
un tipo con un arma, que golpeaba furioso a una mujer, el sonido de un
tiro lo paralizó. Habían llegado a la
estación de Belgrano R, el tren se detuvo, se abrieron las puertas, quiso
correr, ayudar a la desconocida y no
pudo ni una voz de alerta logró expresar, el miedo lo había paralizado.
El hombre aferraba de un brazo a la
mujer, ella intentaba soltarse, la
obligó a bajar. Su vestido celeste y su pelo rubio, manchados, señalaban que
perdía mucha sangre. Las puertas se
cerraron y el convoy arrancó. Hombre y mujer quedaron en el andén. El tren se
fue alejando y Marcos temblaba, un sudor frío le empapó la camisa, no lograba
reaccionar.
Lo despertó el silbato de un tren. Se
encontró sentado en un banco de la estación Carranza. A duras penas se puso de
pie, le dolían las extremidades. La camisa pegada a su pecho lo sorprendió.
¿Y el viaje y la mujer herida, fue un
sueño? Se preguntó.
Miró el reloj, las cinco y diez, era el
primer tren a Suárez. Las puertas del vagón se abrieron, subió y se sentó. Poca gente viajaba a esa
hora. Dos muchachos conversaban en voz
baja, más allá, cabeceaba una señora mayor cargada de bolsos y frente a ella,
un policía de mirada ruda, observaba
cada movimiento del grupo.
Al entrar el tren en
Belgrano R, vio un grupo de personas en el andén, demasiadas para esa hora de
la mañana.
Conversaban, algunos gritaban rodeando
un bulto. Se estremeció, recordó el
sueño. Algunos pasajeros se bajaron a curiosear, el policía fue el primero en
acercarse y dispersar al grupo. Marcos se levantó a mirar sin abandonar el
vagón.
Se estremeció.
En el piso del andén, sobre un charco de sangre, yacía una mujer rubia con vestido celeste.
38 comentarios:
Inquietante premonición, que tantas veces llega en forma de sueños.
Y por qué serán generalmente cosas terribles las que nos anticipan los sueños?
Qué mal cuerpo se le habrá quedado después de algo así. Y peor mente aún!
Feliz comienzo de semana, madame.
Bisous
Caramba Mariarosa: nos leemos los pensamientos en la distancia. Yo también tengo un relato (aún sin publicar) que se titula "El tren de las 5,27" También es muy, muy, muy misterioso. Es más largo que el tuyo, es diferente y transcurre en Inglaterra.
Los trenes dan mucho juego.
Este me ha gustado mucho.
Muchas gracias.
Que premonicion.
Estremece. Muy buen relato.
Un abrazo.
Tragico pero interesante relato. El protagonista tiene una pesadilla, la de no poder ayudar a la mujer rubia, pesadilla que es premomitoria, se convierte en realidad.
Se podria plantear si lo que se cree realidad, no es también un sueño.
El relato podria expandirse, que el sueño premonitorio es el primero de muchos sueños, que evitarlos sea una obsesión. Como la idea de que la realidad sea un sueño, en ese caso trataría una y otra vez de volver al pasado...
Muestra de premonición. Interesante y entretenido relato. Me gustó mucho.
Saludos Mariarosa.
Besos.
Vaya una historia como para pensar que no fue un sueño si premonición, no es extraño que despertara aterrado y sudoroso, otra realidad de la vida.
En los sueños nos dan informacion, que algunas veces no comprendemos.
Un abrazo.
Ambar.
anticipado a los hechos,
muy buen relato,
saludos
Si fue un sueño, era muy preocupante soñar esas cosas. Me ha gustado mucho tú relato.
Un beso.
Ay... me dio un chucho de frío. Es que son tus relatos amiga mía.
Estremecedor realmente ese final, sobre todo porque los argentinos estamos como sensibles con ese tema de los trenes no?.
Un beso maestra de las letras.
Cariños miles.
Maríarosa, el entorno es perturbador: una estación de tren solitaria y la espera de madrugada. En medio, la violencia de un desconocido con una mujer, después el reparador convenicimiento de que solo se trataba de un sueño y al final la pesadilla del sueño hecha realidad.
Imgaginación y recursos narrativos que nos incursionan en el mundo surrealista de los sueños. En las premoniciones oníricas y nos mantiene alerta hasta el final.
Magnífica historia amiga donde sueño y realidad se confunden.
Enhorabuena por tan buen relato.
Un gran abrazo
Sueño o realidad? Muy buen relato! Trágico sí, más creador de la tensión y el suspenso justos.
Cariños.
Muy buen relato.
Un abrazo.
Marinela.
Mariarosa, tu relato es muy bueno siempre que te leo intento aprender de ti, ojala pueda, me encanto amiga.
Besos
Mariarosa, tu relato es muy bueno siempre que te leo intento aprender de ti, ojala pueda, me encanto amiga.
