jueves

Al borde del estanque.




Mi hermana Lili decía que en el fondo del estanque,  jugaban  

ángeles. Algunos  blancos, otros negros, pero todos  muy bellos. Lili  
 juraba que los veía y  sonreían cuando ella  les hablaba. Siempre pensé que mi hermana  estaba  loca, a pesar que mi madre no me permitía decirlo, yo lo sabía y mi hermano también se había dado cuenta.

Los ángeles la esperaban por la tarde, así decía ella, les llevaba caramelos y chocolates yo la miraba desde la  ventana de la cocina. Arrojaba las golosinas sobre el agua, una a una,  algún truco realizaba; ya que cuando ella se iba, yo bajaba y no encontraba en el estanque  ningún dulce. Sólo los papeles del envoltorio, vacíos, sobre  el agua. Lili bailaba sobre el borde del estanque, parecía flotar, elevaba los brazos y su figura se mecía en un vals imaginario.
Un día mi hermana Lili, desapareció. Mi madre en su ignorancia nos  negó explicación sobre su paradero. El primo Sebastián, me dijo que la habían internado. 
Meses después mi madre se vistió de negro, durante  años fue una sombra oscura deslizándose por la casa. Nunca nos dijo que Lili había muerto. Fue Sebastián quien  confirmó lo que  presentíamos  mi hermano y yo.

Mi madre se volvió  callada, sólo la mujer que nos llevaba a la escuela y nos asistía, conversaba con nosotros. Fuimos niños tristes, casi no jugábamos ni reíamos, cuando lo hacíamos mi madre se asomaba al ventanal y pedía silencio. Mi hermano ingresó  en un colegio militar,  sólo venía los viernes por la tarde, se iba el domingo  por la noche; mi aburrimiento crecía durante la semana.

Una tarde, sin nada que hacer, me asomé al estanque y allí estaba ella. Era Lili  y sus ángeles que me saludaban.  Reclamaba caramelos para ella y sus amigos. Corrí al comedor, alcancé el frasco de golosinas. Llené mis bolsillos,  cerré el frasco y volé hasta el estanque.

Desde ese día juego con ellos. Lili me aconsejó que no lo cuente, no sea cosa que me internen como a ella.






24 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Muy bueno la verdad, me ha gustado mucho.

Creo que es uno de tus cuentos que más me ha gustado.

Saludos Mariarosa.

Anónimo dijo...

He empezado a leer y me he adentrado en ese estanque pensando ¿cuántas cosas pueden ver los niños que a los adultos nos está prohibido?
La vida de los niños es un mundo aparte, muy bella historia.
Un abrazo.
Ambar

TIGUAZ dijo...

Un dia, no hace mucho, escribí un relato para mis nietos que se titula el Gnomo. Quizás un día lo publique por partes, es algo extenso. Tengo que seguir dándote las gracias,María Rosa, ciertamente no me cansaré de agradecerte la presencia. Desde tu otra tierra, mi cariño u un beso.

Mª Jesús Muñoz dijo...

María Rosa, ese cuento es precioso, la sensibilidad de los niños es muy especial y pueden ver y sentir cosas, que los mayores no entienden...Tengo la sensación de habértelo leído ya antes...¿es así? De todas formas es una gozada leerlo de nuevo, amiga...Mi felicitación y mi abrazo siempre.
M.Jesús

Unknown dijo...

¡Qué relato más lindo María Rosa ! tan tierno, tan dulce. Yo me creo todo y tú lo cuentas tan bien que yo me involucro en la historia. Claro... todo eso es mérito del escritor.
A mí me impresionó mucho como pintas la tristeza de tu madre y de la casa, porque puedo decirte que es tal como lo dices. Después de las tragedias . nada vuelve a ser lo mismo.
Me encantó leerte.
Muchos besos María Rosa. Te dejo mi corazón.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Me encantan esos finales, que desmienten la locura del otro, o la confirman el desborde mental, llevando a otro a pasar a esa realidad de más allá del muro. UN abrazo. carlos

Mª Jesús Muñoz dijo...

Gracias Maria Rosa, como puedes ver tus relatos dejan huella, no los olvidamos, amiga...Mi abrazo y feliz noche.
M.Jesús

Rafael dijo...

Bonito relato el que nos dejas.
Un abrazo.

Amapola Azzul dijo...

Sin duda un estanque con magia, Besos.

Anónimo dijo...

Un relato bueno de verdad. Todos en la vida caminamos al borde del estanque,...pero la prisa y la "racionalidad " no nos dejan ver el mundo oculto. Por supuesto, solo los niños, con su simpleza, y su inocencia pueden ver ciertas cosas, que escapan a los "MAYORES..." Fuerte y cálido abrazo, querida amiga.Juan Angel Petta

MaRía [Capri ] dijo...

Los mayores nos empeñamos en negar lo que muchas veces hemos "visto" de niños, y tachar de locura la imaginación de un crío para mi es casi un delito, por eso aquellos que crecemos con alma de niño vemos lo que otros no ven , en eso radica la magia de la vida, seguir creciendo sin apartar la inocencia y la fantasía del niño que vive en nuestro interior

y shhhhh un secreto ... a mi tb me tachaban de loca, pero esa es otra historia

Me encantó esa hermosa historia

Un abrazo grande

cachos de vida dijo...

Hermoso y emotivo relato.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Una historia tierna, llena de sensibilidad, que nos invita a asomarnos al mágico estanque.
Un abrazo y buen fin de semana, Maríarosa.

Karima dijo...

El ánonimo soy yo :) No sé por qué ha saltado así el comentario.

Marinela dijo...

Querida Marirosa:que relato más bonito y triste a la vez. La imaginación de los niños es fabulosa y no hay que cortarla.Las personas imaginativas pueden llegar a ser muy creativas,como lo eres tú,querida amiga.

Mirella S. dijo...

Un relato triste en el que sobrevuela la locura, el silencio... o algo mágico e indescriptible que sólo pertenece al mundo de los niños.
Muy bello, Mariarosa.
Besos.

Diana de Méridor dijo...

Pues yo también creo que los ángeles existen, y a veces adoptan forma humana. Nos los cruzamos algunas veces sin apenas darnos cuenta.

Buenas noches

Bisous

Ernesto. dijo...

Entretenido y bello relato Mariarosa. Rodeado de ese halo de misterio en el que envuelves tus textos.

Un abrazo.

Merce Ares dijo...

Hola Maria Rosa: Hermoso cuento , lleno de misterio y de una gran sensibilidad. Creo en los angeles, en ese halo místico que siempre nos acompañan. Besos!!!

Charlie El Balsero dijo...

Tienes el don de decir las cosas de una manera magistral... nunca dejes de escribir.

besos
carlos

José Manuel dijo...

Hermoso y sensible. Me encantó.

Un abrazo

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Muy bella historia, aunque triste, es entrañable... parece autobiográfica.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

No encuentro el gadget de seguidores y no tengo Google plus, así que no sé cómo seguirte :(

Tocará estar atenta.

Un gusto conocerte!! :)

Anónimo dijo...

Listo, preciosa!!!!
Ya no te pierdo rastro!!!
Muasssssssssssssssssssssssssssss!

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