sábado

Cosas de la vida.


Comenzó como una obligación.
Aguirre, su esposo se había quedado sin trabajo en la  curtiembre. La fábrica con los vaivenes del dólar y con los límites para importar materia prima, no lograba exportar y había ido perdiendo calidad y ventas.
Aguirre vivía amargado, solía hundirse en el alcohol buscando un consuelo a su falta de trabajo. Soñaba que la desdicha, como un perro enfurecido se aferraba a sus piernas, lo inmovilizaba y despertaba bañado en sudor y con la garganta seca, buscando el vino que calmara su sed. Intentó varias soluciones; pero las pocas empleadoras del pueblo  habían  cubierto su ingreso de personal.
Elsa comprendió que debía hacer algo y no sabía qué.  Comenzó por ofrecerse en limpieza; pero los bajos sueldos y lo pesado de la tarea la fueron desilusionando. Ver a su compañero siempre de mal humor y ebrio, la obligó a buscar otro camino, menos elegante y más práctico; necesitaban dinero, ya los ahorros se habían agotado y la pobreza se había instalado en su casa. Era joven, bonita y comprendió que muchos hombres se sentirían atraídos  y le pagarían por sexo. Para no ofender el buen nombre de su esposo,  fue a  otro  pueblo,  nadie la conocía allí y sería una más en la fila de las mujeres que vendían  placer.
Dar la vuelta al perro en la plaza, seguía siendo un buen sistema para atraer solitarios.  El primero que se acercó fue un señor mayor que, atraído por  su juventud,  le dejó buena plata. El siguiente, un adolescente inexperto; apenas alcanzó  para el viaje de regreso.
A medida que conocía a los hombres, fue aprendiendo a elegir.

Con los años su clientela fue aumentando, alquiló  un departamento y consiguió seleccionar a sus visitantes.  Su esposo jamás preguntó de dónde  llegaba tan buen pasar económico, ella decía que era empleada en un supermercado y él  aceptaba sin analizar los detalles de su ropa llamativa, ni de su maquillaje subido de tono. Los amigos de Aguirre le  sugerían que se preocupara y ocupara de su mujer y él se hacía el desentendido.

La curtiembre comenzó a funcionar nuevamente y Aguirre fue convocado a ocupar su antiguo puesto. Se negó. Era más cómoda su nueva vida y el dinero llegaba cada vez con mayor abundancia. Al enterarse Elsa de que había rechazado su empleo se enfureció, estaba cansada de la vida que llevaba y  deseaba retornar a su hogar y ser una madre y esposa normal; su hija adolecente la necesitaba.

Con el paso del tiempo Aguirre fue notando que su mujer llegaba por las noches sin ganas de hablar y que las arrugas de su cara se iban traduciendo en  una menor entrada económica. Comprendió que su esposa necesitaba y se merecía descansar. Luego de pensarlo concienzudamente, encontró una solución.
Así que fue al pueblo, compró una cartera roja, un par de zapatos del mismo color y una caja de maquillaje. Al cruzar la plaza encontró a su hija besándose con un desconocido, la tomó del brazo y le dijo:
—Basta de pavadas querida, vamos, que hay que promover  un trabajo en serio.


22 comentarios:

mariarosa dijo...


Hay historias como está que son terribles y que en muchas zonas de Buenos Aires son reales; pero intenté darle un final con humor.
mariarosa

Unknown dijo...

Has recreado con mucha maestría una realidad que golpea.
No tengo palabras para este hombre que perdió toda honestidad,
que es lo peor de lo peor.Que no quiere a nadie y que sólo merece
asco y desaprobación . ¡qué horror !
Un besote.

lichazul dijo...

así es cosas de la vida
la realidad supera siempre cualquier ficción

buen fin de semana

Abril Sampere dijo...

Es una realidad que estamos viviendo penosamente, aquí en Montevideo se ven estas historias. Besos

Meulen dijo...

una historia que tiene mucho de realidad...

así es...
la necesidad tiene cara de hereje ...eso dicen!

