domingo

Algo estaba sucediendo.







Los ruidos venían del  piso superior,  Silvio dormía.
Lo desperté y le pedí que me acompañara, gruñó y se dio vuelta. Decidí ir sola.
Al llegar al primer piso,  todo estaba en orden o así lo parecía. Nuevamente escuché el sonido de un mueble que se arrastraba. Entré en los cuartos, los dos primeros estaban vacíos; al tercero lo encontré cerrado. Bajé los escalones volando sobre ellos, en la cocina estaba el tablero con todas las llaves,  estaban todas, menos una.
Desperté a Silvio. Quedó sin entender lo que le decía, se rascaba la cabeza y me miraba, se puso de pie y volvió a caer sentado al borde de la cama.
—¡Abrí los ojos por favor! Algo sucede en el piso de arriba, escuché ruidos.
Al fin lo convencí y subimos.  Al llegar todo era silencio, la habitación y estaba cerrada por dentro y con la llave puesta. 
Yo era una pila de nervios y Silvio sólo quería regresar a la cama. En ese momento era tal el silencio que me pareció que los muebles flotaban en una nube gris.

Desperté tarde, Silvio ya  había salido. Mi cabeza era un tumulto de ideas que no lograba organizar. Fui a la cocina y encontré todas las llaves en el tablero. ¿Quién se estaba riendo de nosotros?
Subí las escaleras. El tercer  cuarto  estaba abierto, las ventanas también, recodé que el día anterior las había cerrado. “Puedo haberme equivocado,” pensé. Un detalle llamó mi atención, la cama estaba corrida hacía adelante,  separada de la pared. El viejo ropero vacío y a un costado una valija desconocida y con candado.
En mi cabeza los pensamientos se cruzaban unos con otros, no encontraba una lógica a tantos cambios. 
Por la noche regresaron los ruidos y Silvio compartió conmigo que algo sucedía en el piso superior. No sólo eran ruidos, escuchábamos voces y risas. Intentamos llamar a la policía y nadie respondió.
Decidimos encarar a los intrusos. No fue necesario, ellos vinieron a nosotros.  Eran dos, una mujer y un hombre, jóvenes y vestidos de una forma extraña. Pasaron a nuestro lado, y sin vernos, entraron en la cocina. Mientras ellos cocinaban nos movíamos a su lado y nada, ningún gesto que denunciara que nos veían.
¿Estaríamos interactuando en otra dimensión?
Comprendimos que habían  usurpado nuestra casa una pareja de fantasmas.
¿Qué hacer?
No lo sabíamos. ¿Con quién hablar, sin que nos creyera locos?
Recordé  a una mujer a la que mi madre visitaba y que  era poseedora de poderes paranormales, sólo recordaba su nombre. Revisamos viejas agendas guardadas en el altillo y en una de ellas la encontramos: María Salomé. Llamamos al número telefónico y respondió una voz ronca de mujer, era ella. Le explicamos nuestro caso y prometió visitarnos.
La tarde siguiente el timbre de calle nos inquietó. Había llegado María Salome. Alta, muy delgada y enteramente vestida de negro, su presencia producía temor.  Le explicamos con todo  detalle lo que  sucedía. Recorrió la casa, mientras apoyaba sus manos huesudas y su oído en las paredes,  una bruma de incienso flotaba entre nosotros con su aroma misterioso, parecíamos pálidos fragmente de personas temerosas e inseguras.
—¿Qué escucha? —pregunté.
Se llevó el índice a los labios. Al fin fuimos a la cocina, pidió un vaso de agua, se sentó y nos dijo:
—Sinceramente, digan la verdad, ¿no saben que es lo que sucede en esta casa?
—No —respondimos al unísono.
—En la historia de los hombres, la vida es un círculo donde todo se repite, lo bueno y lo malo, lo que fue vuelve a ser y algunos regresan del más allá en la búsqueda de algo que olvidaron e intentan recuperar.
—¿Entonces ellos han regresado desde el pasado por algún motivo?
— Ustedes son los que regresaron del más allá y sus cuerpos están formados  de una materia densa que los hace moverse sin que ellos los vean. Los fantasmas son ustedes.
Creí que me iba a desmayar. Yo no estaba convencida de su respuesta, así que insistí:
—¿Y por qué usted nos ve?
Con una carcajada que me estremeció y su voz ronca, me dijo:
—Porque  somos iguales.



27 comentarios:

Rafael dijo...

Bonito e interesante relato.
Un abrazo.

Mari-Pi-R dijo...

Apasionado, vivir en dos dimensiones al mismo tiempo.
Un abrazo

Carmen Silza dijo...

Estupendo relato, atrapada mientras lo leía.
Un gusto leerte María Rosa.
Que disfrutes la tarde.
Besos, cielo.

Elda dijo...

Interesante historia que según la iba leyendo me ha recordado la película "Los otros" de Nicole kidman.
Un placer tus letras tan bien llevadas.
Un abrazo.

Bertha dijo...

Uff, que temple, la verdad que has conseguido un efecto que estremece...

