La
historia del pueblo fantasma perdido entre los senderos y las montañas de
Jujuy, despertó mi curiosidad y quise conocerlo. Ningún guía aceptó acompañarme. Al fin, un indígena conocedor de aquellos caminos perdidos entre las montañas, fue mi compañero, llegamos a los restos de lo que
debió ser una aldea tal vez del siglo XVII o antes.
Viviendas
construidas con piedras, armadas una sobre otra y al parecer sin argamasa que las
uniera daban forma a lo que quedaba de ellas.
Entre algunas
casas cerradas y una mayoría que ya no se mantienía en pie y otras que han
dejado su huella entre las rocas de tierra rojiza, camina el misterio de varios
siglos de abandono, piedras, que van
marcando una leyenda a la que no se le conoce el por qué de su final. ¿Qué
sucedió con el pueblo y sus habitantes?
Extrañamente
la capilla es el único edificio entero, sus paredes blancas, asombran, ¿cómo han podido
conservar su color a pesar de los muchos años de vientos, tormentas y sol
abrasador? También allí hay puertas cerradas con trabas desde adentro.
Las
pocas casas en pie, conté cuatro, están cerradas con cadena y candado. ¿Qué
ocultan esas cerraduras antiguas y oxidadas?
De
pronto escuchamos un lejano lamento, según el indígena que conoce la zona, el
sonido no es humano ni es el viento, son los fantasmas de los antiguos
pobladores que saben cómo impresionar a los curiosos y provocar su espanto para
que se vayan lo más pronto posible. Son ellos, esqueleto y telas raídas
cubriendo sus huesos los que cruzan entre los restos de paredes y ante mis ojos
espantados, se asoman logrando que mi humanidad tiemble de pies a cabeza ante su visión.
Decidimos
salir del pueblo y regresar a Tilcara, al pasar por un antiguo cementerio
indígena de los muchos que se levantan sobre las montañas Jujeñas, volvimos a
ver las figuras flotando, restos raídos
de viejas mortajas flameando como banderas, se alzaban ante nuestros ojos espantados, se movían sobre el colorido de cruces y pequeñas
casitas que guardaban los restos de los habitantes de ese mundo misterioso que sigue cerrado a la espera de
quién sabe qué nuevo amanecer y guardan
sus secretos, secretos que no quieren que los curiosos develen.
23 comentarios:
Los fantasmas están contentos con su hábitat, por eso no quieren visita que intenten quedarse con sus casas, por eso vagan por entre las piedras, haciendo bailar sus mortajas.
De momento y llevan tres siglos, les ha salido bien.
Un abrazo.
Una historia impresionante. Un beso
Impresionante historia de un pueblo fantasma...
Abrazo
Tiene este texto el encanto de una buena crónica, capaz de rescatar de entre sus despojos, y sus muertos, la decadencia de una comunidad, que aún se resiste entre las casas que no se han ido al suelo, a que no se le olvide, o a que alguien rebusque entre sus escombros, la razón de su desplome? Un abrazo. Con aprecio. Carlos
Bonito relato, María Rosa, felicidades.
Un abrazo.
Verdaderamente y como bien relatas existen pueblos tétricos, que nada más el andar por sus calles desiertas y las casas cerradas a cal y canto, el ambiente que se respira es sobrecogedor y más, si encima te cuentan alguna historia de las muchas que habitualmente rondan por esos extraños pueblos.
Un abrazo y feliz resto de semana.
Un curioso e intrigante relato, Maria Rosa. Fuiste muy valiente, yo no lo sería tanto, pero esa curiosidad de magnifica, chica valiente.
Interesante historia. La estoy buscando en internet.
Un abrazo.
Hola Maria Rosa, muy interesante historia, a mi me gusta recorrer esos lugares donde quiza habiten sus fantasmas o solo sea la pura imaginación, pero develar las viejas historias, imaginarlas es un placer,
Un abrazo.
PATRICIA F.
Hay que creer que ellos están de algún modo guardado los restos de su civilización y como el dueño del cortijo no quiere intrusos. Una historia sin duda muy interesante.
Gracias por compartirla con todos.
Un fuerte abrazo.
Es un privilegio visitar esos lugares. Los secretos y los enigmas nos llaman y es valiente ir hacia ellos.
Gran viaje y gran experiencia, muy bien.
Abrazo.
Genial relato me gusto mucho. Te mando un beso.
Súper intrigante amiga mía. Y es que los fantasmas, ya lo dije una vez, se esconden de los vivos, aunque estos se empecinen en buscarles. Besos :D
Aunque no les gusten los extraños, siguen ahí para que no se olviden de ellos. Visitarlo solo dará miedo.
Buen miércoles.
Un abrazo.
Que interesante debe de ser visitar un lugar así, aunque no sé si yo lo haría porque soy muy miedosa, pero leerlo aquí tranquilamente, me ha encantado
Un abrazo María Rosa.
Hola mariarosa!
muy interesante esta historia, parece real, transmite veracidad...
como si realmente hubiera sucedido.
Los fantasmas soplan en al altiplano y desde alli nos brindan su historia, memoria y
dulzura.
Que tengas una bonita noche!
Ese secreto es de ellos y nadie tiene derecho a saber nada...
Esos fantamas en su momentos fueron sus habitantes y hasta sus sepulturas se ha llevado su secreto...
Impresionante relato querida María Rosa.
Un abrazo y un tranquilo fin de semana
Pone la piel de gallina esta historia... Parece totalmente real; lo cuentas como si lo vieras...
Muy interesante todo lo relacionado con aquellos indios...
Un abrazo, M. Rosa
Realismo y cercanía en tus letras, María Rosa. Según iba leyendo normalizaba en mi mente la existencia de esos fantasmas, que guardan los pueblos semi derruídos de curiosos visitantes...Imagino el halo de misterioso que existiría allí, totalmente sobrecogedor, amiga.
Mi felicitación y mi abrazo entrañable por tu buen hacer y cercanía.
Lo que yo me pregunto, Rosa, es si se trata de una historia con un fundamento real. Porque puestos a creer, yo ya no niego nada, que la vida da para muchos sucesos inexplicables.
En cualquier caso, y como siempre, relatas maravillosamente y haces que sea una delicia leer y leerte. Gracias por ello...
Un enorme abrazo, querida amiga!!!
Gracias, Rosa, por la explicación que me has dado en mi blog. Me ha gustado saber que estuviste allí, y que, de alguna manera, todo aquello te inspiró este relato.
Tus relatos hunden sus raíces en la tierra y en las gentes que describes, y en tu bella alma que se emociona y crea.
Otro enorme abrazo, querida amiga!!!
Un misterio muy bien contado, la Pampa seguro da para albergar esas historias y más... Que ta sabemos también desde antaño son tantas cosas que quedaron en el olvido por lo terrible que son...
Abrazo grande.
Un placer leer tu relato, Rosa, sobre los secretos que esconde Tilcara.Bello y misterioso lugar si los hay de nuestro norte argentino que alberga historias no contadas de quienes habitaron estas tierras en otros lejanos tiempos...Uno se las imagina transitando estas ruinas con sus piedras silentes...Abrazo agradecido por compartirlo!!!!
Apariciones inquietantes.
Bien contado.
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