sábado

Tina.


 


 

No me agradan los cementerios. Sin embargo, allí estaba mirando el dolor de la familia de Tina. Me mantenía alejada, los observaba, sin haberlos visto nunca, los reconocí a través de las confidencias de Tina, me revolvía el estómago, verlos llorar a moco tendido.

Olga la nuera, alta y elegante como una modelo, Luisa, la otra nuera, médica, rubia e inquieta que no lograba mantenerse en un lugar. Los hijos, dos hombrones altos y obesos y los nietos tan parecidos entre sí, que parecían hermanos. 

Tina con sus 94 años, había vivido bien, era alegre y su humor siempre me sacaba de mis tristezas, ella sabía que de un momento a otro su fin se acercaba, no lo lamentaba, es lo natural de la vida, me decía.

Vivió sola, dos amigas, tan viejas como ella, la visitaban.

Los domingos la invitaba a comer, le encantaban las pastas con tuco y le daba el gusto siempre que podía.

Ahora los hijos, las nueras y los nietos ya grandes, lloraban con una angustia que no lograba entender. ¿Por qué se lamentan si nunca se ocuparon de ella?

Mientras caminaba de regreso a la salida me alcanzó Ana, la amiga que diariamente la acompañaba.

-Sabes Rosita, no estoy triste -me dijo- estoy feliz porque mi amiga se fue en paz y pienso en cómo me voy a divertir cuando se enteren de lo que se viene ahora…

No la entendí, miraba entretenida a las palomas que revoloteaban cerca nuestro, guardé silencio.

-¿Sabes lo que hizo Tina? – se detuvo y me tomó del brazo.

-No -respondí y la miré a través de la niebla que producía mi angustia.

-Donó todos sus propiedades a Caritas, la casa, con sus muebles y sus joyas que son un bien de familia, que no es mucho, pero es importante y esos llorones están esperando ver cuánto les va a tocar a cada uno, se van a morder los codos cuando el escribano les de la noticia.

-Wawww… -exclamé sorprendida- ese caserón es importante, en pleno centro, vale un dineral, pobre Tina -dije con angustia.

-Pobre no -respondió Ana- no sabes cómo se reía y disfrutaba pensando en la cara de sus parientes cuando escucharan el contenido del testamento.…

Terminamos riendo las dos y hasta nos pareció que Tina reía con nosotras.



20 comentarios:

J.P. Alexander dijo...

Linda historia, me conmovió. te mando un beso.

Susana Moreno dijo...

Algo que sucede a menudo, me temo. Un beso

Ernesto. dijo...

Pues con la carita de no haber roto un plato en su vida, la tal Tina resultó algo pillina...
Claro que los familiares se ganaron a pulso el valor del testamento!
Excelente historia. Y simpática! Y no de esas "terroríficas" que sueles relatar. :)))))
Saludos, Mariarosa.

Alfred dijo...

Seguro que se estaba con ellas, disfrutando por anticipado del gran evento notarial.
Besos.

ETF dijo...

Qué hermoso retrato de Tina, tan lleno de verdad y de ternura. Su gesto final, lejos de ser una revancha, parece una última carcajada luminosa, una afirmación de dignidad y libertad. María Rosa, gracias por narrarlo con esa mezcla de ironía suave y respeto profundo. Nos dejas pensando en lo que realmente importa cuando todo se acaba… y en cómo se vive cuando aún queda tiempo.
Un fuerte abrazo en este precioso día del Pilar.

Campirela_ dijo...

Me parece que hizo lo correcto, en vida lo la visitaron ni se preocuparon, no merecían ser sus herederos.
Ese dinero para los más necesitados seguro que lo agradecerán.
Un besazo 😘😘

Cabrónidas dijo...

Qué duda cabe de que, quien deja testamento, siempre tiene la última palabra aunque ya no pueda pronunciarla. :)

José A. García dijo...

La venganza es un plato que se sirve frío...

Saludos,
J.

🌺 Hada de las Rosas 🌺 dijo...

Que dulce es la venganza.... ahhhh cuan placentera es! 😊✨
Un beso y buen inicio de semana.

Soñadora dijo...

Una historia más común de lo que creemos. Menuda sorpresa se llevarán.
Abrazos

Mª Jesús Muñoz dijo...

Una mujer inteligente, que disfrutó de la vida y dejó su herencia a los necesitados...Risas y lágrimas en un entierro, que nos muestra la hipocresía y falta de amor entre las familias...Muy bueno, María Rosa.
Mi abrazo entrañable y admirado por tus buenos temas.

Lu dijo...

¡Amé a Tina!
Hermosa historia María Rosa. Has creado un ser luminoso y divertido.
Precioso relato.
¡Y aplaudo la decisión sabia que tomó Tina!
Besos van

Fashion Recommendations dijo...

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Momentos dijo...

Maria Rosa, maravillosa historia, uno cosecha lo que siembra.
Los herederos sembraron distancia e indiferencia y eso recibirán.
Un aplauso para Tina
Besos bella

Majo Dutra dijo...

Os seus contos são sempre geniais. Este lembra casos que são lamentáveis. Ainda bem que a Tina tinha bom humor...
Saiba que aprecio e agradeço os seus comentários.
Dias inspirados e felizes.
Um abraço.
=====

Meulen dijo...

Lo que se dona con amor es el mejor regalo a los ojos de Dios.
Abrazo.

Conchi dijo...

Me parece que Tina hizo bien, cuando tienes familia que no se preocupan para nada de ti y solo piensan en lo que les van a dejar de herencia ¡También a mi me guastaría verles la cara que se les quedo!.

Abrazos.

Onminayas dijo...

Sus buenas razones tendría, no me cabe duda... Saludos!!!

Carlos augusto pereyra martinez dijo...

El destino de los viejos. Ser tratados como muebles inservibles, sin atención como esta Tina del relato a quien ninguno de sus familiares atendía. La retaliacion genial. Un abrazo. Carlos

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

La nuera que parece modelo tendrá que pensar en trabajar como modelo, para ganar dinero, que pensaba obtener con las propiedades.
Y los nietos, ganarlo siendo youtubers.
Un abrazo.

La mentira.

    Cerré de un portazo y me fui a trabajar. Últimamente no soportaba a mi hermana, Carla siempre encontraba un motivo para alterarme. S...