Un beso feliz semana.

José A. García dijo...

Chistosa la tal Salomé... ¿Dónde será que iba él durante el día?

Saludos,

J.

Rosana Martí dijo...

Un inquietante relato que me ha hecho recordar "Los Otros" de Amenábar. Cuando la vi me dio que pensar, la misma inquietud que tu escrito.

Un abrazo.

Ernesto. dijo...

jajajaajajaja...

Final inesperado de un relato estremecedor jajajajajaja... ¡Te has lucido!

Un abrazo, Mariarosa.

Pedro Luso de Carvalho dijo...

Parabéns, Maria Rosa. Muito com o seu conto ("Los fantasmas son ustedes".)
Abraços.
Pedro.

TIGUAZ dijo...

Bello relato, amiga que te atrapa con ese desear que no se acabe, la historia paranormal que podría continuar durante mucho más tiempo, Mi aplauso y el agrado de leerte. Desde tú otra casa un abrazo.

Mirella S. dijo...

Qué bien lo resolviste Mariarosa, no soy fanática de las historias de fantasmas, pero la armaste genial con el remate de María Salomé.
Besos.

Estrella Amaranto dijo...

La intriga está bien tramada con estos dos sorprendentes fantasmas, que has sabido manejar para que en ese estupendo giro final todas las piezas encajen y el asombro se materialice.

Mil gracias por dejarme tu huella en mi blog, María Rosa y ha sido un placer disfrutar de esta lectura.

lanochedemedianoche dijo...

Intrigante relato, me ha gustado de principio a fin, aunque no esperaba justamente ese final de oro.
Abrazo

Franziska dijo...

Nunca has conseguido hacerme pasar tanto miedo con ninguno de tus relatos y eso que algunos han sido fuertes, como has conseguido hacerlo con éste. La tensión no ha cesado sino que ha ido creciendo hasta el punto final. Enhorabuena, otro magnífico relato. Eres muy buena en el desarrollo de los cuentos que planteas. Un abrazo con mi admiración. Franziska

Luján Fraix dijo...

Maria Rosa me ha encantado este cuento. No esperaba el final... Bueno vos ya nos acostumbraste a lo impredecible como todo cuento bien escrito, pero éste es maravilloso. Admiro tu imaginación.
Besos amiga.

Pd Me encantó el poema sobre la Envidia.

Anónimo dijo...

Me has tenido enganchada esperando otro final, pero ser ellos mismos eso si que es tener imaginación, será posible que eso ocurra? quien sabe de los misterios de la vida.
Un abrazo.
Ambar

MaRía dijo...

Ay amiga
Lo narras tan bien y será que algo ya te voy conociendo que me temía el final ,
un relato maravilloso y que al menos para mi, encierra una moraleja, y disculpa no me llamen loca¡¡¡ porque muchas veces juzgamos, vemos a otros como raros y los raros somos nosotros
jaaaaaaa


un abrazo enorme ¡¡

y un bravo inmenso

Diana de Méridor dijo...

Tal vez un día descubramos que es así, y que no somos reales, sino solo fantasmas, o tal vez imágenes que aparecen en el sueño de alguien.

Feliz día

Bisous

José Manuel dijo...

Inquietante relato con sorpresa final.
Genial

Un abrazo

cachos de vida dijo...

A medidas que leia el relato, mi nerviosismo y tensión iban en aumento, y al final ha sido como una explosión de sorpresa. Maravillosa historia.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.

Verónica dijo...

Un relato muy interesante e intrigante.. Te mantiene atento hasta el final. Es maravilloso. Besos.

Meulen dijo...

Pues creo que esas situaciones son a veces muy reales...

los del este lado y del otro lado

al final ...como de pronto pienso

quien esta aquí...el que me sueña? o quien yo estoy soñando...

besos.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Yo vi Los Otros. Sin embargo, tu relato me sorprendió. Muy bien escrito.
Por suerte, los nuevos ocupantes non son molestos con los fantasmas que no sabían que lo eran.
Que bien contado.

Raul Ariel Victoriano dijo...

María Rosa, has logrado un relato espléndido, con una intriga de primera. Además está narrado con pluma de escritora de oficio, lo cual se nota en la solidez del tránsito del argumento, el tejido de la trama, y el tratamiento perfecto del tema. Una historia que atrapa desde el principio. Van mis sinceras felicitaciones. Te mando un gran saludo.
Ariel

Martha Barnes dijo...

María,mi hija se llama igual,,soy Martha , la que defiende a los animalitos.en este caso ,te leí en el blog de José y luego pasé al tuyo.Me gustó tu historia de fANTASMAS,es un hermoso cuento , o quizá no es "cuento".En mi caso creo que la vida sigue y vamos evolucionando.Si querés ver mi blog de dibujo te doy los datos....Martha Barnes ,blogspot com... Un beso M

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Buenísimo y con su chispa de humor. UN abrazo. carlos

María Socorro Luis dijo...


...Y que te digo yo, que siempre he creído en los fantasmas?...

Me ha encantado y te dejo besos y cariño.

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