Mª Jesús Muñoz dijo...

María Rosa, según iba leyendo iba intuyendo que el marido sabía lo que hacía su esposa...Pero, no me lo he creído hasta el final, cuando implicó a su hija, sin dignidad...Qué pena que ocurran estas cosas...amiga...Mi felicitación y mi abrazo por tu maestría y creatividad.
Feliz finde, amiga.
M.Jesús

Bertha dijo...

Ojos que no ven, corazón que no siente y, Aguirre se acomodó bien pronto...que fuerte.

Un relato tan cierto cómo la vida misma

Un beso feliz domingo MªRosa.

Antorelo dijo...

Demasiado real y excelentemente narrado. Un abrazo

Milena dijo...

La historia es terrible... Excelentemente narrada, uno se va adentrando en ese submundo donde los valores morales escasean...

Buen domingo, un abrazo.

Abuela Ciber dijo...

Seres desperciables como ese hombre hay a montones
Depende de las mujeres dejarlos e irse a mejore horizontes
Las limpiezas a veces son mejores que la calle
Dentro del ser esta la opcion, lo demas es cuento
Cariños siempre es grato leerte

Lapislazuli dijo...

Hay todo tipo de hombres
Todas las historias tiene algo de verdad, hay que buscarla entre lineas
Abrazo

lanochedemedianoche dijo...

En la vida no dejamos de sorprendernos nunca, muy bien narrado.
Besos

MaRía dijo...

una mezcla explosiva y tan tan real .... María Rosa ¡¡¡
como cambian las tornas y los modales .. como uno se acomoda a cerrar los ojos .. en fin .. asi es la vida a veces

un abrazo

Anónimo dijo...

Vividores siempre hay y habrán.
Quienes buscan surgir a como de lugar, también.

El asunto siempre estará en tomar las decisiones correctas en el momento correcto. Y eso sí que no es nada fácil.

Siempre, un placer leerte, Maria Rosa bella.

Franziska dijo...

Cada uno de nosotros, se enfrenta a la realidad de acuerdo con el sentido que tiene de la vida. Las consecuencias siempre son hijas de nuestras acciones. A esta conclusión he llegado después de leer este relato. Un abrazo. Franziska

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Qué tipo tan mantenido, descarado e inhumano... pero que los hay, los hay.

Un abrazo.

TIGUAZ dijo...

Siempre tus relatos me encadenan a un final sorprendente. Gracias por compartir tan bellas obras con todos tus admiradores. Un beso desde tu otra casa, Galicia.

Manrique dijo...

Hemos de hacer frente a las adversidades que nos presenta la vida. Existen de muchos clases. En algunos de ellos,si se puede, se debe pasar página,difícil pero no imposible.
Muy interesante tu narración.
Abrazos

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

El colmo del descaro y el cinismo. SE volvió un vival. Muy buen cuento. Carlos

Kasioles dijo...

Siempre que te visito, me paso un buen rato leyéndote, ahora mismo, mientras lo hacía, me estaba tomando una taza de café calentito.
No dudo de que muchas cosas se tengan que hacer por amor y necesidad, pero no perdonaré jamás la actitud de ese mal marido y padre.
Cariños en abrazos.
Kasioles

María Socorro Luis dijo...

Tenía la solución al alcance de la mano. Pensar que existen personas así de insensibles y egoístas... Muy buena narración Besosyversos, Mariarosa

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

El marido le tomó el gusto a algo que fue una decisión desesperada de su esposa.
Y quiere mantener el nivel economico, sin trabajar en la curtiembre.
Aunque involucre a su hija.
Bien redondo tu cuento. Felicitaciones.

En una librería de la calle Corrientes.

    Comprendo que no todo el mundo puede creer en la magia, yo creo. No se explicarlo, pero ella se presentó en mi vida sin que la llame...