Besos
LAS PREMONICIONES EXISTEN...DICEN
MUY BUENO, TRASMITE ESA SOLEDAD E INQUIETUD DE LAS ESTACIONES SOLITARIAS DE MADRUGADA, SALUDOS AMIGA
Una pesadilla que se convirtió en realidad. El tren posee cierto aire misterioso, que siempre lo instala como protagonista de relatos misteriosos y trágicos, quizás por el poder metálico que lo conforma.
Muy buen escrito. Besitos Maríarosa.
Un sueño hecho realidad inquietante.
Excelente relato.
Un saludo.
Hola Mariarosa...interesante relato, las premoniciones son una relidad, muchas veces incomporesibles para nuestro entendimiento, pero suceden.Es un gusto leerte, recibe un fuerte abrazo.
Hola querida Mariarosa
Gracias nuevamente por tus comentarios y por tus visitas tan cariñosas, te dejo un abrazo enorme y un beso
Cariños miles.
Hola Mariarosa,....10 puntos en creatividad...Muy buen manejo en el entramado juego entre sueños y realidades,....Gracias Profe......
ELCRUZADO
Hola, María Rosa:
A veces, sueño alguna cosa y coincidencialmente al día siguiente me encuentro con una situación similar, aunque no tan dramática con la que nos relatas.
Un abrazo.
Muy bueno, estremece. La mente es poderosa, quizá si estuvo allí.
Saludos doña Mariarosa!
... y enloqueció.
Lo ingresaron en un psiquiátrico y ahí sigue.
Besos.
Maria Rosa,gracias por tu cercanía,amiga.
Tu relato nos sitúa en la soledad de una estación con la llegada de un tren extraño,que no venía nunca a esta hora...Ya nos alertas de que algo misterioso va a pasar.Nos metemos en la piel del protagonista y sentimos su impotencia,su sorpresa y su paralización...A veces la mente se sube al tren del futuro y nos anticipa circunstancias...QUÉ BIEN HILVANASTE LA HISTORIA,QUE NOS LLEGA DE FORMA REAL,PALPABLE,AMIGA.
Mi felicitación y mi abrazo grande por tu creatividad y amor a las letras.
M.Jesús
Jo, Mariarosa, pero qué historia más inquietante...! ¿Me lo ha parecido, o he sentido escalofríos con el final?
¡Muy bueno! Al leer el final da un escalofrío.
Un beso
Dicen que el pensamiento es creador, quien sabe si el mismo ha creado esa escena...? Nunca sabemos los misterios de nuestra mente, poco o nada hemos averiguado sobre ella. Bonito relato,GRACIAS.
Un inquietante relato que engancha hasta el final. ¿Fue una premonición o realmene el protagonista llegó a estar presente, de alguna manera? Parece que queda a merced de el lector.
Un abrazo
Inquietante historia la que nos relatas que pone el bello de punta. Compadezco al que tenga esa facultad de predecir las cosas porque debe ser terrible saber que algo va a pasar y que la impotencia o el miedo no te dejen actuar y quedes paralizado como el personaje de esta historia.
Inquietante pero muy imaginativa historia.
Te dejo un beso.
Que horrible premonicion. Excelente relato
Un abrazo
Feliz fin de semana.
Un beso,
Gracias por tu maravilloso y triste relato. He pensado en hacer algunas entradas de narrativa, a ver qué tal me inspiro. Tú lo haces divinamente
Con ternura
Sor. Cecilia
Dios que feo deber ser tener ese don de la premonición. Tu relato como siempre atrapante. Besos tía Elsa.
En cada momento
Que paso a visitarte
Me premias con...
La sonrisa de tu mirada
La melodía de tus labios
Y la poesía de tu corazón
Para festejar la amistad
Que esta enriquecida
Por la transparencia y humildad
Deseo disfrutes de un merecido descanso
En estos días del fin de semana
Un abrazo te hago llegar
Tan profundo
Como los sentimientos.
María del Carmen
HOLA QUERIDA MARIAROSA
LO DEL HIJO UNICO ES RELATIVO, DEPENDE DEL ENTORNO EN EL QUE CRECIMOS. YO NUNCA TUVE PROBLEMAS, NO SOY EGOÍSTA, LA SITUACION CAMBIÓ CUANDO SE ENFERMÓ MI MAMÁ. AHI TUVE QUE ENFRENTAR TODO SOLA Y FUE TERRIBLEMENTE TRISTE.
BESOS
No le falta detalle al relato, es muy grafico, tanto que uno lo vive en primera persona. El final, como siempre, apoteósico.
Un gran abrazo Mariarosa
Buen cuento. Cómo sabes manejar la tensión y la sorpresa. UN abrazo. carlos
Hay sueños que nunca debieran hacerse realidad...
Besos.
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